EMBARAZO
EN LA ADOLESCENCIA
Prof. Dr. Juan R. Issler
CONCEPTOS GENERALES
La OMS define como
adolescencia
al "período de la vida en el cual el individuo adquiere la capacidad
reproductiva, transita los patrones psicológicos de la niñez
a la adultez y consolida la independencia socio – económica"
y fija sus límites entre los 10 y 20 años.
Es considerada como
un periodo de la vida libre de problemas de salud pero, desde el punto
de vista de los cuidados de la salud reproductiva, el adolescente es, en
muchos aspectos, un caso especial
En muchos países,
los adolescentes llegan a representar del 20 al 25% de su población.
En 1980 en el mundo habían 856 millones de adolescentes y se estima
que en el 2000 llegarán a 1,1 millones. La actividad sexual de los
adolescentes va en aumento en todo el mundo, incrementando la incidencia
de partos en mujeres menores de 20 años.
Por los matices según
las diferentes edades, a la adolescencia se la puede dividir en tres etapas:
1. – Adolescencia Temprana (10 a
13 años)
Biológicamente,
es el periodo peripuberal, con grandes cambios corporales y funcionales
como la menarca.
Psicológicamente
el adolescente comienza a perder interés por los padres e inicia
amistades básicamente con individuos del mismo sexo.
Intelectualmente aumentan
sus habilidades cognitivas y sus fantasías; no controla sus impulsos
y se plantea metas vocacionales irreales.
Personalmente se preocupa
mucho por sus cambios corporales con grandes incertidumbres por su apariencia
física.
2. – Adolescencia media (14 a 16
años)
Es la adolescencia
propiamente dicha; cuando ha completado prácticamente su crecimiento
y desarrollo somático.
Psicológicamente
es el período de máxima relación con sus pares, compartiendo
valores propios y conflictos con sus padres.
Para muchos, es la
edad promedio de inicio de experiencia y actividad sexual; se sienten invulnerables
y asumen conductas omnipotentes casi siempre generadoras de riesgo.
Muy preocupados por
apariencia física, pretenden poseer un cuerpo más atractivo
y se manifiestan fascinados con la moda.
3. – Adolescencia tardía (17
a 19 años)
Casi no se presentan
cambios físicos y aceptan su imagen corporal; se acercan nuevamente
a sus padres y sus valores presentan una perspectiva más adulta;
adquieren mayor importancia las relaciones íntimas y el grupo de
pares va perdiendo jerarquía; desarrollan su propio sistema de valores
con metas vocacionales reales.
Es importante conocer
las características de estas etapas de la adolescencia, por las
que todos pasan con sus variaciones individuales y culturales, para interpretar
actitudes y comprender a los adolescentes especialmente durante un embarazo
sabiendo que: "una adolescente que se embaraza se comportará
como corresponde al momento de la vida que está transitando, sin
madurar a etapas posteriores por el simple hecho de estar embarazada;
son adolescentes embarazadas y no embarazadas muy jóvenes".
EMBARAZO EN LA
ADOLESCENCIA
Se lo define como:
"el
que ocurre dentro de los dos años de edad ginecológica, entendiéndose
por tal al tiempo transcurrido desde la menarca, y/o cuando la adolescente
es aún dependiente de su núcleo familiar de origen".
La "tasa de fecundidad
adolescente (TFA)" ha ido disminuyendo desde los años 50 pero
en forma menos marcada que la "tasa de fecundidad general (TFG)",
condicionando un aumento en el porcentaje de hijos de madres adolescentes
sobre el total de nacimientos. En 1958 era del 11,2%; en 1980 del 13,3%;
en 1990 del 14,2%; en 1993 del 15%. Este último porcentaje se traduce
en 120.000 nacidos vivos de mujeres menores de 20 años.
La fecundidad adolescente
es más alta en países en desarrollo y entre clases sociales
menos favorecidas, haciendo pensar que se trata de un fenómeno transitorio
porque, de mejorarse las condiciones, ella podría descender.
Para otros investigadores,
la disminución de las tasas de fecundidad adolescente está
cada vez más lejos, ya que el deterioro de las condiciones socioeconómicas
globales hace que se dude sobre la posibilidad de que la mayoría
de los países realicen mayores inversiones en sus sistemas educacionales
y de salud, para alcanzar la cobertura que el problema demanda.
EE.UU es el país
industrializado con mayor tasa de embarazadas adolescentes, con una tasa
estable del 11,1% en la década de los ´80.
Canadá, España,
Francia, Reino Unido y Suecia, han presentado un acusado descenso de embarazos
en adolescentes, coincidiendo con el aumento en el uso de los contraceptivos.
En España, en
1950, la tasa de recién nacidos de madres entre 15 y 19 años
era del 7,45/1000 mujeres; en 1965 llegaba al 9,53; en 1975 alcanzaba el
21,72, para llegar al 27,14 en 1979. Descendió, en 1980, al 18/1.000
mujeres y al 11 en 1991. Los últimos datos hablan de un 35,49/1000
mujeres en 1994, descendiendo al 32,98 en 1995 y al 30,81 en 1996.
Según el Ministerio
de Sanidad y Consumo español, el 12% de las jóvenes con edades
entre 14 y 15 años, han mantenido relaciones sexuales alguna vez,
lo que significa 160.000 en números absolutos, previéndose
que alcanzarán 400.000. Deben tenerse en cuenta, además de
los nacimientos de madres adolescentes y el porcentaje de adolescentes
sexualmente activas, los más de 6.000 abortos ocurridos en mujeres
entre los 14 y 19 años por lo que, el supuesto descenso de la tasa
de embarazadas adolescentes, no lo fue tanto.
En España, a
partir de los años ´80, se ha registrado un incremento en
el uso de contraceptivos y preservativos comercializándose, en 1993,
unos 40 millones de preservativos, equivalente a la media más alta
de los países de la Comunidad Europea (3,5 preservativos por habitante).
Actualmente es imposible conocer el número de adolescentes que abortan.
Sólo 2/3 de los embarazos de adolescentes llegan al nacimiento de
un hijo; de los nacidos, un 4% son dados en adopción y un 50% permanecen
en hogar de madre soltera. Un 8% de las adolescentes embarazadas abortan
y un 33% permanece soltera durante el embarazo.
En nuestro país
no es esa la tendencia, con una mayoría importante que se mantiene
soltera, en la que prevalece la "unión estable", aunque la
incidencia del aborto en las adolescentes no ofrezca credibilidad razonable
por el importante subregistro que podría llegar a un aborto registrado
por otro no registrado.
