Revista de Posgrado de la Cátedra VIa Medicina N° 104 - Mayo/2001
Página: 24-25
 

ENVEJECIMIENTO CARDIOVASCULAR
Prof. Dr. Miguel H. Ramos





ALTERACIONES EN EL ENVEJECIMIENTO
    Tanto en animales como en el ser humano las alteraciones que se presentan con el envejecimiento son (1):

  1. Relajación prolongada del ventrículo izquierdo (VI).
  2. Aumento de la rigidez del sistema arterial.
  3. Respuesta disminuida a la estimulación beta adrenérgica.


Relajación prolongada VI
    En modelos animales se ha observado que la prolongación del tiempo de relajación diastólica del VI, estaría originada por una disminución de la captación de calcio por el retículo sarcoplásmico y a una entrada prolongada de este ión durante la despolarización. La captación activa de calcio en el interior del retículo sacoplásmico inicia la relajación, como en el miocardio envejecido esta se halla enlentecida, la contracción miocárdica se halla prolongada lo que disminuye la velocidad de relajación. Facilitan esta alteración la vida sedentaria y el aumento de la rigidez vascular. Los animales entrenados de mayor edad, mejoran la captación de calcio.
    En el ser humano el grosor de la pared y la masa del VI aumentan, en la ecografía, de manera lineal con la edad, posiblemente porque la poscarga también lo hace al aumentar la rigidez aórtica.
    El llenado diastólico del VI disminuye de manera lineal con la edad, tanto en reposo como durante el ejercicio. La disminución es del 6 al 7 % por cada década de vida.
    Contribuyen a reducir el llenado VI el aumento de la poscarga, debido al endurecimiento de las arterias centrales con la edad, un incremento en el grosor de la pared VI y el aumento de la rigidez de esta cavidad, así como la alteración regional segmentaria del llenado VI.
    Es importante aclarar que si bien se modifica la función diastólica cardíaca, la función sistólica en reposo no se modifica en los ancianos, si durante el esfuerzo máximo. La disfunción diastólica en los ancianos se compensa por la Ley de Frank-Starling por lo que la función de bomba se halla normal en reposo.
    Diagnóstico. El diagnóstico de relajación prolongada del VI en el hombre se puede realizar con estudio doppler y angiografía radioisotópica.
    El patrón normal de llenado VI por Doppler tiene un pico E con una velocidad de hasta un metro por segundo que corresponde al llenado ventricular rápido y un pico A que no supera un tercio del pico E y que corresponde al momento de la contracción auricular (E>A). El envejecimiento invierte estas velocidades dando origen al patrón de relajación prolongada del VI en donde la onda o pico A es de mayor velocidad que la onda E (E<A). Este patrón no se modifica en ancianos con el ejercicio físico (2) pero en modelos animales expuestos a mayor actividad física se comprobó que mejora la captación de calcio por el retículo sarcoplásmico mejorando la relajación ventricular (1).

Aumento de la rigidez vascular
    Tanto en modelos animales como en el hombre el envejecimiento produce alteraciones de la composición y distribución de la elástica y el colágeno arterial que explican la rigidez o menor distensibilidad del sistema arterial (carga pulsátil) y el incremento en la resistencia vascular periférica (carga no pulsátil). Hay un aumento del grosor de la íntima y la media de las grandes arterias con pérdida de las fibras elásticas.
    La menor elasticidad de los vasos sanguíneos aumenta la presión sistólica y reduce la presión diastólica.
    Diagnóstico. El diagnóstico de aumento de la rigidez vascular se puede realizar en forma incruenta estudiando la velocidad de la onda de pulso. Una de las técnicas de medición es por Doppler, con dos transductores uno localizado en el nacimiento de la arteria subclavia y el otro en aorta abdominal, se divide la distancia entre ambas arterias por el tiempo que tarda en llegar la onda de pulso desde la subclavia a la aorta. La velocidad de la onda de pulso aumenta con la mayor rigidez vascular.
    Los datos preliminares en el Cardiovascular Health Study, revelan que la velocidad de la onda de pulso aumentó con la edad (3). Aproximadamente el rango de velocidades va desde los 4 a 5 m/seg. en jóvenes a los 10 m/seg. en ancianos (6)
    El incremento en la rigidez arterial y en la poscarga con el envejecimiento puede obedecer en parte, a los hábitos de vida más sedentarios de las personas mayores. La velocidad en la onda de pulso es significativamente menor entre los viejos deportistas, se asemejan a la de los ,jóvenes sanos, que entre los sujetos coetáneos que llevan una vida sedentaria. Mejorando la capacidad aeróbica con el ejercicio se puede mitigar la rigidez arterial que acompaña a los ancianos sanos (5).

