Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de Medicina - N° 113 – Marzo 2002
Página: 9-16
LA COLUMNA LUMBAR
Prof. Dr. Víctor José Villanueva
El motivo de este articulo es el diagnostico y el
tratamiento del dolor lumbar desde el punto de vista de un geriatra. Para tal
fin, es necesario comenzar con algunos aspectos básicos de la columna lumbar,
necesarios para poder encarar el tema que nos interesa. En esta oportunidad nos
ocuparemos de la anatomía de la columna lumbar, sus movimientos y la
radiología, dejando para el próximo ejemplar el estudio del lumbago.
Consultar las fig. 1 y 2.
VERTEBRAS LUMBARES :
Cada una de ellas está formada por tres elementos:
a) el cuerpo, b) el arco posterior y c) el agujero vertebral. El cuerpo
vertebral tiene la forma de un segmento de cilindro aplanado de adelante atrás,
convexo por delante y cóncavo por detrás de modo que mirandolo desde arriba
aparenta un riñón con su hilio en situación posterior.
En sus caras superior e inferior se insertan los
discos intervertebrales. Su cara posterior forma la pared anterior del agujero
vertebral.
El arco posterior está formado por dos mitades
simétricas o semiarcos. Cada semiarco presenta los siguientes elementos, que
contando desde adelante son : los
pedículos, uno derecho y otro izquierdo en forma de cortos cilindros de
dirección anteroposterior y posición atrás y un poco afuera. Se insertan en la
parte superior de la cara posterior del cuerpo. Sus bordes superior e inferior
son escotados de modo que al articularse las vértebras delimitan agujeros por donde
pasan los nervios raquídeos, los agujeros de conjunción o intervertebrales.
Por detrás de los pedículos salen hacia los lados
las apófisis transversas, con
dirección ligeramente oblicua atrás; en la confluencia de estos dos elementos
están macizos de aspecto cilindroide, en posición vertical, que son la apófisis articulares superior e inferior,
derechas e izquierdas. La apófisis superior está excavada por dentro en una
carilla articular cóncava que se articula con otra carilla pero de dirección
convexa en la cara externa de la apófisis de la vértebra subyacente. Estas
formaciones limitan por detrás los agujeros de conjugación y este detalle
explica porque un osteófito de sus articulaciones pude comprimir las raíces o
nervios raquídeos. Partiendo detrás de las apófisis articulares emergen las láminas vertebrales izquierda y derecha, más anchas que altas, de
dirección oblicua atrás y adentro, cerrando el agujero vertebral por atrás.
Sus caras anterointernas dan inserción a los ligamentos amarillos adyacentes y los
bordes superiores a los suprayacentes. El único elemento impar y medio es la apófisis espinosa, aguzada de adelante
atrás y de dirección anteroposterio, en posición horizontal.
El agujero raquídeo tiene la forma de un prisma
triangular con un lado anterior y dos laterales. Su pared anterior está formada
por la cara posterior del cuerpo vertebral y las dos laterales por las láminas.
VINCULACIONES DE LAS
VERTEBRAS LUMBARES: (ver figuras
18-19-20 y 21).
Las vértebras lumbares se vinculan por dos medios:
las articulaciones anteriores (de los cuerpos vertebrales) y las articulaciones
posteriores (de los arcos posteriores).
Las articulaciones intersomáticas o anteriores
comprenden los discos intervertebrales y
los ligamentos longitudinales. Cada
disco une la cara inferior de la vértebra suprayacente con la superior de la
subyacente.
Es grueso (1 a 1, 5 cm d espesor).
Consta de 2 porciones: una periférica, el anillo fibroso constituido por fibras
gruesas y resistente dispuestas en lámina concéntricas, que se insertan en las
respectivas caras de los cuerpos vertebrales. El otro componente del disco es el núcleo pulposo, central, de
consistencia elástica, gelatinosa, compresible y deformable además de
desplazable. Es la porción que se prolapsa en las hernias del disco
intervertebral.
