SINDROME
PARKINSONIANO
Prof. Dr. Víctor José
Villanueva
El parkinsonismo o síndrome
parkinsoniano es un trastorno del sistema extrapiramidal razón por
la cual es conveniente, antes de encarar la clínica y tratamiento
del mismo, hacer un breve repaso anatómico y funcional.
El sistema extrapiramidal
es un conjunto de vías y centros nerviosos, ubicado por fuera e
independiente del sistema piramidal o corticoespinal, que interviene en
la regulación de la motilidad involuntaria.
Los centros más
importantes están ubicados en el encéfalo y su aparato efector
corresponde al asta anterior medular, el mismo que ejecuta los impulsos
que emite el sistema piramidal. Es decir que las motoneuronas medulares
emiten estímulos para la musculatura estriada para dos tipos de
contracciones musculares: las voluntarias (sistema piramidal) y las involuntarias
(sistema extrapiramidal).
Los centros encefálicos
extrapiramidales están en la corteza del lóbulo frontal (área
premotora, por delante del área motora voluntaria o circunvolución
frontal ascendente). En la profundidad de los hemisferios cerebrales, rodeados
por la sustancia blanca, están los núcleos grises de la base
del cerebro o núcleos optoestriados. Contando desde la línea
media, formando la pared lateral del ventrículo medio, está
el tálamo óptico, formación ovalada en sentido transversal
cuyos núcleos ventrolaterales intervienen en este sistema. Rodeando
por arriba, detrás y abajo al tálamo, como una herradura
abierta hacia delante, está el núcleo caudado que así
dispuesto, tiene una cabeza, un cuerpo y una cola. Por fuera del conjunto
caudado-tálamo, está una zona de sustancia blanca, la cápsula
interna por la que desciende la vía piramidal que tiene la forma
de una V abierta hacia adentro, con una rama anterior, un vértice
y una rama posterior. Por fuera de esta formación blanca, está
el núcleo lenticular, formado por dos partes, una exterma de coloración
grisácea, el putamen y una interna de color más pálido,
el globus pallidus. Por fuera del mismo está la cápsula externa
y el antemuro que son formaciones de sustancia blanca que separan el lenticular
de la superficie externa del hemisferio cerebral, representado aquí
por el lóbulo de la ínsula. El conjunto del núcleo
caudado y el putamen del núcleo lenticular recibe el nombre de estriatum.
El globus pallidus se llama pallidum.
En el diencéfalo,
por debajo del tálamo (región subtalámica), está
el cuerpo de Luys que se continua con el tronco cerebral o mesencéfalo
donde se encuentran otros núcleos. El mesencéfalo abarca
los pedúnculos cerebrales, cerebelosos, bulbo raquídeo y
protuberancia anular, es decir tronco cerebral. En cada pedúnculo
cerebral hay dos núcleos, uno la sustancia negra que está
pigmentada con melanina y se dispone como medialuna abierta hacia atrás
entre la parte anterior o pie del pedúnculo y la posterior o calota.
En esta última está el núcleo rojo. A nivel de la
protuberancia anular se encuentran los núcleos del puente y la sustancia
reticular que también forman el sistema extrapiramidal. Todos estos
centros se conectan entre si por medio de fibras, interactuando e influenciándose
y se proyectan a la médula espinal que es su efector por medio de
diversos fascículos.
De importancia para
el tema que nos ocupa es un circuito formado por la corteza frontal premotora,
tálamo, sustancia negra, striatum, pallidum y tálamo. En
ella se produce las alteraciones que llevaran al parkinsonismo.
Desde el punto de vista
funcional, la estimulación de la corteza frontal premotora produce
movimientos anormales como el temblor. El pallidum desencadena hipertonía
muscular y la estimulación del estriatum inhibe dichas alteraciones.
A su vez el estriado necesita la estimulación de la sustancia negra
para cumplir su cometido.
