ABRUPTIO
PLACENTAE: Revisión
Vispo Silvina N., Dr.
Casal Juan P., Dr. Casal Juan I., Waisblatt Luciana, Karatanasópuloz
Carlos M.
El desprendimiento prematuro
de placenta normoinserta (D.P.P.N.), abruptio placentae o accidente de
Baudelocque (1) es el proceso de separación parcial o
total de la placenta de su lugar de inserción normal que corresponde
al fondo uterino, se produce a partir de las 20 semanas de gestación
hasta antes del nacimiento del feto, pudiendo ocurrir incluso durante el
trabajo de parto (2).
INTRODUCCION Y
EPIDEMIOLOGIA
El D.P.P.N. es la segunda
causa en orden de frecuencia de las hemorragias de la segunda mitad de
la gestación, siendo esta una complicación que afecta del
2-5 % de las embarazadas (3).
Constituye así
mismo una de las complicaciones más riesgosas del embarazo y el
parto, a pesar de todos los progresos aplicados a la vigilancia del embarazo
de alto riesgo. Es así que esta patología continua apareciendo
en nuestro país como una de las tres primeras causas de mortalidad
materna (4), que en las formas clínicas graves de la
enfermedad alcanza un 20 % a causa del shock motivado por la hemorragia
y la hipofibrinogenemia (5), asociada a muerte fetal en un 100%
de los casos (6) y en un 30-35 % se asocia a la muerte perinatal
que se halla en estrecha relación a cuadros de hipoxia y prematurez
(7).
Presenta una incidencia
que oscila entre 0,5 - 1 % que corresponde en su mayoría a los desprendimientos
parciales, mientras que la proporción de los desprendimientos totales
es del 0,5 % (5).
Esta es una patología
que tiene tendencia a recurrir en embarazos posteriores con un riesgo de
5,6 a 17 % con un antecedente de abruptio placentae anterior y de aproximadamente
un 25 % con antecedente de dos episodios previos (8).
Por lo mencionado anteriormente,
consideramos importante realizar una revisión bibliográfica
consultando variados textos y artículos publicados en los últimos
años sobre esta materia, rescatando las ideas principales, seleccionando
y sintetizando los datos relevantes, siendo el objetivo de este trabajo
ofrecer un material de consulta rápida y actualizada que sea útil
en el enfoque inicial y definitivo de las pacientes portadoras de dicha
patología.
ETIOPATOGENIA
La causa exacta del
D.P.P.N. no es aún bien conocida, sin embargo podemos citar diversos
factores predisponentes y precipitantes del accidente.
El síndrome
hipertensivo del embarazo es la causa más frecuentemente hallada
en los desprendimientos que conllevan a la muerte fetal, es decir en las
formas graves de esta enfermedad (9). La hipertensión
inducida por el embarazo se da en un 40 a 60 %, siendo no menos importante
la hipertensión arterial crónica en las madres (5).
Los traumatismos externos,
la descompresión brusca del útero en los casos de polihidramnios
y embarazo gemelar, como así también la brevedad del cordón
ya sea real o aparente y la diabetes pregestacional, se encuentran entre
múltiples factores de menor frecuencia que pueden desencadenar el
desprendimiento de la placenta (10).
Los factores de riesgo
asociados de mayor relevancia son la edad materna avanzada > 35 años,
la alta paridad, la primiparidad, el tabaquismo, el alcoholismo, las presentaciones
viciosas y la endometritis, los cuales contribuyen significativamente en
el desarrollo de infartos placentarios y en el D.P.PN. (11).
Según la Escuela
Uruguaya de Alvarez y Caldeiro: la hipertonía es la causa de todos
los procesos de desprendimiento como un fenómeno primitivo aunque
también puede aparecer secundariamente agravando el cuadro (4)
esto
explicaría el mecanismo fisiopatológico.
En el desprendimiento
existe un aumento del tono y la presión intramiometral entonces
el miometrio comprime los vasos que lo atraviesan colapsando las venas,
no así las arterias, porque su presión es superior a la presión
intramuscular (6).
La sangre que sigue
entrando al útero halla dificultades para salir entonces la presión
sanguínea de los capilares, venas y lagos sanguíneos sigue
aumentando alcanzando valores muy altos hasta que se rompen y dan origen
al hematoma y al desprendimiento. A esto también se suman la anoxia
y el hecho de que la presión sanguínea intrauterina es siempre
mayor a la presión de líquido amniótico lo que facilita
aun más el estallido de los vasos (1).
Al desprenderse los
cotiledones placentarios la sangre materna de los espacios intervellosos
se acumula entre la placenta y la pared uterina constituyendo el hematoma
retroplacentario cuyo volumen esta en relación con la extensión
del desprendimiento, de la cual van a depender las manifestaciones clínicas
y nos va a permitir clasificar a esta patología en grados de gravedad
creciente: (4 – 6)
EVOLUCION(1
- 2)
La evolución
va a depender de la etapa en la cual se encuentre el proceso.
Cuando el desprendimiento
es poco extenso y asintomático, lo que correspondería a las
formas leves, el embarazo puede continuar su curso y llegar a término.
Si abarca una zona
mayor, con frecuencia el parto se inicia pronto y se realiza con feto muerto.
En ocasiones el parto se efectúa en bloques "parto en avalancha"
que es la expulsión sin intervalo de continuidad del feto, coágulos
y placenta.