Respuesta disminuida a la estimulación B adrenérgica
    Un rasgo de envejecimiento en modelos animales es el descenso de la respuesta cronotropa e inotropa a las catecolaminas . Este fenómeno se debería a un defecto específico de las catecolaminas para aumentar el calcio de las miofibrillas. Esto explicaría la baja frecuencia cardíaca en ancianos, tanto en reposo como con el ejercicio encontrada en un estudio de 200 personas sanas, con una vida bastante sedentaria, perteneciente al Baltimore Longitudinal Study on Aging (1).
    En el ser humano el balance entre las actividades simpáticas y parasimpáticas cumplen un rol fundamental en la regulación de la frecuencia cardíaca. Existen diversos tipos de receptores nerviosos (baro y presoreceptores) que son modulados por centros nerviosos superiores y desencadenan respuestas bradi y taquicardizantes a través de los nervios de Hering y Cyon (4). El anciano tiene disminuida la respuesta a la estimulación adrenérgica y esta no se debería a una disminución de la síntesis de las mismas con la edad ni a la disminución en el número de receptores, si no más bien a una disminución de la afinidad de estos receptores a las catecolamínas.
    Diagnóstico: Una de las consecuencias de la respuesta disminuida a la estimulación B adrenérgica es la bradicardia sinusal, por intermedio de la palpación del pulso arterial se puede diagnosticar bradicardia y se confirma su origen sinusal por medio del electrocardiograma. La disminución de la frecuencia cardíaca ocurre en ancianos tanto en reposo como con el esfuerzo máximo, llegando la reducción de la frecuencia cardíaca aproximadamente al 25 % durante el esfuerzo máximo (1).
 

INCOGNITAS A RESOLVER
    Las alteraciones provocadas por el envejecimiento son propias del mismo o son debidas a la vida sedentaria.
    Debido a que las personas mayores tienen una vida cada vez más sedentaria no es fácil determinar si los cambios cardiovasculares dependen del propio envejecimiento o de los hábitos sedentarios. No todas las alteraciones cardiovasculares originadas por el envejecimiento son progresivas e irreversibles.
    De las tres alteraciones que ocurren por el envejecimiento, la que depende con mayor fuerza de los hábitos de vida es el aumento de la rigidez vascular. La importancia de este concepto es que las modificaciones de los hábitos de vida pueden retrasar el envejecimiento cardiovascular.
    En este sentido la mayoría acepta que para mejorar la aptitud física se requiere de cuando menos 20 minutos de ejercicio aeróbico tres veces a la semana conservando la frecuencia cardíaca en un 60 a 80 % de su máximo para la edad de la persona. Un cálculo rápido de la frecuencia cardíaca máxima es de 220 menos la edad. Es probable que caminar sea la forma más barata y sencilla de ejercicio (7).
    Si bien la función cardíaca en reposo no disminuye con la edad, las alteraciones que se observan en el envejecimiento modifican los mecanismos de compensación del corazón frente a las enfermedades, facilitando la aparición de insuficiencia cardíaca.
 

BIBLIOGRAFIA

  1. Schulman SP. Consecuencias cardiovasculares del envejecimiento. En : Clínicas Cardiológicas de Norteamerica. Enfermedades cardiovasculares en el anciano. México: McGraw-Hill Interamericana, 1999 :Volumen1 :37-53
  2. Feigenbaum H. Ecocardiografia 5a. edición. Buenos Aires : Editorial medica Panamericana, 1994 :194-195.
  3. Lewis H, Kuller AB, Kim Sutton-Tyrrell. El envejecimiento y la enfermedad cardiovascular uso de los índices subclínicos. En : Clínicas Cardiológicas de Norteamerica. Enfermedades cardiovasculares en el anciano. México: McGraw-Hill Interamericana, 1999 :Volumen1 :55-71
  4. Elizari MV, Chiale PA y Col. Arritmias Cardíacas bases celulares y moleculares, diagnóstico y tratamiento. Buenos Aires : Propulsora Literaria SRL, 1999 : 174
  5. Vaitkevicius PV, Fleg JL, Engel JH and col. Effects of age and aerobic capacity on arterial stiffness in healthy adults. Circulation 1993 Oct ;88(4 Pt 1): 1456-62
  6. Avolio Ap, Fa-Quen D, Wei-Quiang, and col : Effects of aging on arterial distensibility in populations wiht high and low prevalence of hypertension : comparison between urban and rural communities in China. Circulation 71 :202-210.
  7. Forciea MA, Lavizzo-Mourey R. Secretos de la geriatría. México : Mcgraw-Hill Interamericana :1999:78-83
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