Este sistema funciona
por mediadores químicos liberados en las sinapsis neuronales del
circuito en el cual hay dos tipos de mediadores. Uno de ellos es inhibidor
de la función palidal y prefrontal, es la dopamina y se sintetiza
en las neuronas de la sustancia negra peduncular desde la que es transportada
por los axones para ser liberada en el estriado y pálido. La sustancia
estimuladora de la función de estos centros, prefrontales o palidades,
es la acetil colina que puede es sintetizada localmente en los núcleos
de la base y en la corteza frontal. La lesión de la sustancia negra
en la Enfermedad de Parkinson o de las vías que la comunican con
los núcleos grises o de los mismos núcleos en otras enfermedades
llevan a un déficit de dopamina con la consiguiente liberación
del sistema colinérgico estimulador. Asimismo, la administración
de drogas que se unen a los receptores dopamínicos estriatales y
palidales impidiendo la captación del mediador como los neurolépticos,
también liberan el sistema colinérgico y este desequilibrio
desencadena la sintomatología del síndrome.
El sistema piramidal
es el encargado de generar contracciones musculares voluntarias que son
finas, proporcionadas para efectuar movimientos precisos y medidos con
un fin determinado. Estos son movimientos clónicos. El sistema extrapiramidal,
recibiendo información de la existencia de movimientos voluntarios,
se encarga de modificar el tono de los músculos en más o
en menos para servir de soporte a los movimientos voluntarios y facilitando
los mismos. Esta contracción muscular involuntaria, es sostenida
y aumenta o disminuye la tensión de las fibras musculares pero no
desplaza ningún segmento del cuerpo. También el tono muscular
tiene la función de fijar una o más zonas del cuerpo en la
posición a que fue llevada por la contracción clónica
o cinética de los músculos. Esta motilidad que no desplaza
sino que fija en posiciones determinadas se llama estática y sus
contracciones o relajaciones son tónicas en contraposición
a la motilidad cinética o dinámica de las contracciones voluntarias
del voluntarias, clónicas del sistema piramidal.
Además de controlar
el tono muscular para la ejecución los movimientos voluntarios,
el sistema extrapiramidal también lo hace con la postura o sea la
posición en que queda una parte o todo el cuerpo al ser llevado
por uno o más movimientos voluntarios. También este sistema
produce movimientos automáticos asociados como la mímica
durante los estados emocionales o los gestos durante los movimientos como
el balanceo de los brazos al caminar.
Cinética Contracciones
clónicas
Sistema piramidal. Voluntario
Estática
Tono muscular - Tono muscular
Sistema extrapiramidal-Involuntario
SINTOMATOLOGIA
(Especialmente Enfermedad de Parkinson)
Con los elementos anatomofuncionales
y bioquímicos desarrollados podemos encarar el tema que nos ocupa
teniendo en cuenta que el síndrome parkinsoniano se debe a síntomatología
positiva por liberación del sistema colinérgico (temblores
musculares y rigidez muscular) y sintomatología negativa por anulación
del sistema dopaminérgico (aquinesia-bradiquinesia). Además,
hay sintomatología por extensión de las lesiones propias
de las enfermedades causales a otros órganos vecinos que no pertenecen
al sistema extrapiramidal y que no involucran ninguno de estos dos sistemas
de mediadores (lesiones de núcleos vegetativos hipotalámicos,
del tronco cerebral y de la médula espinal ocasionan trastornos
vegetativos) (lesiones de la corteza cerebral ocasionan trastornos cognitivos)
(reacciones emocionales a las dificultades motoras que interfieren con
la vida diaria del paciente llevan a la depresión).