Está ubicado en la unión del tercio medio con el
posterior del disco, por ello, al herniarse se dirige atrás en lugar de
adelante comprimiendo las raíces de los nervios raquídeos o la médula espinal.
Los ligamentos
longitudinales (o vertebrales
comunes) son largas láminas que se extienden por toda la columna vertebral
desde la 1º cervical hasta la primer pieza sacra. Son 2, el anterior y el posterior según
se ubiquen sobre la cara anterior de los cuerpos o la posterior. El ligamento
anterior se inserta, además de la cara anterior el cuerpo, en el borde anterior
del anillo fibros. El ligamento posterior se extiende en el conducto raquídeo y
reviste una forma dentada con partes estrechas sobre los cuerpos de los cuales
está separado por un espacio lleno de tejido laxo con plexos venosos y una
parte dentada o ancha que se inserta en el anillo fibroso.
Estas articulaciones intersomáticas tienen
movimientos de deslizamiento de un cuerpo sobre el otro en sentido
anteroposterior (flexión y extensión) y en sentido lateral (flexión o
inclinación lateral), además de giro (rotación).
Los arcos posteriores se articulan por medio de las articulaciones interapofisiarias y
ligamentos. Las articulaciones interapofisiarias son dos: una derecha y una
izquierda vinculando la apófisis superior de la vértebra suyacente con la
inferior de la suprayacente. Son de tipo trocoide (superficies cilíndricas
huecas con macizas salientes), membrana sinovial y cápsula articular. Sus
movimientos son de giro.
Los ligamentos son los interlaminares o amarillos
que ese extienden entre las láminas, cada uno de ellos oblicuo atrás y adentro.
Los ligamentos interespinosos, de
dirección anteroposterior a lo largo de dichas apófisis, los supraespinosos, de la punta de una
espinosa a la otra. Los ligamentos intertransversarios,
de dirección horizontal hacia afuera entre una apófisis transversa a las
vecinas de arriba y abajo.
VISION DE CONJUNTO DE
LA COLUMNA LUMBAR: (ver figura
7).
Esta parte del raquis describe en el plano sagital o
anteroposterior, una curva cóncava hacia atrás llamada lordosis fisiológica.
Mide 15 a 20 cm de longitud. Presenta una cara anterior, una posterior y dos
laterales, un extremo superior y un inferior. La cara anterior está formada por
la superposición de los cuerpos
vertebrales y los discos.
Las paredes laterales presentan, contando de
adelante atrás, los pedículos que delimitan los agujeros de
conjunción. Por detrás de los agujeros están las apófisis transversas. Luego siguen las apófisis articulares con sus respectivas articulaciones. El bloque
de estas apófisis es vertical y de forma cuadrangular con una parte estrechada
entre la superior y la inferior del mismo lado, llamada istmo y que más o menos representaria la diagonal entre el ángulo
anteroinferior y el posterosuperior del cuádrangulo. La cara posterior de la
columna lumbar formada por la superposición de los cinco pares de lámina vertebral que convergen hacia
adentro partiendo de la base de las apófisis
transversas. Al encontrarse las izquierdas con las derechas dan origen a
las apófisis espinosas. El espacio entre cada lámina está ocupada por los
ligamentos amarillos. El extremo Superior de la columna esta dado por el disco
entre L1 y D2. El inferior por el disco entre L5 y el sacro. Por detrás de los
agujeros están las apófisis transversas.
Luego siguen las apófisis
articulares con sus respectivas articulaciones. El bloque de estas apófisis
e vertical y de forma cuadrangular con una parte estrechada entre la superior y
la inferior del mismo lado llamada istmo
y que más o menos representaria la diagonal entre el ángulo anteroinferior y el
poserosuperior del cuadrángulo.
La cara posterior de la columna lumbar formada por
la superposición de los cinco pares de láminas
vertebrales que convergen hacia adentro partiendo de la base de las apófisis transversas. Al
encontrarse las izquierdas con las derechas dan origen a las apófisis espinosa .
