DIAGNOSTICO
DE LOS TEMBLORES
Dr. Víctor José Villanueva
Nos ocuparemos de este
tema por ser el temblor una alteración frecuente, en ocasiones,
como manifestación de un proceso mórbido neurológico
(síndrome extrapiramidal y cerebeloso), otras como signo de enfermedad
no neurológica (hipertiroidismo, alcoholismo, drogas), y otras,
como exacerbación del temblor fisiológico o normal (frío,
stress emocional)
Una afección
frecuente del sistema nervioso, la enfermedad de Parkinson, cursa con temblor,
planteando diagnósticos diferenciales de manera que este tema viene
a complementar el artículo anterior de la Revista de la Carrera
de Post Grado de Geriatría.
En resumen, el temblor
puede ser originado por:
Características:
No existe durante el
sueño, lo que lo diferencia de otros movimientos involuntarios como
la convulsión y la fasciculación. Es estereotipado y regular
(los movimientos alternativos opuestos son siempre los mismos en dirección,
amplitud y frecuencia) cosa que no sucede en otros movimientos extrapiramidales
como la corea, distonía y hemibalismo. Consta de una sucesión
de movimientos más o menos rápidos a diferencia de la atetosis
que es lenta y suave, como reptante.
Etiopatogenia:
Por su carácter
de involuntarias, las contracciones musculares del temblor dependen de
estímulos provenientes del sistema nervioso extrapiramidal, cuyos
datos anatómicos y funcionales básicos enumeramos en el número
102 de nuestra revista. Pero, además, sobre los centros vegetativos
simpáticos hipotalámicos o los receptores (adrenérgicos
de los músculos esqueléticos, actuan diversos estímulos
que desencadenan estas contracciones. Esto explica que existan temblores
de causas nerviosa y extranerviosa.
Clasificación:
Existe varios criterios
para dividir los diferentes tipos de temblor. El más útil
es el que tiene en cuenta si su aparición se produce durante el
reposo muscular, durante el movimiento o cuando se adopta una pose o postura.
Otros elementos de juicio que complementan el anterior se refieren a la
amplitud, frecuencia, ritmo e influencias de diverso tipo sobre las oscilaciones.
Así tendremos:
De reposo (temblor estático)
Temblor
De acción (temblor intencional o dinámico)
Postural (temblor de posición)
Exploración semiológica:
En oportunidades el
temblor puede ser apreciado con la primera mirada al paciente cuando es
muy evidente; otras veces hay que efectuar pruebas para poder provocarlo
o intensificarlo. Dichas pruebas consisten en indicar al paciente que adopte
determinadas actitudes o posturas, o bien, que ejecute algunos movimientos.
a. Indicar al paciente que extienda los miembros superiores en ángulo de 90º respecto al tronco y con los dedos separado observando las manos en supinación y pronación. Si no aparece el temblor, se le coloca una hoja de papel sobre el dorso de las manos vueltas hacia arriba (pronación) y se podrá ver los movimientos rítmicos alternativos de ascenso y descenso del papel.Todas estas maniobras, no solo son útiles para desencadenar el temblor sino también para clasificarlo en uno de los tres tipos, de reposo (estático), con en el movimiento (cinético) o en una posición determinada (postural). En la prueba "c", si el temblor aparece estando el miembro superior fláccido y colgante, especialmente en las manos y muñecas, además de frecuente y de poca amplitud de sus contracciones, es de tipo estático. Si lo hace cuando se lleva el dedo a la nariz o el vaso a la boca y sus contracciones son más amplias pero más lentas predominando en codos y muñecas, el temblor es dinámico; y si sucede cuando intenta dejar el dedo apoyado en la punta de la nariz o el vaso en la boca, se trata de uno postural que también es amplio y algo más rápido que el estático, también predomina en las muñecas y codos.
b. El enfermo debe apoyar el dorso de las manos sobre los muslos.
c. Se ordena al sujeto que lleve un vaso con agua a la boca o se toque la punta de la nariz con el extremo del dedo índice.
d. Pidiéndole que escriba algunas palabras.
SINTOMATOLOGIA
Y FORMAS CLINICAS
Temblor fisiológico:
Es el que aparece en
una persona normal y que se puede evidenciar colocando una tarjeta sobre
el dorso de las manos y dedos o aprisionada entre el dedo índice
y medio con los miembros extendidos, ello porque es distal, de muy poca
amplitud y rápido (alrededor de 10 ciclos por segundo) y resulta
poco perceptible. Suele ser de reposo y postural, los movimientos lo suprimen.
Predominan en las manos más que en los dedos, a veces se los ve
en la cabeza y se intensifican con los estado emotivos agudos o sostenidos.
En su determinismo juega un papel importante el simpático y sus
receptores ß adrenérgicos. Al igual que la emoción,
la exposición al frío lo exacerba (escalofrío). El
sueño lo anula.