TEMBLOR
Es la oscilación
rítmica de determinadas partes del cuerpo alrededor de un punto
fijo producido por la contracción alternante de los músculos
agonistas y antagonistas de la zonas involucradas. Comienza en las partes
distales de los miembros (dedos de las manos y muñecas con movimientos
de flexoextensión de los cuatro dedos externos y aducción
–abducción del pulgar combinados con la flexoextensión de
la muñeca semejando la acción de contar monedas o liar cigarrillos),
al principio unilateral mente y luego de un tiempo se extiende al otro
lado o al miembro inferior homolateral afectando los pies. Con el paso
de más tiempo se generaliza a la cara: los labios (protruyen hacia
delante y se retraen alternativamente), la lengua (entra y sale de la boca
u oscila a los lados o arriba y abajo), la mandíbula (se abre y
cierra la boca). El paciente aparenta estar comiendo permanentemente. La
cabeza se extiende y flexiona o rota lateralmente alternativamente haciendo
movimientos de afirmación o de negación. En general el temblor
no afecta el tronco y aparece durante el reposo intensificándose
con los estados emotivos o con la concentración y desaparece durante
la ejecución de movimientos voluntarios y durante el sueño.
Tampoco existe al adoptar una determinada postura o posición.
RIGIDEZ MUSCULAR
Producida por el aumento
del tono muscular afectando concomitantemente los músculos agonistas
y los antagonistas aunque con predominio de unos sobre otros. Afecta las
partes proximales de los miembros y el tronco comunicando una actitud característica
al paciente consistente en flexión del tronco y la cabeza con tendencia
al desplazamiento hacia delante y afectando la estabilidad. La rigidez
se explora en cualquier articulación de algún miembro, especialmente
en el codo o muñeca flexionándolos y extendiéndolos
pasivamente y en forma sucesiva con lo cual se observa una resistencia
a dichos movimientos durante todo su transcurso pero que en un momento
es mayor y al instante siguiente es menor como los engranajes de una rueda
que se imbrican entre si ocasionando sobresaltos. Este es el signo de la
rueda dentada de Negro típico del parkinsonismo y totalmente diferente
de la hipertonía por lesión piramidal en la cual existe el
signo de la navaja que consiste en una dificultad al inicio del movimiento
pasivo que cede inmediatamente permitiendo efectuar el resto del movimiento
en forma fácil semejando a lo que sucede cuando se intenta abrir
una navaja en que cuesta comenzar su apertura pero luego se la completa
sin dificultad debido a que en la lesión del sistema piramidal solo
están afectados los agonistas o solo los antagonistas pero no ambos.
También el signo de la rueda dentada diferencia el parkinsonismo
de la rigidez plástica que se ve en otros síndromes extrapiramidales
no parkinsonianos y que consiste en una hipertonía permanente e
invariable que no ocasiona sobresaltos musculares y que es constante sin
variar en más o en menos durante el movimiento pasivo. En este caso
el miembro está constantemente duro y no alternativamente un poco
más blando y un poco más duro.
ALTERACIONES DE
LOS MOVIMIENTOS ACTIVOS
Los movimiento activos
ya sean voluntarios o automáticos, están alterados como consecuencia
de la rigidez y del temblor o directamente por alteración de su
generación. Las alteraciones más frecuentes son:
Bradikinesia:
Todos los movimientos
son lentos, difíciles de iniciar, de variar o de interrumpir. El
paciente se mueve lenta y dificultosamente como si estuviera contracturado.
Es característica la marcha en la cual el paciente pareciera estar
pegado al suelo y le cuesta iniciarla, luego se mueve a pasos cortos, arrastrando
los pies, le resulta difícil variar la dirección de la marcha
por lo que a veces sigue en derecho, si se le pide que se detenga bruscamente,
no puede hacerlo y sigue de largo un trecho. Como su actitud es en flexión
hacia delante, tiene tendencia a caer por lo que a veces acelera el paso
bruscamente aparentando la marcha de un payaso o de un mandarín
(marcha festinante). Su hablar es lento.
Hipokinesia-Akinesia:
No solo hay lentitud
de los movimientos sino disminución de su amplitud o frecuencia,
y hasta anulación de algunos de ellos, especialmente los movimientos
automáticos o asociados. La pobreza de los movimientos de los músculos
faciales determinan una cara inexpresiva (facies de jugador de poker) aun
en los estados emotivos. Cuando el paciente habla no gesticula. Al caminar
no hay balanceo de los miembros superiores. La masticación es lenta
y de poca amplitud en sus movimientos con dificultad para tragar lo que
hacen sumamente prolongada y dificultosa la alimentación con frecuentes
aspiraciones del alimento a la laringe. Hay sialorrea por la dificultad
deglutoria. Por la dificultad de la musculatura laríngea la voz
es de intensidad baja, susurrante, con dificultad para articular algunas
consonantes.
