Así lo indicó en su discurso, el presidente de la Asociación de Facultades de Ciencias Médicas de la República Argentina (AFACIMERA), profesor Gerardo Omar Larroza en el XVIII Congreso Argentino de Educación Médica (CAEM), cuyo lema para este año 2018 es: “Desafíos de la Educación Médica para el Siglo XXI”.
El evento que convocó profesionales de la salud de diferentes Facultades del país se llevó a cabo en Mendoza los días 22, 23 y 24 de agosto y fue declarado de interés provincial, legislativo, departamental y científico.
En el acto de apertura el presidente de la Asociación de Facultades de Ciencias Médicas de la República Argentina (AFACIMERA) y Decano de la Facultad de Medicina de la UNNE, profesor Gerardo Omar Larroza, expresó su deseo de que este encuentro se constituya en una herramienta de revisión y comparación “ para alcanzar la calidad en los procesos de formación de recursos humanos; basado en el razonamiento crítico y la conducta ética y que además sirva para formar equipos de salud con miembros socialmente responsables comprometidos en alcanzar una cobertura universal de servicios integrales de alta calidad asegurando condiciones equitativas de salud para toda la sociedad”.
Al mismo tiempo destacó que el lema que este año “Desafíos de la educación médica en el siglo XXI”, permite realizar “una mirada reflexiva del momento que estamos transitando, la era del conocimiento. Se cree que en los próximos años en el campo de la salud, la velocidad de generación de los nuevos conocimientos expondrán y tensionaran a las instituciones formadoras para ello, requerirán que estas articulen en sus planes de estudios el equilibrio de las competencias y los nuevos paradigmas, las tecnologías educativas, los escenarios de aprendizaje y las ofertas del campo profesional; el ritmo vertiginoso de estos cambios desafía los planes de estudio fragmentados, desarticulados, aislados y con límites infranqueables de los campos disciplinares que transitaron largo tiempo nuestros sistemas tradicionales de planificación”, aseveró en su discurso inaugural.
Asimismo indicó que alcanzar la calidad (a la que el lema se refiere) “Implica además de la modificación de los contenidos de las estrategias enseñanzas y evaluación, incorporar un riguroso análisis del contexto social histórico de las regiones donde se desarrollan los procesos de formación; convertir a los estudiantes en nuevos agentes de cambio con la adquisición de las competencias socializadas alrededor de valores de futuros líderes con mirada puesta en conformar equipos de trabajo dispuestos a generar competencia de búsqueda de información útil, la mejor evidencia científica, la capacidad para desaprender y aprender y administrar esos espacios autónomos de aprendizaje continuo serán competencias centrales que deberán tenerse presente a la hora del rediseño de planes ya sea en el grado o en el posgrado”, añadió al mismo tiempo que advirtió que “es imprescindible acompañar estas acciones con adquisición de nuevas competencias de docentes que jerarquicen el cuerpo académico en todas sus dimensiones, docencia, investigación, extensión y transferencia que permita promover circuitos innovadores y el paso de aprendizajes interactivos”.
Tanto en la diversificación de los escenarios y espacio de aprendizaje como en los procesos de gestión y planificación de actividades curriculares deben tener una permanente y profunda revisión alineados a los intereses educativos de la institución.
Destacó además que, en estos tiempos donde la única constante es el cambio, “es preciso identificar que la dinámica requiere calibrar las necesidades estructurales de la política sanitaria como eje central”.
Pertinencia
La articulación de la planificación educativa y su correlato con la pertinencia de los futuros egresados en el campo de la práctica profesional, dijo “es responsabilidad de las instituciones universitarias quienes a su vez deben definir y decidir en grado de consenso a los estándares de calidad en los programas de formación de recursos humanos en salud de grado y pos grado para que impacten en eficacia y eficiencia en los servicios de salud, es importante fortalecer la interlocución que se genera con los demás organismos del Estado, las asociaciones científicas, gremiales y deontológicas que permitan contribuir y potenciar las políticas educativas y sanitarias; capaces de asegurar a la sociedad una mejor calidad de vida igualdad y equidad en el acceso a los derechos del a salud”.
Asimismo aseveró que es sin duda, “el Congreso Argentino de Educación Médica que desde hace 18 años nos permite visibilizar y valorar la importancia de estos espacios de interacción, debate y socialización de experiencias entre los actores del sistema de salud y educación para que podamos producir nuevas formas de consenso y afrontar los desafíos del futuro de la educación médica”.
Corrientes, 24 de agosto de 2018
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