Ya se dijo que la proporción
de jóvenes que han iniciado relaciones sexuales va en aumento y
que la edad de inicio está disminuyendo, pero la capacidad para
evitar el embarazo no acompaña a este comportamiento.
En Buenos Aires, en
una encuesta realizada a una población estudiantil en 1995, se observó
que la edad promedio de inicio de relaciones sexuales, fue de 14,9 años
para varones y 15,7 años para mujeres, variando la proporción
según el tipo de escuela a la que asistían (religiosa, laica,
laica de sectores populares). El 95% de los adolescentes de la encuesta
manifestó tener información sobre cómo evitar el embarazo.
Un 70% de los que mantenían relaciones sexuales utilizaban algún
método efectivo para evitar el embarazo en la primera relación,
disminuyendo ese porcentaje en las siguientes relaciones, siendo el preservativo
el método más utilizado. Además, el consenso social
sobre la maternidad adolescente se ha ido modificando con los años
y los cambios sociales que los acompañan.
El embarazo en las
adolescentes se ha convertido en seria preocupación para varios
sectores sociales desde hacen ya unos 30 años. Para la salud, por
la mayor incidencia de resultados desfavorables o por las implicancias
del aborto. En lo psicosocial, por las consecuencias adversas que el hecho
tiene sobre la adolescente y sus familiares.
Cuando la adolescente
se embaraza inicia un complejo proceso de toma de decisiones y, hasta decidirse
por uno, aparece siempre el aborto a veces como un supuesto más
teórico que real.
En 1985, en EE.UU,
el aborto alcanzó el 42%; los matrimonios disminuyeron del 51% al
36%. Hoy, la tendencia es de un aumento de los abortos y disminución
de matrimonios, aunque no siempre las decisiones de las adolescentes son
conocidas (abortos o adopción).
En España, la
cifra del 12% de abortos en general es baja pero la interrupción
del embarazo en jóvenes es de las más altas. Los nacimientos
en adolescentes descendieron en un 32% en los últimos 4 años,
pero los embarazos sólo disminuyeron en un 18%. La diferencia entre
las tasas está dada por los abortos.
Salvo que el tener
un hijo forme parte de un proyecto de vida de una pareja de adolescentes,
el embarazo en ellos es considerado como una situación problemática
por los sectores involucrados pero, si se considera al embarazo en la adolescente
como un
"problema", ello limita su análisis. En todo caso,
esta "problematización" se aplicaría a algunas subculturas
o a algunos estratos sociales, pero no a todos los embarazos en adolescentes.
Además, el considerarlo un "proble-ma", exige aplicar terapéuticas
que aporten soluciones sin permitir implementar acciones preventivas adecuadas.
Por ello es conveniente encuadrarlo dentro del marco de la "salud
integral del adolescente". Esto permite abarcar todos los embarazos
que ocurran a esta edad; adecuar las acciones preventivas dentro de la
promoción de la salud; brindar asistencia integral a cada madre
adolescente, a sus hijos y parejas y aportar elementos para el desarrollo
de las potencialidades de los adolescentes.
Por todo ello, el embarazo
en adolescentes necesita un abordaje integral biopsicosocial por un equipo
interdisciplinario capacitado en la atención de adolescentes y en
este aspecto específico de la maternidad – paternidad.
CONSIDERACIONES
PSICOSOCIALES PARA EL AUMENTO DE LOS EMBARAZOS EN ADOLESCENTES
El comportamiento sexual
humano es variable y depende de las normas culturales y sociales especialmente
en la adolescencia, pudiendo clasificar a las sociedades humanas de la
siguiente manera:
a. – Sociedad Represiva: niega la sexualidad, considerando al sexo como un área peligrosa en la conducta humana. Considera una virtud la sexualidad inactiva, aceptándola sólo con fines procreativos. Las manifestaciones de la sexualidad pasan a ser fuentes de temor, angustia y culpa, enfatizando y fomentando la castidad prematrimonial.Así se considera que el embarazo en adolescentes es un fenómeno causado por múltiples factores, principalmente de orden psicosocial, ocurriendo en todos los estratos sociales sin tener las misma características en todos ellos, por lo que importan las siguientes consideraciones:
b. – Sociedad Restrictiva: tiene tendencia a limitar la sexualidad, separando tempranamente a los niños por su sexo. Se aconseja la castidad prematrimonial, otorgando al varón cierta libertad. Presenta ambivalencia respecto al sexo, siendo la más común de las sociedades en el mundo.
c. – Sociedad Permisiva: tolera ampliamente la sexualidad, con algunas prohibiciones formales (la homosexualidad). Permite las relaciones sexuales entre adolescentes y el sexo prematrimonial. Es un tipo social común en países desarrollados.
d. – Sociedad Alentadora: para la cual el sexo es importante y vital para la felicidad, considerando que el inicio precoz del desarrollo de la sexualidad favorece una sana maduración del individuo. La pubertad es celebrada con rituales religiosos y con instrucción sexual formal. La insatisfacción sexual no se tolera y hasta es causal de separación de pareja. Son sociedades frecuentes en Africa ecuatorial, la Polinesia y algunas islas del Pacífico.
1. – Estratos medio y alto: la mayoría de las adolescentes que quedan embarazada interrumpen la gestación voluntariamente.Conocer los factores predisponentes y determinantes del embarazo en adolescentes, permite detectar las jóvenes en riesgo para así extremar la prevención. Además, las razones que impulsan a una adolescente a continuar el embarazo hasta el nacimiento, pueden ser las mismas que la llevaron a embarazarse.
2. – Estratos más bajos: donde existe mayor tolerancia del medio a la maternidad adolescente, es más común que tengan su hijo.
A. – FACTORES PREDISPONENTES
1. – Menarca Temprana: otorga
madurez reproductiva cuando aún no maneja las situaciones de riesgo.
2. – Inicio Precoz De Relaciones
Sexuales: cuando aun no existe la madurez emocional necesaria para
implementar una adecuada prevención.
3. – Familia Disfuncional:
uniparentales o con conductas promiscuas, que ponen de manifiesto la necesidad
de protección de una familia continente, con buen diálogo
padres – hijos. Su ausencia genera carencias afectivas que la joven no
sabe resolver, impulsándola a relaciones sexuales que tiene mucho
más de sometimiento para recibir afecto, que genuino vínculo
de amor.
4. – Mayor Tolerancia Del Medio
A La Maternidad Adolescente Y / O Sola
5. – Bajo Nivel Educativo:
con desinterés general. Cuando hay un proyecto de vida que prioriza
alcanzar un determinado nivel educativo y posponer la maternidad para la
edad adulta, es más probable que la joven, aún teniendo relaciones
sexuales, adopte una prevención efectiva del embarazo.