ALTERACIONES POSTURALES
Ya mencionamos la actitud
en flexión del paciente la mayoría de la veces. Otras veces
el paciente está inclinado a un lado o atrás, todo ello debido
a la rigidez muscular. Interesa la pérdida del reflejo postural
que consiste en variaciones del tono muscular del tronco, caderas y rodillas
cuando el paciente se ve sometido a una fuerza que desplaza su centro de
gravedad con tendencia a la pérdida del equilibrio. En estas circunstancias
el sujeto no parkinsoniano oscila su tronco y no desplaza sus miembros
inferiores. En el parkinsonismo, un empujón en el tronco hacia atrás
o adelante puede hacer caer al paciente, o bien para mantener la vertical,
debe dar varios pasos en el mismo sentido.
ALTERACIONES VEGETATIVAS
Las lesiones anatomopatológicas
que producen este cuadro neurológico no solo se circunscriben al
sistema extrapiramidal sino que también afectan centros y vías
que intervienen en funciones viscerales. Así tenemos: incontinencia
urinaria por lesión de centros inhibidores parasimpáticos
del tronco cerebral con liberación del asta lateral de la médula
sacra que aumenta el automatismo del detrusor. Hiperhidrosis (transpiración
excesiva) por lesión del asta lateral de la médula cervicodorsal.
Seborrea facial por lesión de núcleos vegetativos del trigémino.
Hipotensión arterial ortostática o en cualquier posición
por la misma causa que la hiperhidrosis.
TRASTORNOS MENTALES
Cognitivos: síndrome
demencial en el parkinsonismo vascular y en la Enfermedad de Parkinson.
No es constante
Afectivos: en el 40%
de los casos y en cualquier etiología del síndrome se presenta
depresión o irritabilidad como consecuencia de las dificultades
motoras.
ETIOLOGIA
Existe un síndrome
parkinsoniano de causa desconocida, que constituye la Enfermedad de Parkinson.
Por otro lado, existe múltiples causas individualizadas del síndrome
englobándose el conjunto en los parkinsonismos o síndromes
parkinsonianos secundarios.
Enfermedad de Parkinson
Síndrome
parkinsoniano
Parkinsonismo secundario
Causas de parkinsonismo secundario:
Drogas: Neurolépticos (butirofenonas,
grupo de las fenotiazina, reserpina). Bloqueantes del calcio (cinarizina
y derivados). Alfa metil dopa.
Infecciones: encefalitis virales.
Traumatismos: el traumatismo repetido
del boxedor.
Vascular: microinfartos repetidos
en la arteriosclerosis.
Acompañando otras enfermedades:
enfermedad de Alzheimer, Atrofia olivopontocerebelosa, síndrome
de Shy Drager, Enfermedad de Huntington o de Wilson. Parálisis supranuclear
progresiva.
De todas Las variedades
de síndrome parkinsoniano el más frecuente es la Enfermedad
de Parkinson, en segundo lugar está el síndrome de origen
vascular, le sigue el ocasionado por drogas, y en último lugar las
otras variedades.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
La enfermedad de Parkinson
predomina en el sexo masculino y se inicia en la madurez, entre los 45
y 60 años. El de origen vascular aparece más tarde, alrededor
de los 70años o más. El parkinsonismo por drogas aparece
en cualquier sexo y edad en pacientes que padecen alguna enfermedad por
la que reciben uno o más medicamentos. En el parkinsonismo vascular
hay signos de arteriosclerosis encefálica y extraencefálica.
En el que acompaña otras enfermedades neurológicas hay signos
de afectación de otros órganos que no forman parte del circuito
negroestriopalidal (demencia, ataxia, piramidalismo, amiotrofias, disquinesias).