Variantes patológicas del
temblor fisiológico o normal:
Diferentes circunstancias
anormales lo desencadenan como:
Temblor esencial:
Es un temblor anormal
pero de causa desconocida aunque de mecanismo dependiente del simpático.
Es, quizás, el más frecuente de todos. Aparece en la adultez,
alrededor de los 40 años de edad y su frecuencia aumenta marcadamente
a partir de la séptima década de la vida de tal modo que
el temblor esencial de los ancianos, se considera, por algunos autores
como una forma especial que denominan "temblor senil" aunque a los fines
diagnósticos y terapéuticos forma parte del grupo "esencial".
Es hereditario autosómico con penetrancia variable en los descendientes
razón por la cual se suele comprobar este antecedente en padres,
abuelos o tíos aunque no en todos los hermanos del enfermo, es independientemente
del sexo (lo padecen hombres y mujeres). Es menos rápido que el
temblor fisiológico (5-8 ciclos/seg) pero de mayor amplitud, bien
apreciable sin maniobras provocadoras. Predomina en la cabeza, codos y
manos. Es característico el movimiento de afirmación o negación
de la cabeza y las alteraciones de la escritura que ocasiona. Es principalmente
postural pero se incrementa con los movimientos siendo típico en
los ancianos su intensificación cuando, al comer, lleva los alimentos
o la bebidas a la boca con el vuelco del líquido o caída
de la cuchara, o al escribir originando caracteres inentendibles. El reposo
de las zonas involucradas o la concentración mental lo atenúa
o suprime, lo mismo que el sueño. Los estados emotivos lo intensifican.
Es parecido al temblor parkinsoniano del cual se puede diferenciar porque
no cursa con rigidez y bradikinesia (lentificación de los movimientos
voluntarios); además, los movimientos voluntarios no lo inhiben
sino que lo exacerban mientras que el reposo si lo hace, y esto no sucede
en el parkinsonismo.
Temblor extrapiramidal:
Es otro temblor del
grupo de los estáticos o de reposo. Aparece en el parkinsonismo
primario (Enfermedad de Parkinson) y en los parkinsonismos secundarios.
También se lo puede ver en la enfermedad de Wilson. Es lento (4
a 6 ciclos por segundo) y rítmico pero más amplio que el
temblor fisiológico y alguna de sus variantes. Predomina en los
dedos de las manos y en la cabeza. En los primeros origina movimientos
de flexoextensión, y, además, a nivel del índice y
pulgar, pronosupinación con oposición. Esto semeja la acción
de contar monedas o enrollar cigarrillos. Esta suele ser la forma más
común de comienzo del temblor. Con el progreso de las enfermedades
causales se extiende a las muñecas, cabeza y codos. El temblor cefálico,
al afectar los labios hace aparentar como si el paciente musitara una plegaria.
Lo más frecuente es que afecte primero un miembro superior y luego
el otro tornando simétrico. Aumenta de intensidad con el stress.
La adopción de una postura y la ejecución de un movimiento
lo suprimen.. Por ejemplo, un parkinsoniano sentado con las manos apoyadas
en los muslos, tiembla; pero si se le ordena llevar el brazo adelante,
deja de temblar (desaparición con el movimiento). Si mantiene el
miembro extendido tampoco tiembla (supresión con la postura).
Temblor cinético:
También llamado
dinámico porque se produce con los movimientos voluntarios, sea
al comienzo, durante su transcurso o a la finalización de los mismos.
Es un signo importante del síndrome cerebeloso por enfermedades
de este órgano o de sus vías aferentes o eferentes a nivel
del tronco cerebral. Por esta causa se suele llamarlo temblor cerebeloso
y también intencional porque todo movimiento voluntario tiene una
intención o finalidad determinada. Es el resultado de la ataxia
(pérdida de la coordinación entre la contracción de
los músculos voluntarios, agonistas, y la relajación de los
antagonistas lo cual obliga a corregir permanentemente la dirección
y medida del movimiento). Este temblor no existe en el reposo ni cuando
se adopta alguna pose, solo aparece durante los movimientos voluntarios.
En la prueba del índice-nariz, mientras el miembro superior está
en reposo, no existe, pero cuando se dirige el dedo a la nariz aparece
la oscilación; una vez que el dedo índice entró en
contacto con el lóbulo nasal, desapareció y mientras se mantuvo
el contacto no reapareció. El temblor intencional en los miembros
inferiores se puede investigar con la prueba talón-rodilla. Con
el paciente en decúbito dorsal se le pide que con el talón
de un lado toque la rodilla del otro lado. Mientras está quieto
no existe el temblor. Al desarrollar el movimiento aparece el mismo. Si
el talón queda apoyado en la rodilla la oscilación vuelve
a desaparecer. Característico del síndrome cerebeloso es
que a la ataxia que causa el temblor acompañe la dismetría,
es decir movimiento con una fuerza y dirección alteradas de modo
que no se consigue el objetivo buscado ya sea porque el movimiento es deficiente
y no llega al objeto; o es excesivo y sobrepasa el objeto. En nuestra exploración
el dedo o el talón no llegan o sobrepasan la punta de la nariz o
la rodilla cayendo fuera de ellos, en la cara, muslo o pierna. Este temblor
es de poca frecuencia (alrededor de 3- ciclos por segundo) y arrítmico
(irregular y con amplitud variable.) La marcha atáxica del cerebeloso
es titubeante y zigzagueante como la del ebrio.