6. – Migraciones Recientes:
con pérdida del vínculo familiar. Ocurre con el traslado
de las jóvenes a las ciudades en busca de trabajo y aún con
motivo de estudios superiores.
7. – Pensamientos Mágico:
propios de esta etapa de la vida, que las lleva a creer que no se embarazarán
porque no lo desean.
8. – Fantasías De Esterilidad:
comienzan sus relaciones sexuales sin cuidados y, como no se embarazan
por casualidad, piensan que son estériles.
9. – Falta O Distorsión De
La Información: es común que entre adolescentes circulen
"mitos" como: sólo se embaraza si tiene orgasmo, o cuando se es
más grande, o cuando lo hace con la menstruación, o cuando
no hay penetración completa, etc.
10. – Controversias Entre Su Sistema
De Valores Y El De Sus Padres: cuando en la familia hay una severa
censura hacia las relaciones sexuales entre adolescentes, muchas veces
los jóvenes las tienen por rebeldía y, a la vez, como una
forma de negarse a sí mismos que tiene relaciones no implementan
medidas anticonceptivas.
11. - Aumento en número de
adolescentes: alcanzando el 50% de la población femenina.
12. - Factores socioculturales:
la evidencia del cambio de costumbres derivado de una nueva libertad sexual,
que
se da por igual en los diferentes niveles socioeconómicos.
d. – Menor temor a enfermedades venéreas.
B. – FACTORES DETERMINANTES
1. – Relaciones Sin AnticoncepciónASPECTOS PSICOSOACIALES DEL EMBARAZO EN LAS ADOLESCENTES
2. – Abuso Sexual
3. – Violación
B. – ACTITUDES HACIA LA MATERNIDAD
El embarazo en la adolescente
es una crisis que se sobreimpone a la crisis de la adolescencia. Comprende
profundos cambios somáticos y psicosociales con incremento de la
emotividad y acentuación de conflictos no resueltos anteriormente.
Generalmente no es
planificado, por lo que la adolescente puede adoptar diferentes actitudes
que dependerán de su historia personal, del contexto familiar y
social pero mayormente de la etapa de la adolescencia en que se encuentre.
En la adolescencia
temprana, con menos de 14 años, el impacto del embarazo
se suma al del desarrollo puberal. Se exacerban los temores por los dolores
del parto; se preocupan más por sus necesidades personales que no
piensan en el embarazo como un hecho que las transformará en madres.
Si, como muchas veces ocurre, es un embarazo por abuso sexual, la situación
se complica mucho más. Se vuelven muy dependientes de su propia
madre, sin lugar para una pareja aunque ella exista realmente. No identifican
a su hijo como un ser independiente de ellas y no asumen su crianza, la
que queda a cargo de los abuelos.
En la adolescencia
media, entre los 14 y 16 años, como ya tiene establecida
la identidad del género, el embarazo se relaciona con la expresión
del erotismo, manifestado en la vestimenta que suelen usar, exibiendo su
abdomen gestante en el límite del exhibicionismo. Es muy
común que
"dramaticen" la experiencia corporal y emocional,
haciéndola sentirse posesiva del feto, utilizado como "poderoso
instrumento" que le afirme su independencia de los padres. Frecuentemente
oscilan entre la euforia y la depresión. Temen los dolores del parto
pero también temen por la salud del hijo, adoptando actitudes de
autocuidado hacia su salud y la de su hijo. Con buen apoyo familiar y del
equipo de salud podrán desempeñar un rol maternal, siendo
muy importante para ellas la presencia de un compañero. Si el padre
del bebé la abandona, es frecuente que inmediátamente constituya
otra pareja aún durante el embarazo.
En la adolescencia
tardía, luego de los 18 años, es frecuente que el
embarazo sea el elemento que faltaba para consolidar su identidad y formalizar
una pareja jugando, muchas de ellas, el papel de madre joven. La crianza
del hijo por lo general no tiene muchos inconvenientes.
En resumen, la actitud
de una adolescente embarazada frente a la maternidad y a la crianza de
su hijo, estará muy influenciada por la etapa de su vida por la
que transita y, si es realmente una adolescente aún, necesitará
mucha ayuda del equipo de salud, abordando el tema desde un ángulo
interdisciplinario durante todo el proceso, incluso el seguimiento y crianza
de su hijo durante sus primeros años de vida.
C. – EL PADRE ADOLESCENTE
Si la adolescente no
está preparada para ser madre, menos lo estará el varón
para ser padre especialmente porque, en la cultura en que se da la maternidad
adolescente, es muy común que el varón se desligue de su
papel y las descendencias pasan a ser criadas y orientadas por mujeres.
Esta exclusión
del varón provoca en él sentimiento de aislamiento, agravados
por juicios desvalorizadores por parte de su familia o amistades ("con
qué lo vas a mantener", "seguro que no es tuyo", etc.) que precipitarán
su aislamiento si es que habían dudas.
Al recibir la noticia
de su paternidad, el varón se enfrenta a todos sus mandatos personales,
sociales y a sus carencias, exacerbándose todo ello por altruismo,
lealtad, etc. como también por su dependencia económica y
afectiva. Por ello, busca trabajo para mantener su familia, y abandona
sus estudios, postergando sus proyectos a largo plazo y confunde los de
mediano con los de corto plazo, comenzando a vivir las urgencias. A todo
esto se agrega el hecho de que la adolescente embarazada le requiere y
demanda su atención, cuando él se encuentra urgido por la
necesidad de procuración.
En la necesidad de
plantearse una independencia frente a su pareja y la familia de ésta,
siente que se desdibuja su rol, responsabilizándolo de la situación,
objetando su capacidad de "ser padre".
Se enfrenta a carencias
por su baja capacitación a esa edad y escolaridad muchas veces insuficiente
para acceder a trabajos de buena calidad y bien remunerados. Ello lo obliga
a ser "adoptado" como un miembro más (hijo) de su familia
política, o ser reubicado en su propia familia como hijo – padre.
Esta situación
de indefensión hace confusa la relación con su pareja, por
su propia confusión, lo que le genera angustia. Por ello es que
el equipo de salud deberá trabajar con el padre adolescente, estimulando
su compromiso con la situación, o bien posibilitando una separación
que no parezca "huida".
D. – CONSECUENCIAS DE LA MATERNIDAD
– PATERNIDAD ADOLESCENTE
A las consecuencias
biológicas por condiciones desfavorables, se agregan las psicosociales
de la maternidad – paternidad en la segunda década de la vida.