En la Enfermedad de
Parkinson los estudios complementarios no aportan datos de valor pero son
útiles para el diagnóstico diferencial de los parkinsonismos
secundarios en cuanto pueden mostrar sus causas. El estudio más
útil es la TAC o la RMN del cráneo.
TRATAMIENTO DE
LA ENFERMEDAD DE PARKINSON
Comprende medidas específicas
de la enfermedad y medidas generales.
Las medidas generales
son la rehabilitación kinésica para impedir que la rigidez
lleve a contracturas por retracciones fibrosas musculotendinosas y la rehabilitación
foniátrica para mejorar la voz y la deglución. La administración
de una dieta blanda que no exija mayor esfuerzo masticatorio y la educación
alimentaria para evitar la aspiración respiratoria. Si ello sucede,
se indicará tos kinésica.
El tratamiento específico
comprende las drogas antiparkinsonianas y, en algunas circunstancias especiales
la cirugía.
Drogas antiparkinsonianas. Nos referiremos al tratamiento de la enfermedad de Parkinson que es la patología más frecuente.
Anticolinérgicos. Fueron las primeros en utilizarse y los únicos hasta después de los años 60. Su base racional es el tono aumentado parasimpático en el circuito pálidoestriado por la supresión del freno del sistema dopaminérgico. Se usa frecuentemente el trihexifenidilo (Artane) y el biperiden (Akineton). Estos fármacos se administran por vía oral y producen muchos efectos colaterales especialmente en los ancianos, derivados de la inhibición parasimpática sistémica por que no son selectivos para el sistema nervioso central. Así, ocasionan constipación, retención urinaria, trastornos visuales y confusión mental. Por esta causa no se los administra como primera elección salvo en el caso de necesidad de uso de neurolépticos para impedir la aparición del síndrome siendo muy útiles. En las demás circunstancias se puede usarlos como coadyunantes de las drogas de primera línea para reducir sus efectos colaterales. En caso del tixefenidilo (Artane), hay comprimidos con 5 mg. de droga y se comienza con 1, 25 a 2, 5 mg. cada 12 hs. aumentando la dosis según efectos primero cada 8 hs. y luego 5 mg. cada 8 a 12 hs. El biperiden (Akineton) viene en comprimidos con 2 mg. y se comienza con 0, 5 a 1 mg. dos veces por día modificándola primero tres veces por día hasta alcanzar 2 mg. dos a tres veces diarias.
Drogas antiparkinsonianas de primera línea. Son varias, algunas ya consagradas por la experiencia de más de 20 años de uso como la l-dopa, otras más recientes como los agonistas dopamínicos derivados del ergot (bromocriptina) y sucesores. Otro dopaminérgico activo pero con un efecto de duración limitada en el tiempo es la amantadina.
L-Dopa. Su utilización busca
recomponer la dopamina disminuida o ausente en el circuito nigroestrido
ya que no se puede recurrir directamente a la dopamina porque no atraviesa
la barrera hematoencefálica. La L-Dopa es utilizado por la dopadescarboxilasa
para sintetizar dopamina. En los primeros tiempos se usaba el aminoácido
solo, con producción frecuente de efectos colaterales (náuseas,
vómitos, hipotensión ortostática, confusión
mental, arritmias cardíacas) debido a que se sintetizaba dopamina,
no solo en el sistema extrapiramidal sino también por fuera del
sistema nervioso central. De esta manera se agregó a los preparados
con l-dopa un compuesto que compitiera con ella por la enzima descarboxilante
pero que no pasara al sistema nervioso inhibiendo solamente la producción
periférica de dopamina sin afectar la producción en el encéfalo.
De esta forma se consiguió mayor disponibilidad de la droga en el
sitio donde se necesitaba más con menores dosis de la misma con
lo que logró reducir los efectos tóxicos. Dos sustancias
inhibidoras de la enzima convertidora de dopamina son usadas, la carbidopa
y la benzerazida. La carbidopa viene en una proporción de 1 parte
por 10 de l-dopa. El preparado es "Sinemet" y cada comprimido tiene 250
mg. de l-dopa y 25 de carbidopa. La benzerazida se combina 1 parte con
4 de l-dopa y el preparado es "Madopar" cuyo comprimido tiene 50 mg. de
la primera y 200 mg. de la segunda.