El espacio entre cada lámina está ocupada por los ligamentos amarillos. El
extremo superior de la columna está dado por el disco entre L1 y D2. El
inferior por el disco entre L5 y el sacro.
CONDUCTO VERTEBRAL: (ver figuras 22 y 24).
Tiene la forma de un prisma triangular con una parte
anterior que corresponde a los cuerpos y discos vertebrales y dos paredes
laterales constituidas por las láminas y ligamentos amarillos. Hay dos ángulos
laterales que corresponden a los agujeros
de conjugación y un ángulo posterior que coincide con la
intersección de las láminas. El contenido del conducto raquídeo, desde el
centro a la periferia, es: la médula
espinal con sus envolturas
meníngeas, las arterias y venas
espinales, las raíces nerviosas anteriores y posteriores de los nervios raquídeos, también envueltos por las
meninges, el espacio peridural con
las venas vertebrales sumergidas en
un tejido celuloadiposo. La médula espinal no ocupa todo el conducto vertebral
lumbar pues solo llega hasta la 2º vértebra, tercio superior y desde allí se
continua con un filamento hasta la punta del coxis, el filum terminale, que es
un rudimento atrófico, sin estructura nerviosa, de la medula fetal. Este filum
está rodeado por los nervios lumbares inferiores, sacros y coxígeos constituyendo
la cola de caballo. Los nervios raquídeos salen por los agujeros de conjunción
por debajo de la vértebra con el mismo número (por ej. el 3º nervio lo hace
debajo de la 3º vértebra y por arriba de la 4º). La médula espinal está
dividida en segmentos y cada segmento es la porción que origina un par de
raíces, la anterior y la posterior. Hay cinco segmentos lumbares medulares.
Dichos segmentos no coinciden con las respectivas vértebras ya que corresponden
los 5 a las 11º y 12º dorsales. Los segmentos sacrocoxígeos corresponden a las
vértebras 1º y 2º
1. Anteroposterior o flexoextensión propiamente dicho.
2. Flexión lateral o inclinación.
3. Rotación o giro.
En la flexión, el raquis lumbar se desliza hacia
delante sobre el sacro con tendencia al borramiento de la lordosis. La
extensión consiste en el deslizamiento de éste hacia atrás con acentuación de
la lordosis. La amplitud de estos movimientos es diferente predominando la
flexión 3 a 1 sobre la extensión. La zona más móvil alrededor de la cual se
ejecuta mayormente os movimientos es la 5º lumbar. En la flexión lateral el
raquis lumbar desliza sobre el sacro a derecha o izquierda. Su amplitud es
menor que la flexoextensión propiamente dicha. Los segmentos más movilizables
son la 3º y 4º lumbares. Este movimiento consiste en la producción de una
curvatura del raquis en sentido lateral o escoliosis, en virtud del cual la
misma se vuelve convexa hacia el lado derecho o izquierdo en lugar hacia
delante como normalmente. La rotación del raquis lumbar consiste en un
movimiento de giro a derecha o izquierda en virtud del cual las apófisis
espinosa cambian su posición rectilínea anteroposterior a oblicua hacia atrás y
a un lado. Las apófisis transversas tienden a girar atrás o adelante. Su
amplitud es muy pequeña, menor que los movimientos anteriores.
Los músculos motores de estos movimientos son los
siguientes :Flexión anterios: rectos mayores del abdomen y psoas. Extensión:
los músculos espinales o de los canales paravertebrales: Flexión lateral:
cuadrado lumbar y los 3 músculos anchos del abdomen del mismo lado (transverso,
oblicuos mayor y menor). Rotación: oblicuo menor del mismo lado y mayor del
lado opuesto.
Veamos ahora como se aprecian los diferentes
elementos del raquis lumbar teniendo en cuenta que, debido a la superposición
de los mismos en el trayecto de los rayos X, es necesario su examen en
diferentes posiciones a fin de separarlos y examinarlos con mayor nitidez.