1. – Consecuencias Para La Adolescente
Es frecuente el abandono
de los estudios al confirmarse el embarazo o al momento de criar al hijo,
lo que reduce sus futuras chances de lograr buenos empleos y sus posibilidades
de realización personal al no cursar carreras de su elección.
También le será muy difícil lograr empleos permanentes
con beneficios sociales.
Las parejas adolescentes
se caracterizan por ser de menor duración y más inestables,
lo que suele magnificarse por la presencia del hijo, ya que muchas se formalizan
forzadamente por esa situación.
En estratos sociales
de mediano o alto poder adquisitivo, la adolescente embarazada suele ser
objeto de discriminación por su grupo de pertenencia.
Las adolescentes que
son madres tienden a tener un mayor número de hijos con intervalos
intergenésicos más cortos, eternizando el círculo
de la pobreza.
2. – Consecuencias Para El Hijo
De La Madre Adolescente
Tienen un mayor riesgo
de bajo peso al nacer, dependiendo de las circunstancias en que se haya
desarrollado la gestación. También se ha reportado una mayor
incidencia de
"muerte súbita".
Tienen un mayor riesgo
de sufrir abuso físico, negligencia en sus cuidados, desnutrición
y retardo del desarrollo físico y emocional.
Muy pocos acceden a
beneficios sociales, especialmente para el cuidado de su salud, por su
condición de "extramatrimoniales" o porque sus padres no
tienen trabajo que cuenten con ellos.
3. – Consecuencias Para El Padre
Adolescente
Es frecuente la deserción
escolar para absorber la mantención de su familia. También
es común que tengan peores trabajos y de menor remuneración
que sus padres, sometidos a un stress inadecuado a su edad. en general,
todo ello condiciona trastornos emocionales que dificultan el ejercicio
de una paternidad feliz.
ENFOQUE DE RIESGO
PARA LA ATENCION DE LA ADOLESCENTE EMBARAZADA
La primera pregunta
a responder es si se considera a las adolescentes gestantes como de alto
riesgo obstétrico y perinatal. La segunda pregunta
es cómo separar a las adolescentes que son de alto riesgo de las
que no lo son. Una tercera pregunta es saber cuáles
son esos factores predictores y si son biológicos o psicosociales.
La cuarta pregunta es saber si es posible aplicar modelos
de atención simples que permitan aplicar los factores predictores
de riesgo y concentrar los recursos de mayor complejidad y de mayores costos
en las adoelscentes más necesitadas.
Para aplicar un modelo
de atención basado en factores de riesgo obstétrico y perinatal,
conviene dividir a las adolescentes embarazadas en 3 grupos: de alto riesgo,
de mediano riesgo y de riesgo corriente o no detectable.
A. – GRUPO DE ALTO RIESGO OBSTETRICO Y PERINATAL
ENFOQUE DE SALUD
SEXUAL Y REPRODUCTIVA DEL ADOLESCENTE
Para aplicar este enfoque
es necesario desarrollar actividades y acciones integrales y coordinadas
que abarquen el programa destinado a resolver los fenómenos y problemas
del Crecimiento y Desarrollo normal y sus derivaciones, relacionados con
la evolución del proceso endocrinológico sexual y mental
del adolescente, la femineidad y su entorno social.
Las actividades del
programa se dividen en 5 periodos según el momento de la aplicación
de las acciones, incluyendo aspectos obstétricos y no obstétricos,
siendo éstos los más complejos de aplicar, pero indispensables
para lograr buen impacto en los niveles de salud materna y perinatal y
el ejercicio de una salud Sexual y Reproductiva en adolescentes.
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Ingresa a 1° nivel | Atención sólo en 1° nivel con parto hospitalario por profesionales | Atención combinada entre 1er y 2° nivel senormas | |
Referencia inmediata a 2° nivel | Mayor concentración | ||
Estricta coordinación entre diferentes niveles | Actividad 1° nivel | ||
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Periodo fetal e infantil
(desde inicio de vida fetal hasta comienzo
pubertad)
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Diagn.
Genético
Consej. Genética Estudios Prenatales Ginecol. Urológ. RN Ginecol. Infantil |
Diagn.
precoz
Educación Educación a padres Educación a padres Educación a padres |
Control
de patologías
Educación Diagn. precoz Diagn. precoz Diagn. precoz
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CONTROL DEL EMBARAZO
DE LA ADOLESCENTE
En Francia, entre el
5 y el 10% de los embarazos en adolescentes, son desconocidos hasta el
parto y el seguimiento del 20 a 30% es deficiente o nulo.
En EE.UU, la primera
visita, por lo general ocurre hacia las 16,2 semanas en las adolescentes
y de las 12,6 semanas en la mujer mayor siendo nulo el seguimiento entre
un 2 a 3%, aumentando con la edad alcanzando un 56,6% entre los 18 y 19
años.
En Salamanca España,
el 45,6% de las gestantes adolescentes son controladas en el Servicio de
Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Clínico
de dicha ciudad, un 45,64% lo son fuera de él, y un 11,7% no son
controladas. Se controlan el 11,65% de las adolescentes gestantes entre
14 y 16 años y un 88,35% de las gestantes entre 17 y 19 años.
Al parecer, el número total de controles no supera los 4 en todo
el embarazo.
Los problemas que se
pueden presentar en los controles prenatales, se los puede agrupar en trimestres.
A. – PRIMER TRIMESTRE
1. – Trastornos Digestivos
En 1/3 de las gestantes
adolescentes se presentan vómitos, proporción bastante semejante
a la población de adultas. En algunas circunstancias pueden colaborar
otros factores como la gestación no deseada. Un trabajo nigeriano
al respecto informa que los vómitos se ocurrieron en el 83,3% de
controladas y el 86% de no controladas.
2. – Metrorragias
Ocurre en un 16,9%
de las adolescentes en uy en un 5,7% de las adultas.
3. – Abortos Espontáneos
Leroy y Brams detectaron
un 28,2% de abortos espontáneos en las adolescentes.
4. – Embarazos Extrauterinos
Según Aumerman
ocurren en el 0,5% de las gestantes embarazadas y en el 1,5% de las adultas.
B. – SEGUNDO Y TERCER TRIMESTRE
1. – Anemia
Especialmente en sectores
de bajo nivel social y cultural. El déficit nutricional condiciona
la anemia ferropénica, problema que comenzó a ser estudiado
por Wallace en 1965. Tejerizo encuentra un 16,99% de anemias en las adolescentes
gestantes y un 3,97% en las adultas. En el Hospital Universitario Clínico
de Salamanca se encontró un 53,8% de anemias ferropénicas
en adolescentes. En un estudio sobre 340 adolescentes embarazadas, se encontró
13,5% de anemias en las controladas y 68% en las no controladas. Son varios
los autores (Berardi, García Hernández entre otros) que relacionan
francamente la anemia ferropénica con la influencia del factor socioeconómico.