Otra patología
que puede producirlo es el hidrargirismo (intoxicación crónica
por el mercurio).
Temblor postural:
El temblor estático
aparece cuando el individuo adquiere una determinada posición o
pose a las que le llevó un movimiento voluntario. No existe durante
el reposo muscular ni durante la ejecución de los movimientos. También
se produce por ataxia de causa cebelosa. Es arrítmico y relativamente
lento como el intencional. Es característico que el cerebeloso en
la estación de pié presente amplias oscilaciones con tendencia
a la caida y con las piernas ampliamente separadas para mejorar la estabilidad.
La cabeza puede oscilar junto con o independientemente del tronco. Esta
actitud desmañada semeja la de un beodo.
Una variante de este
temblor es el asterixis, o "flapping tremor" o temblor aleteante que aparece
en la insuficiencia hepática, renal crónica o en la hipercapnia
de la EPOC. Se le pide al paciente que coloque la mano en hiperxtensión
con el resto del miembro dirigido hacia delante. En caso positivo se observará
un movimiento de flexoextensión de la mano como el aleteo de un
pájaro volando. Si se trata de un individuo sin estas patologías
la mano no experimentará oscilación alguna.
Diagnóstico:
Con las maniobras mencionadas
en exploración seguidas por una historia clínica completa
podemos diagnosticar el tipo de temblor y si forma parte de algún
síndrome (cerebeloso, extrapiramidal, hipertiroideo), si presenta
estigmas de etilismo o de hepatopatía crónica descompensada,
si padece afecciones respiratorias que le obliguen al uso frecuente de
drogas adrenérgicas, si presenta hipertermia y signos de foco séptico,
si tiene factores de riesgo para afecciones vasculares del encéfalo
(hipertensión, dislipemia, diabetes, etc.).
El electromiograma
nos confirmará el tipo de temblor.
El laboratorio y los
métodos por imágenes nos confirmaran los hallazgos anteriores.
Tratamiento:
En la mayoría
de los casos el tratamiento del temblor secundario a otros procesos mórbidos
es el de la enfermedad de base.
El temblor esencial,
que es el más frecuente de ver, sobre todo en su variedad senil,
se puede manejar con bastante posibilidades de éxito con los siguientes
recursos:
a. En primer lugar se debe hacer psicoterapia al paciente dándole un trato amable sin menospreciar sus síntomas e induciendo a sus familiares a seguir la misma conducta y mostrar tolerancia a las consecuencias del temblor. Asimismo, es importante explicarle que el temblor es toda la enfermedad, que no lo conducirá a otra enfermedad y que no desembocará en incapacidad grave.BIBLIOGRAFIA
b. Sedación: Los inconvenientes que ocasiona el temblor crea un estado de tensión nerviosa que agrava el temblor por cuya razón ésta debe combatirse. Cualquier tranquilizante menor es útil pero como el fenobarbital posee, además, una acción específica sobre el temblor mismo, se lo puede indicar en primer lugar respecto de los demás. Para minimizar su efecto hipnótico es conveniente comenzar con 25 mg. cada 12 hs. e ir aumentado semanalmente según resultados y efectos colaterales hasta llegar a 100 mg. dos veces por día. Preparados:Gardenal- Luminal- Fenobarbital : todos ellos vienen en comprimidos con 100 mg. de la droga.
c. Bloqueantes (adrenérgicos: El propranolol es la droga con la que existe mayor experiencia. La dosis promedio es de 60 a 120 mg. por día pudiendo llegar hasta un máximo de 300 mg. por día teniendo en cuenta que sus efectos colaterales aumentan con la dosis y que están contraindicados en el EPOC, insuficiencia cardíaca y bradiarritmias cardíacas. Las tomas son de tres a cuatro veces al día salvo los preparados retard que se puede administrar una a dos veces por día. Preparados: Inderal- Propranolol- Propayerst: todos vienen en comprimidos de 40 y 80 mg. Propalong:es un preparado retard y se presenta en comprimidos de 40. 60 y 120 mg.
d. Primidona: al metabolizarse en el organismo origina fenobarbital y algún otro compuesto activo que lo hacen más efectivo que el barbitúrico. Con frecuencia produce náuseas o vómitos y ataxia por lo que se debe usar dosis menores que en la epilepsia. Se comienza con 125 mg. dos veces por día. A los siete días se aumenta a 125 mg. tres por día llegando a una dosis máxima de 750 mg. siempre dividido en tres dosis. Para evitar sumación de efectos depresores sobre el encéfalo, al indicar este medicamento, es conveniente suprimir el fenobarbital.