Dichas posiciones son:
1. frente o incidencia posteroanterior.
2. perfil o incidencia lateral.
3. posición e incidencia oblicua, intermedia entre las
Son de forma rectangular, más anchos que altos, sus
bordes laterales dos anteriores
RADIOGRAFIAS DE FRENTE (ANTEROPOSTERIOR): figuras 6-20 y 21:
Son cóncavos. En sus ángulos laterales superiores se
observa sendas imágenes ovales en las vértebras superiores y circulares en las
inferiores, corresponden a la implantación de los pedículos. De dicha zonas parten las apófisis transversas que llevan una dirección horizontal hacia
afuera. Las apófisis articulares
inferiores emergen inmediatamente por debajo de las transversas y se
dirigen abajo, en forma oblicua hacia fuera, en su recorrido se proyectan en el
espacio intervertebral correspondiente. Las
apófisis superiores se disponen como un bonete sobre los pedículos.
Las láminas se interponen, cada una de ellas, como un
cuadrilátero entre las apófisis articulares de cada lado.
Los bordes superior e inferior de los cuerpos
vertebrales. Los espacios entre los bordes laminares están ocupados por los
ligamentos amarillos.
La base de implantación de cada apófisis espinosa se ve como una imagen en lágrima en posición
central ocupando la mitad inferior del cuerpo y el tercio superior del espacio
correspondiente.
Los espacios
intervertebrales se observan
como imágenes claras delimitadas por las caras correspondientes de los cuerpos
supra y subyacente que pueden verse, a su vez, como una línea recto o un
pequeño óvalo en posición horizontal según la incidencia de los rayos.
Por debajo de la 5º lumbar y a los lados del polo
superior del sacro se observas ambas articulaciones
sacroilíacas que revisten la forma de una raqueta cuya parte inferior,
vertical o mango, es corta y se continua con la parte superior, ovalada, con un
borde externo y uno interno.
Por último, se ve la parte terminal, posterointerna
de las crestas iliacas con las 2 espinas ilíacas posteriores, la
superior y la inferior. Este último elemento anatómico iliaco se ve por dentro
y arriba de la articulación sacroilíaca.
Como se puede apreciar, las imágenes son complejas y
difíciles de interpretar por la superposición de elementos del cuerpo con el
arco posterior. Su examen debe ser ordenado para evitar confusiones o soslayar
algún elemento. A tal fin, se debe marcar los bordes de los cuerpos, la imagen
de los pedículos, apófisis articulares, transversas, espinosas, bordes de las
láminas y espacios intervertebrales.
RADIOGRAFIAS LATERALES (PERFIL) Figuras 7y 8-22.
La columna describe una curva de concavidad
posterior (lordosis fisiológica) y se continua con la convexidad posterior del
sacro (cifosis).
Los bordes anteriores y posteriores de las vértebras están alineados
sin sobresalir el de ninguna vértebra sobre las demás.
Las apófisis
transversas se superponen con las articulares superiores y no pueden
individualizarse.
Los cuerpos
vertebrales son rectangulares con bordes
anteriores levemente cóncavos hacia adelante y los bordes superiores e
inferiores son rectilíneos o un poco cóncavos en su parte posterior, a veces
dichos bordes están reemplazados por imágenes ovaladas horizontales por la
incidencia de los rayos X.
Los pedículos
continúan la parte posterior de
los cuerpos. Entre ellos delimitan los agujeros
de conjugación de forma ovalada. Por detrás de dichos orificios, sobresaliendo
por arriba y por debajo está el bloque vertical de las apófisis articulares superior e inferior. Las apófisis espinosas
se presentan como láminas de dirección anteroposterior en posición horizontal.
El sacro está alineado con las vértebras lumbares.
Partiendo de su extremidad superior diagonalmente a la 1º pieza del hueso hacia
abajo y adelante, se observa dos líneas paralelas que representan los bordes
superiores de los alerones sacros.