2. – Infecciones Urinarias
Hay discrepancias respecto
de si es o no más frecuente esta complicación en la adolescente
embarazada. Al parecer habría un discreto aumento de la frecuencia
entre las de 14 años pudiendo alcanzar, para algunos autores, un
23,1%.
3. – Amenaza De Parto Pretérmino
Afecta aproximadamente
al 11,42% de las gestantes embarazadas y, para algunos autores, no es diferente
al porcentaje de las mujeres adultas. No obstante, la adolescencia en sí,
es un factor de riesgo para esta complicación.
4. – Hipertensión Arterial
Gravídica
Complicación
que se presenta entre le 13 y 20% de las adolescentes gestantes, posiblemente
es mayor el porcentaje entre las gestantes menores de 15 años, notándose
una sensible disminución en la frecuencia de la eclampsia (0,10
a 0,58%), dependiendo en gran medida de la procedencia de la gestante,
su nivel social y de la realización de los controles prenatales.
En algunos países del 3er mundo puede alcanzar un 18,2% de preeclampsias
y un 5% de eclampsias. Para algunos autores, esta incidencia es doble entre
las primigrávidas entre 12 y 16 años.
5. – Mortalidad Fetal
No parece haber diferencias
significativas entre las adolescentes y las adultas.
6. – Parto Prematuro
Es más frecuente
en las adolescentes, con una media de menos una semana respecto de las
adultas, cubriendo todas sus necesidades (nutritivas, médicas, sociales,
psicológicas). En el Hospital Universitario Clínico de Salamanca,
la incidencia del parto pretérmino alcanza el 9%.
7. – Crecimiento Intrauterino Retardado
Quizás por inmadurez
biológica materna, y el riesgo aumenta por condiciones socioeconómicas
adversas (malnutrición) o por alguna complicación médica
(toxemia). El bajo peso al nacer se asocia al aumento de la morbilidad
perinatal e infantil y al deterioro del desarrollo físico y mental
posterior del niño.
8. – Presentaciones Fetales Distócicas
Las presentaciones
de nalgas afecta del 1,9% al 10% de las adolescentes. Para algunos autores,
al 3%.
9. – Desproporciones Cefalopélvicas
Es muy frecuente en
adolescentes que inician su embarazo antes de que su pelvis alcance la
configuración y tamaño propios de la madurez.
10. Tipo De Parto
En algunas publicaciones
se informa una mayor frecuencia de extracciones fetales vaginales instrumentales
y no tanta cesárea. En el Hospital Universitario Clínico
de Salamanca, la prevalencia de cesáreas en adolescentes es del
18,9%, mientras que en nuestro servicio del Hospital Dr. José Ramón
Vidal de Corrientes Arg., la prevalencia del parto por cesárea es
sensiblemente mayor.
11. – Alumbramiento
Se comunica una frecuencia
del 5,5% de hemorragias del alumbramiento en adolescentes, frente a un
4,8% en las mujeres entre 20 y 24 años. Por lo tanto, la hemorragia
del alumbramiento no es específica del parto de la adolescente.
12. – Otras Complicaciones
La prevalencia del
test
de Sullivan y la curva de glucemia positiva es posible
que ocurra en un 38,4% de las adolescentes gestantes.
RECIEN NACIDO
DE MADRE ADOLESCENTE
A. – PESO
No existen diferencias
significativas con relación a las mujeres adultas, aunque parece
existir entre las menores de 15 años, debiendo diferenciarse claramente
los nacimientos pretérmino de los retardos del crecimiento fetal,
con definidas repercusiones sobre la morbimortalidad perinatal. Entre la
menores de 17 años hay mayor frecuencia de bajos pesos, con una
prevalencia cercana al 14% de RN con menos de 2500 g.
B. – INTERNACION EN NEONATOLOGIA
Los hijos de adolescentes
registran una mayor frecuencia de ingresos a Neonatología sin diferencias
entre las edad de las adolescentes.
C. – MALFORMACIONES
Se informa mayor incidencia
entre hijos de adolescentes menores de 15 años (20%) respecto de
las de mayor edad (4%), siendo los defectos de cierre del tubo neural las
malformaciones más frecuentes, y con un número importante
de retrasos mentales de por vida.
D. – MORTALIDAD PERINATAL
Su índice es
elevado entre las adolescentes, disminuyendo con la edad (39,4% hasta los
16 años y 30,7% entre las mayores de 19 años).
PRONOSTICO
A. – MATERNO
Condicionado por factores
físicos, sociales y psicológicos. El corto intervalo intergenésico
es frecuente con sus consecuencias psicofísicas y sociales. El 50
a 70% abandonan las escuelas durante el embarazo y el 50% no la retoman
más y si lo hacen, no completan su formación. Sólo
un 2% continúan estudios universitarios.
B. – FETAL
Entre un 5 y 9% de
los hijos de adolescentes, son abandonados al nacer.
PREVENCION
A. – PRIMARIA
A realizarse antes
de la actividad sexual.
B. – SECUNDARIA
Dirigida a adolescentes
en actividad sexual que no desean embarazos.
C. – TERCIARIA
Dirigida a adolescentes
embarazadas, para buen control de la gestación en lo médico,
en lo fisiológico y en lo alimenticio, en busca de disminuir las
complicaciones.
ATENCION INTEGRAL
DE LA ADOLESCENTE
A. – EL ENFOQUE DE RIESGO
Estrategia que tiene
en cuenta: factoresprotectores y factores de riesgo psicosociales
para implementar una intervención adecuada y oportuna para evitar
un daño.
a. Factores protectores: son recursos personales o sociales que atenúan o neutralizan el impacto de un daño. Para un adolescente, una familia continente (aunque uniparental), una diálogo fluido con adulto referente, un rendimiento escolar satisfactorio y un grupo de pares con conductas adecuadas, son factores protectores.Hay algunos que son más frecuentes e importantes y que deben ser buscados en la entrevista pudiendo ser divididos en psicosociales y biológicos, aunque siempre se asocian.
b. Factores de riesgo: son características o cualidades de una persona o comunidad unidas a una mayor probabilidad de sufrir daño en salud.