Se comienza el tratamiento
con 50 mg de l-dopa que se va modificando de acuerdo a la mejoría
de los síntomas (responde mucho mejor la rigidez que el temblor
y la bradihipokinesia) cada 10-15 días aumentando primero el número
de tomas (como mínimo 4 tomas diarias) hasta llegar al efecto óptimo
con la menor cantidad de droga y el mínimo de toxicidad. La dosis
puede oscilar entre 500 y 1000 mg. por día y las tomas entre 4 y
6 diarias. Las náuseas son muy raras. La hipotensión ortostática,
un poco más frecuente pero no muy intensa de modo que con frecuencia
es asintomática y solo se descubre con la medición de la
T:A. Puede verse en un 20% de los casos la aparición de un estado
confusional que cede al reducir la dosis del medicamento. Otro efecto desagradable
es la aparición de movimientos involuntarios que no existían
antes del tratamiento. Consisten en: Corea (movimientos amplios, sin un
fin determinado, irregulares, arrítmicos, de extremidades o de la
cara). Atetosis (movimientos suaves, de poca amplitud, generalmente de
los dedos, como de reptación). Distonía (espasmos sostenidos
de grupos musculares de una región determinada, dolorosos que hacen
adoptar una postura anormal). También ceden con la disminución
de la dosis del preparado antiparkinsoniano. Los resultados obtenidos,
según la experiencia mundial, se distribuyen así: 20% pobres,
20% moderados, 40% buenos y 20% excelentes. Los efectos beneficiosos de
la terapia duran 2 a 3 años en el 60% de los casos al cabo de los
que la mitad empeora lentamente y la otra mitad más rápidamente
de tal manera que alrededor de los 6 años de iniciada los paciente
están igual o peor que antes. El empeoramiento se suele iniciar
con trastornos posturales que llevan a frecuentes caídas y deterioro
mental. También a los 2 a 3 años de iniciado el tratamiento
aparece otra complicación que se denomina deterioro del fin de la
dosis que consiste en un aparente acortamiento de la duración del
efecto medicamentoso por el cual el paciente, alrededor de dos a tres hs.
después de la toma del preparado desarrolla mayor rigidez o temblor
o hipokinesia como si hubiera omitido la toma mientras que anteriormente
el efecto duraba más de 4 hs. Al adelantar la toma del medicamento
el paciente vuelve a mejorar. El problema se subsana con la subdivisión
de la dosis diaria en cinco a seis tomas separadas por intervalos cortos
(no mayores de tres hs. ) y administrando a la noche un preparado retard
de acción prolongada para proteger al paciente de la falta de su
ingesta durante el sueño. Existe el "Sinemet CR" y el "Madopar HBS"
que satisfacen este requisito y su uso se debe efectuar teniendo en cuenta
la dosis total útil antes de la aparición de esta complicación
y que el primero tiene 200mg. de l-dopa más 50 de carbidopa y el
segundo 100 de l-dopa y 40 de benzerazida. Se comienza con medio comprimido
por noche y se aumenta cada 10 -15 días a razón de cuarto
a medio por vez hasta conseguir un despertar con poca rigidez y temblor.
Otra complicación parecida a la anterior es el fenómeno "on"-"off"
que consiste en la aparición o agravación de rigidez y temblor
pero no a las 2 hs. de la toma del medicamento sino en forma imprevista,
errática, irregular e imprevisible. Es muy incapacitante, de difícil
manejo y afecta a un 10% de los pacientes. Pareciera ser que el uso desde
un principio de la bromocriptina con la l-dopa baja la incidencia del fenómeno.
También ésta mejora el deterioro del fin de la dosis cuando
se agrega a la dopa.