En los casos donde
el tratamiento es inadecuado y la evolución desfavorable puede derivar
en un cuadro grave de hemorragia y shock, por la instalación de
un cuadro de afibrinogenemia, que puede llevar a la muerte materna.
COMPLICACIONES
DE LA FORMA GRAVE
1. Accidente de Couvelaire: apoplejía
uteroplacentaria (12)
La sangre derramada
invade la pared uterina con zonas de extensas hemorragias miometriales
que disocian los haces musculares y puede difundirse hacia el tejido subperitoneal,
trompas, ovarios y a veces ligamentos anchos. A causa de esta infiltración
sanguínea el miometrio pierde su propiedad contráctil.
Es más frecuente
en embarazos gestósicos.
2. Coagulación Intravascular
Diseminada: (4 – 6)
Se da en el 30 % en
los DPPN masivos con muerte fetal.
Se produce por el paso
de tromboplastina a la circulación materna y activación de
la coagulación.
La baja concentración
de fibrinógeno plasmático depende del atrapamiento de fibrina
en el hematoma retroplacentario, esto provoca que la hemorragia sea incoercible
y la sangre no coagule.
3. Insuficiencia Renal Aguda: (6
– 8)
El colapso circulatorio
periférico y la sobredistención uterina provocan isquemia
en las zonas corticales de los riñones.
4. Shock Hipovolémico: (
9)
Se produce por la hemorragia
brusca y masiva, con o sin exteriorización de la sangre por los
genitales.
5. Necrosis de la Hipófisis:
(Síndrome de Sheehan) ( 9 )
La hipófisis
anterior puede sufrir una necrosis total o parcial debido a trombos o espasmos
de los vasos del sistema porta. Se manifiesta en el puerperio por agalactia
como síntoma inicial, ya que son las células secretoras de
prolactina las que primero se ven afectadas por la isquemia, posteriormente
se evidencian los síntomas de esfera gonadal, tiroidea y suprarrenal.
Aunque es poco frecuente, es una complicación importante en el D.P.P.N..
DIAGNOSTICO(4
– 8 - 12)
El diagnóstico
rápido de un desprendimiento placentario es esencial para asumir
una conducta adecuada. Los hallazgos en un caso típico de desprendimiento
severo o moderadamente severo incluye los siguientes hechos clínicos:
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL(6
– 8)
Debe pensarse siempre
primero en placenta previa y una vez descartada esta, podría atribuirse
la hemorragia a los siguientes cuadros también descriptos:
TRATAMIENTO
Algunos autores hablan
de un tratamiento profiláctico, siendo evidente que el correcto
manejo de la embarazada con toxemia gravídica, hipertensión
arterial, podrá prevenir la instalación de un cuadro DPPNI.
Realizado el diagnóstico, el tratamiento curativo se adecuará
con la gravedad de cada caso(4).
Cuando se produce la
muerte fetal el desprendimiento suele ser mayor del 50 % y debe ser clasificado
como grave. En éstos casos el manejo debe centrarse en disminuir
la morbimortalidad materna(10). La hemorragia no se detiene
mientras el útero no se evacue, lo que significa la urgente necesidad
de extraer el feto. No obstante, antes de iniciar dicha evacuación
es conveniente reponer la sangre perdida y consolidar el estado general
alterado por la anemia y el shock.
Se tomaran medidas
generales dependiendo del estado hemodinámico de la paciente. La
conducta a seguir será la siguiente: ( 9)
CONDUCTA OBSTETRICA
La interrupción
de la gestación se realizará por la vía más
rápida sin tener en cuenta la edad gestacional, el útero
debe ser evacuado lo más rápido posible, la decisión
de realizar parto vaginal dependerá de que las condiciones obstétricas
sean ideales para una terminación rápida y sobre todo cuando
existan signos de coagulopatía, se realizará tacto vaginal
para estimar las horas que faltan para la terminación del parto,
de acuerdo a las condiciones halladas (borramiento, dilatación,
altura de la presentación). Además con el tacto, si hay trabajo
de parto, se descarta la presencia de placenta previa (4).
Se romperá las
bolsas de las aguas tan pronto como sea posible aun sin tener en cuenta
el método de parto a emplearse, con ésta maniobra disminuye
la presión intraamniótica, se reduce la extravasación
sanguínea y se abrevia significativamente la duración del
parto. Si éste no hubiera comenzado, se puede intentar la inducción
mediante la infusión intravenosa continua de oxitocina (8).
Ambas conductas, parto espontáneo o inducido, están justificadas
por la gran rapidez con que se produce el parto en estas pacientes. Si
en el transcurso del trabajo de parto se constata una alteración
de los latidos fetales, se interrumpirá el trabajo de parto y se
indicará la cesárea sin dilación.
La cesárea abdominal
se realiza:
PRONOSTICO
Las embarazadas portadoras
de esta complicación, son pacientes de alto riesgo maternofetal,
porque a los problemas derivados del cuadro en sí, se agrega generalmente
la alta paridad, la edad avanzada, la hipertensión, etc., todo lo
cual condiciona alternativas difíciles en el manejo de estas pacientes
(4).El
pronóstico materno a mejorado sustancialmente en los últimos
tiempos y la mortalidad materna es hoy rara, se observa solo ocasionalmente
en los cuadros graves, mientras que el pronóstico fetal sigue siendo
muy grave, sobretodo si el desprendimiento es extenso
(2).
BIBLIOGRAFIA
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