1. Anticipatorio: permitiendo aplicar medidas preventivas.El enfoque de riesgo en la adolescente es muy importante ya que los comportamientos ante la morbimortalidad predominante en la adolescencia comparten la toma de riesgo y hay que investigarlos sistemáticamente, por lo que requiere de un equipo interdisciplinario
2. Integral: abarcando los aspectos biológicos, psicológicos y sociales del individuo.
Factores psicosociales de riesgo
en la adolescente embarazada
Asicronía
madurativa físico – emocional
Baja autoestima Bajo nivel de instrucción Ausencia de interés Pérdida reciente de personas significativas Embarazo por violación o abuso Intento de aborto Propósito de entregar el hijo en adopción Familia disfuncional o ausente, sin adulto referente Trabajo no calificado Pareja ambivalente o ausente Condición económica desfavorable Marginación de su grupo de pertenencia Difícil acceso a los centros de salud |
Factores de riesgo biológico
en la embarazada adolescente
Edad cronológica
<
14 años y / o edad ginecológica < 1 año
Peso < 45 Kg y / o talla < 1,45 m Estado nutricional deficiente Aumento insuficiente de peso para su biotipo y estado preconcepcional Hábitos alimentarios inadecuados en calidad y cantidad Consumo de tóxicos (tabaco, alcohol y otras sustancias) Tatuajes Más de 2 parejas |
B. – LA CONSULTA CON ADOLESCENTES
Debe recordarse que
el embarazo no madura a la adolescente a la adultez, especialmente en los
casos de adolescencia temprana o media y, para ello deberán tenerse
en cuanta algunos elementos:
1. – Características de la
adolescente que las diferencia de la mujer adulta
a. La adolescente tiene poca conciencia de salud, resultándole muy difícil asumir un autocuidado debido a las circunstancias en que ocurrió el embarazo y las dificultades que éste le plantea. No tiene tiempo para pensar que debe concurrir regularmente a la consulta, ni comprende la importancia de los estudios complementarios, interpretándolos como castigo. Por ello hay que explicarle muy cuidadosamente para qué sirven y cómo se los realizarán.2. – Dificultad para el vínculo con el hijo
b. La adolescente no ha elaborado aún la identidad de género: si no puede comprender cabalmente lo que es ser mujer, menos comprenderá el significado de tener un hijo. Puede manifestarse contenta por ello, siendo más una idealización de la maternidad que una visión real de ella.
c. Una característica de la niñez y de la adolescencia temprana y media es el pensamiento mágico, convencimiento de que las cosas vana a ocurrir o no según sus deseos (ej.: "el parto no me va a doler"; "nos vamos a vivir juntos y nos vamos a mantener con lo que él gana"), lo que puede poner en riesgo a la adolescente y/o a su hijo.
d. Tiene temor a los procedimientos invasivos, incluso para los estudios complementarios.
e. Tienen menos información sobre todo el proceso, ya que las vicisitudes del embarazo, parto y crianza no son temas de conversación a esa edad. No han conversado con adultas comparando síntomas, por lo que el médico deberá brindar toda la información lo más clara posible.
a. Tienen dificultades para discriminarse del bebé, estableciendo vínculos simbólicos con él y, cuando esta vinculación las agobia, pueden descuidar al niño e incluso maltratarlo.3. – Perfil deseable del médico para atender adolescentes
b. Priorizan sus necesidades sobre las del niño, ya que ellas son aún demandantes, y no tienen capacidad de contener a su hijo.
c. Toleran muy poco las frustraciones, ya que no comprenden que el bebé no es como ellas quieren que sea, ni hace los que ellas quieren en el momento que quieren. Pueden llegar al enojo con el niño, poniéndolo en riesgo.
a. Tener idoneidad: no solo en perinatología, sino en características biopsicosociales particulares de la adolescencia.4. – Contexto de la maternidad adolescente
b. Saber escuchar: permitir que la adolescente plantee sus dudas y temores, alentándola con preguntas respetuosas. Debe ser buen observador de gestos, y saber contener sus actitudes y entrenarse en el contenido de sus palabras, sin reemplazar al psicólogo.
c. Saber respetar: aceptando los valores de la adolescente cuando difieren de los suyos.
d. Ser capaz de registrar: las diferentes sensaciones que pueden provocar las palabras de la adolescente y tenerlas en cuenta. Algunas veces, las manifestaciones de la adolescente o la misma situación, provoca rechazo, enojo e impotencia que pueden generar, en el médico, actitudes punitvas o paternalistas poco operativas. Si estima que la situación lo supera, deberá buscar ayuda en otro miembro del equipo. Estas situaciones se plantean más intensamente en el parto, especialmente si la adolescente es muy chica o se descontrola, cuando se necesita mayor tolerancia y comprensión, para no provocar daño emocional con secuelas futuras.
a. Embarazo no planificado.5. – Objetivos del equipo de salud
b. Pareja ambivalente o ausente.
c. Familia disfuncional o que, en principio no acepta la situación.
d. Condiciones económicas desfavorables.
e. Escaso espacio social frente al problema, con autoridades escolares que la separan de la institución, empleadores que la despiden y dificultades para constituir una familia.
a. Ayudar a la adolescente a aceptar su embarazo.6. – Estrategias del equipo de salud
b. Fortalecer los vínculos familiares.
c. Conseguir actitudes compresivas en el personal de la institución.
d. Brindar atención perinatal integral.
a. Atención por equipo interdisciplinario (obstetra, obstétrica, psicólogo, asistente social).
b. Participación de la atención al padre y a los familiares cercanos que la adolescente desee.
c. Brindar atención y seguimiento a la familia y al padre del niño en espacio diferente al de la atención prenatal.
d. Trabajar con personal de la institución (médicos residentes, personal de guardia, enfermeras y otros) que intervengan en la atención.
MORTALIDAD
MATERNA EN ADOLESCENTES
En muchos países
en desarrollo es francamente más alta.
Mortalidad materna en adolescentes y no adolescentes
en algunos países, por 100.000 nacidos
vivos
|
|
|
Nigeria
Indonesia Etiopía Egipto Brasil Bangladesh Argentina Argelia |
1.100 1.270 266 108 860 55 205 |
575 436 155 80 479 50 78 |
En América Latina,
la mortalidad materna total y la específica por edades, ha disminuido
en casi todos los países y, en alguno de ellos, ya no puede ser
utilizada como indicador para evaluar el impacto de programas, utilizándose
la auditoría de casos para el análisis de la calidad de atención
en accidentes obstétricos y perinatales.
La prevención
de la mortalidad materna en adolescentes se basa en la detección
precoz de los grupos de mayor riesgo, y adecuado tratamiento de la morbilidad
obstétrica y perinatal, optimizando los recursos. De esta manera,
los riesgos enfermar y morir, no serán un problema de la edad cronológica,
sino de la calidad, cobertura y accesibilidad de los servicios de salud
para las madres adolescentes.