Agonistas dopaminérgicos. El más conocido es la bromocriptina y luego se sintetizó el pergolide y el lisuride. Todos ellos atraviesan la barrera hematoencefálica, tienen una buena absorción intestinal y su mecanismo de acción es que estimulan directamente los receptores dopaminérgicos del sistema nervioso. Su efecto es de menor potencia que la l-dopa pero no necesitan de la dopa descarboxilasa y reemplazan la dopamina de manera que son útiles en los casos de progresión de la enfermedad cuando está se vuelve refractaria a la dopa. También es útil cuando el paciente es muy sensible a la l-dopa y desarrolla efectos colaterales con dosis pequeñas cuya reducción produce recidiva del síndrome, de esta manera podemos conseguir un efecto dopaminoestimulante sin efectos colaterales. En el caso del deterioro del fin de la dosis, si se vuelve incómoda la administración de la l-dopa por su gran frecuencia de tomas, se puede solucionar el inconveniente agregando la bromocriptina a la anterior. La bromocriptina existe en el comercio en comprimidos de 2, 5 y 5 mg. ("Parlodel"-"Axialit" etc. ). Se comienza con 5 a 10 mg. dos veces por día y se aumenta a tres veces y luego cuatro diarias, semanalmente. La dosis útil es de alrededor de 40 mg. por día.
Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO). La selegilina o l-deprenyl es un compuesto que se combina con la MAO B inhibiéndola e impidiendo su acción degradativa de la dopamina y aumentando sus niveles en el sistema estriado. Se la sintetizó para mejorar los efectos de la l-dopa en cuanto a potencia y duración y probar para disminuir su dosificación pero se comprobó un efecto adicional interesante que consiste en un retardo en la aparición de la resistencia a la dopa como si retrasara la progresión de la enfermedad. En muchos casos los pacientes siguen bien a los 5 años de haber iniciado l-dopa y selegilina. La droga viene en comprimidos con 5 mg. de la misma ("Jumex"-"Kinabide") y se comienza con 2, 5 mg. cada 12 hs. para aumentarla cada 3 días hasta llegar a 5 mg. cada 12 hs.
Amantadine. Droga sintetizada como
antiviral, se descubrió que tiene un efecto anticolinérgico
y liberador de dopamina en las terminaciones nerviosas. Mejora la sintomatología
parkinsoniana pero su potencia es menor que la l-dopa y tiene el inconveniente
de que su efecto se agota alrededor de los tres meses, se cree que por
depleccionar las terminaciones neuronales de dopamina. Es poco usada.
TRATAMIENTO QUIRURGICO
DEL PARKINSON
Antes del descubrimiento
de la l-dopa y por la poca efectividad y efectos colaterales de los anticolinérgicos
se indicaba la cirugía estereotáxica que consistía
en la lesión de los núcleos ventrolaterales de los tálamos
ópticos para interrumpir las fibras colinérgicas que se dirigen
a los núcleos estriados y suprimir los estímulos causales
de los trastornos motores de la enfermedad. Los beneficios obtenidos desaparecían
al cabo del tiempo por el progreso de la enfermedad que unido a la morbimortalidad
operatoria llevó al abandono de la técnica quedando indicada
solamente en los casos de sintomatología unilateral y rebelde al
tratamiento médico. Una segunda estrategia quirúrgica consistió
en el implante de médula suprarrenal autóloga en el núcleo
caudado probablemente para liberar dopamina in situ o bien para conseguir
un efecto trófico con el implante. Sus resultados fueron pobres
y de corta duración por lo que se la abandonó. Por último,
se está experimentando con implante de células fetales humanas
de la sustancia negra en el estriado.
TRATAMIENTO DE
OTROS PARKINSONISMOS.
El parkinsonismo arterioesclerótico
se trata con las mismas pautas farmacológicas que la enfermedad
de parkinson .
El parkinsonismo por
drogas se controlan suspendiendo o reduciendo la dosis de la droga causal
y utilizando un anticolinérgico. En caso de ser necesario usar neurolépticos
a dosis altas en pacientes psicóticos se indica los anticolinérgicos
desde el primer momento junto con los mismos.
En caso de otros parkinsonismos,
las indicaciones medicamentosas son las mismas que en la enfermedad primaria.
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