Para la disminución
de la mortalidad materna en la adolescencia, se inicia con la Atención
Primaria de la salud, a través de la Educación Sexual y Anticoncepción
como herramientas de la Promoción para la Salud, todo ello enmarcado
en un programa de Educación, Promoción y Protección
para la Salud de la Adolescente, como política de salud teniendo
en cuenta que los jóvenes aún carecen de representación
gremial y política que defiendan sus derechos, pasando a ser una
baja prioridad en algunas sociedades.
El análisis
de factores de riesgo, se resume a informes intrahospitalarios que muestran
algunos aspectos del riesgo, generalmente asociados a algunas patologías
y no con criterio predictivo aplicado desde la Atención Primaria
de la Salud.
MORBILIDAD OBSTETERICA
EN LAS ADOLESCENTES
En Chile (1991-1997),
se informó que, la morbilidad de las adolescentes entre 10 y 14
años que necesitó internación, correspondía
a accidentes y enfermedades respiratorias y digestivas, representando las
causas gestacionales un 4,1% de los egresos. En el grupo de 15 a 19 años,
la primera causa de hospitalización fue la gestación, alcanzando
el 63,1% de los egresos. La distribución de la morbilidad obstétrica
fue semejante a la de las adultas con mayor frecuencia de estados hipertensivos
y desproporciones fetopélvicas. Llama la atención el impacto
de la desnutrición en las embarazadas adolescentes, llegando a un
19,4% de enflaquecidas al momento del parto y la frecuencia del RN <
2,500 g alcanzó al 15% en ellas, siendo 5 veces superior a la frecuencia
de prematuros en adolescentes de nutrición normal. Este fenómeno
es mucho más grave en comunidades rurales, notándose un 41,4%
de adolescentes de bajo peso al ingreso al control prenatal.
La aplicación
de un programa integral para adolescentes embarazadas, impactará
sensiblemente en la disminución de la morbilidad obstétrica
como ser: infecciones urinarias, preeclampsia y eclampsia, tasa de cesáreas
(salvo < 15 años). Los RCIU y PEG llegan al 15-18%, superiores
a las mujeres adultas. No se ha confirmado la mayor frecuencia de malformados
en embarazadas adolescentes.
En estudios de seguimiento,
se comprobó relación entre mayor frecuencia de patologías
de salud mental y desestructuración familiar, abandono de pareja
y voluntariedad del embarazo, pobreza en la capacidad de expresión,
manejo e interpretación de los sentimientos de afectividad. El abandono,
en cualquiera de sus formas, lleva a la pérdida de la autoestima
a límites de peligrosidad, dificultando la comunicación con
la adolescente (especialmente durante el embarazo).
Patología psiquiátrica más frecuente en 185 embarazadas solteras menores de 20 años (Chile 1991 – 1997)
|
|
|
Normales
(60,5%)
Sin patología
Trastornos Emocionales (18,9%) Reacción angustiosa
y depresiva
Patología Orgánica (8,7%) Retraso mental
Otros diagnósticos
|
79
30
14
3
|
42,7
16,2
7,6
1,6
|
EL ABORTO EN LAS
ADOLESCENTES
El aborto provocado
es un problema social, consecuencia generalmente de un embarazo no deseado.
Sus causas son habitualmente psicosociales y las consecuencias de sus complicaciones
son médicas.
En EE.UU. en 1991 la
tasa de abortos entre 15 y 19 años descendió al 35/1.000
y, en 1997, la tasa de abortos a toda edad era del 26/1.000. En Italia,
en 1991, la tasa de abortos entre 15 y 19 años era del 4,6/1.000
y, en 1996, la tasa de abortos a toda edad llegaba al 10,6/1.000. Por tanto,
el aborto tiene un comportamiento diferente de un país a otro y
en países europeos tiene tasas más bajas.
Abortos por 1.000 mujeres entre 15 y 19 años en países industrializados (1981)
|
|
Estados Unidos
Suecia Francia Canadá Inglaterra y Gales Holanda |
20,1 18,1 17,9 16,8 5,3 |
En Cuba, donde el aborto
está despenalizado, en 1996-97 el 25% de los abortos fueron practicados
en adolescentes y, entre los factores riesgo, el primero fue ser estudiante
y el segundo fue tener menos de 18 años. en EE.UU. en 1994-95, el
14,5% de los abortos despenalizados fueron practicados en menores de 19
años, lo que marca la diferencia entre países.
Los países sin
aborto legal carecen de estadísticas fidedignas del aborto voluntario
o inducido. Las estadísticas se basan en los egresos hospitalarios
de los casos complicados y en encuestas poblacionales. La información
de la primera fuente se ve sesgada por razones legales, aumentando la tasa
de abortos espontáneos y la tasa de complicaciones dependerá
de los ejecutores clandestinos (su entrenamiento, sus recursos, los costos).
En Africa, en 1997, 2/3 de los egresos hospitalarios por abortos correspondieron
a adolescentes. En Venezuela, en el mismo año, el 12% de las muertes
maternas fueron por abortos en adolescentes.
En Chile, los egresos
hospitalarios por abortos complicados, fueron: 1960: 10,6%; 1981: 10,9%;
1988: 9,3%; 1991: 10%. Son cifras altas si se las expresa en relación
a nacidos vivos.
La información
de morbimortalidad por aborto en adolescentes, está influenciada
por el diagnóstico tardío del embarazo en ellas haciendo
que, al acudir a "aborteros" de bajo nivel, se practiquen los abortos
en gestaciones avanzadas y en malas condiciones higiénicas. Además,
por desconocimiento del embarazo por parte de padres o tutores, las complicaciones
del aborto de las adolescentes se reportan tardíamente, llegando
en sumo estado de gravedad a la internación, con mayor mortalidad
(shock séptico, anemia extrema, compromiso de vísceras por
perforaciones uterinas).
La prevalencia de aborto,
por medio de encuestas de fecundidad, también tienen errores por
miedo a revelar el echo o por olvido del mismo a más de 2 años
de practicado. Encuestas realizadas en comunidades pobres de Santiago de
Chile en 1991, se observó que la tasa de abortos espontáneos
y provocados por 1.000 embarazos, era más baja en menores de 19
años que entre 20 y 24 años y adultas. Al parecer, la fecundidad
de la adolescente pobre se expresa más como nacido vivo que como
aborto, cuando éste no está legalizado y los embarazos no
deseados en adolescentes tienen menores tasas que en los países
con aborto legal, expresando la menor información y medios de la
adolescente pobre en recursos económicos y educación.
ABUSO SEXUAL EN
ADOLESCENTES
Un volumen nada despreciable
de embarazos en adolescentes son producto de violación. Bajo la
denominación de abuso sexual se incluyen: abuso deshonesto, el coito
forzado y, en algunos países, el coito entre un adulto y una menor
de 12 años. Por lo general la cohersión es psicológica
o engañosa. En este tema se incluye también el abuso físico
psicológico, denominado maltrato infanto-juvenil.
Los informes policiales
y forenses de Chile, Honduras, Nicaragua y Ecuador, aseguran que, entre
el 59 y 69% de las violaciones y entre el 43 y 93% de los abusos deshonestos,
ocurren en menores de 20 años.
Las encuestas escolares
en Chile, Costa Rica y Panamá se encontró que, entre el 6,1
y 40% de las adolescentes entre 16 y 19 años, sufrieron al menos
un abuso sexual. En EE.UU. en 1987, las encuestas informan que los coitos
forzados llegan al 74% en menores de 14 años y al 60% entre 15 y
19 años, del total reportado. Otras encuestas escolares en EE.UU.
entre 1995 y 1997 informan que, entre 10 y 40% reportan abusos sexuales
entre mujeres y entre 4 y 30% en varones. En Canadá, una encuesta
escolar en 1996, informa un 23% de abusos sexuales en mujeres y otro, en
1994, informa un 54% de abusos sexuales en menores de 18 años.
En EE.UU. en 1998 se
comprobó que, entre el 18 y 60% de los embarazos en adolescentes,
fueron producidos por violación. En Chile, en la misma época,
un 12% de los embarazos en adolescentes eran por violación, con
un 99% de embarazos y niños no deseados. En el mismo año,
en Costa Rica, el 14% de los embarazos en menores de 14 años, eran
producto de violaciones.
En Francia, en 1998,
una encuesta escolar encontró un 9% de violaciones en mujeres y
un 6% en varones, entre el 8º y 12º año de escolaridad.
En Inglaterra, en el mismo año, ser reportó un 59% de abuso
sexual en mujeres y un 27% en varones.
Los factores asociados
revelan que un 55% de las violaciones de adolescentes son intrafamiliares
(padre, padrastro, otros parientes y conocidos de la familia).
Un estudio de casos
y controles en Chile en 1998, entre embarazadas adolescentes por violación
y no violadas, demostró significativas diferencias en las siguientes
variables: ser adolescentes menores, de bajo nivel socioeconómico,
estudiantes, parejas mayores de 30 años, actitudes negativas al
embarazo y al niño, malas relaciones con los padres, mayor morbilidad
en embarazo y parto, APGAR bajo del RN, menor aceptación de anticoncepción,
2,5 veces más mortalidad del niño a los 5 años. Otro
estudio comparativo entre adolescentes embarazadas por violación
intrafamiliar y extrafamiliar, demostró diferencias significativas
en los casos de violación intrafamiliar en las siguientes variables:
ser adolescentes más jóvenes y con madres más jóvenes,
antecedentes de maltrato físico, presencia de padrastro o conviviente
y alcoholismo en padre.
En EE.UU. dos estudios
confirmaron asociación entre adolescentes violadas con mayor número
de parejas sexuales e inicio más precoz del coito y menor utilización
de anticonceptivos eficaces.
En el siguiente cuadro
se resumen las consecuencias de la violación en adolescentes.
Consecuencias de la violación en adolescentes
Alta frecuencia
de embarazos y niños no deseados.
Alta mortalidad de niños a los 5 años de vida. Alto riesgo de adquirir ETS y SIDA. Alta frecuencia del Síndrome de Trastornos de Satress Post - Traumático. Alto riesgo de embarazos repetidos. Alto riesgo de asaltos sexuales en la adultez. Alto riesgo de conducta promiscua años después de la violación única o repetida, especialmente cuando son intrafamiliares y crónicas. |
En conclusión se puede decir que:
a. El embarazo en adolescentes es un serio problema psicosocial con frecuentes connotaciones penales.
b. El aborto en las adolescentes es frecuente y con alta morbimortalidad materna por lo avanzado de la edad gestacional, y las deficientes condiciones técnicas, higiénicas y asépticas en que se realiza.
c. La prosecución del embarazo conlleva el abandono de los estudios por parte de la adolescente y frecuentemente no los retoma luego del nacimiento, generando desocupación y difícil reinserción laboral por falta de capacitación.
d. El embarazo y parto en las adolescentes reconoce un alto riesgo de morbimortalidad materna, fetal y neonatal.
e. El hijo de madre adolescente tiene alto riesgo de maltrato y abandono, con frecuente cesión de adopción.
f. La reinserción y el respeto social de la adolescente luego de su embarazo y parto, son difíciles y hasta irrecuperable.
g. Para el control y contención de la adolescente embarazada, es necesaria la integración de un equipo interdisciplinario, con amplia participación de psicólogos y trabajadores sociales, además de una especial capacitación del equipo asistencial en lo referente a los riesgos perinatales a los que está expuesta la adolescente gestante.
BIBLIOGRAFIA
1. Molina R., Sandoval J., Luengo X.: "Salud sexual y reproductiva del adolescente" - Ruoti, A. M. y col.: Obstetricia y Perinatología, Cap. 8, 2ª Edición, 2.000 – EFACIM-EDUNA, Asunción, Paraguay.
2. Coll A.: "Embarazo en la adolescencia" – Clínicas Perinatológicas Argentinas, Nº 4, 1997 – Asociación Argentina de Perinatología (ASAPER).
3. García Sánchez M. H., Hernández Hernández M. L., Manjon Sánchez A.: "Embarazo y adolescencia" - Dto. Obst. y Ginec. Hptal. Clín. Univers. de Salamanca – Rev. sobre Salud Sexual y Reproductiva Nº 2, año 2, junio 2.000, pág. 10-12 – Asociación Argentina por la Salud Sexual y Reproductiva (AASSER).
4. Toro Merlo J., Uzcátegui Uzcátegui O.: "Embarazo en la adolescente" – Rodriguez Armas O., Santiso Gálvez R., Calventi V.: Ginecología, Fertilidad y Salud Reproductiva, FLASOG, Vol. 1, Cap. 32 – Edit. ATEPROCA, Caracas, Venezuela.
5. Molina R.: "Adolescencia y embarazo" – Pérez Sánchez A., Donoso Siña E.: Obstetricia, Cap. 14, 2ª Edic. 1992 – Publicac. Técnicas MEDITERRANEO – Santiago de Chile.
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