Por encima y detrás del ángulo posterosuperior del sacro se ve el canal medular que está cerrado por
detrás, por una línea ondulada que representa la cresta sacra (soldadura de las apófisis espinosas de las primitivas
vértebras sacras). En la parte más distal, se ve la unión sacro-coxígea y el
coxis. Los espacios intervertebrales lumbares, ocupados por los
correspondientes discos, se ven nítidamente con espesor constante. Hacia la
parte superior del raquis, sobre L1 y L2, se ve la imagen superpuesta de la 11
y 12 costillas (sobre el arco posterior de la 1º lumbar). Sobre la 5º lumbar y
el sacro se ve la proyección de la parte posterior del iliaco que sobrepasa por
detrás a estos huesos.
RADIOGRAFIAS OBLICUAS. Ver figura 6-23
Esta posición es intermedia entre el perfil y el
frente, para obtenerla se gira el paciente, que está en decúbito lateral, hacia
atrás o adelante hasta quedar en posición intermedia (aproximadamente a 45
grados con la vertical). El giro puede ser atrás o adelante de modo que la zona
lumbar contacte con la película, o se aleje, siempre el rayo entrando por la
cara anterior del cuerpo y saliendo por la posterior. La más usada es la
oblicua posterior. A su vez, dicha oblicua puede ser izquierda o derecha según
se quiera ver los elementos del semiarco izquierdo o derecho del raquis. Esta
incidencia se utiliza principalmente para ver las articulaciones
interapofisiarias y las láminas vertebrales, que, gracias a las rotaciones
separan los diferentes accidentes anatómicos que en las otras posiciones
estaban superpuestos. En la oblicua posterior derecha que es la radiografía que
más nos interesa, las articulaciones
ínterapofisarias se observan como bandas radiolúcidas de dirección vertical
o levemente oblicuas hacia atrás rodeadas por dos líneas radio opacas paralelas
de las cuales la anterior corresponde a la apófisis
articular inferior y la posterior a la apófisis
superior de la vértebra subyacente. Todas estas imágenes se proyectan sobre
el espacio intersomático. Cada semiarco posterior, izquierdo o derecho, adopta
la forma de un perrito en posición de pie, como en equilibrio (perrito de
Lachapellle). Los elementos del perrito son los siguientes:
a) un ojo grande que ocupa buena parte de la cabeza y
corresponde a la base de la base de
implantación del pedículo derecho.
b) el hocico representa la apófisis transversa derecha.
c) la oreja corresponde a la apófisis articular superior derecha.
d) el cuello está dado por el istmo o pars interarticularis, entre la apófisis articulares
superior e inferior.
e) la pata delantera es la apófisis articular inferior derecha.
f)
el cuerpo está formado por la lámina derecha.
g) la pata posterior es una suma de imágenes dada por
la apófisis espinosa y el semiarco
posterior izquierdo, especialmente su apófisis
articular inferior. Estos elementos corresponden al semiarco posterior derecho,
cuando se desee estudiar el semiarco izquierdo se debe pedir una radiografía
posterior izquierda.
Se utiliza para ver en detalle el espacio entre el
cuerpo de la 5º vértebra lumbar y el sacro. El paciente se coloca en decúbito
dorsal acostado sobre la película radiográfica, el tubo de rayos X por encima
del paciente formando un ángulo de 30º con la vertical en dirección hacia abajo
y adelante, a los pies. Los rayos se dirigen abajo y a la cabeza
Esto se debe a que el cuerpo de la 5º lumbar no está
en la posición horizontal sino oblicua hacia abajo y delante de modo que un
rayo anteroposterior muestras imágenes de superposición de varios elementos
sobre el espacio intersomático mencionado.
Fig. 1
Fig. 2
Fig. 17
Fig. 18
Fig. 19
Fig. 20
Fig. 21
Fig. 7
Fig. 22
Fig. 24
Fig. 32
Fig. 33
Fig. 6-20
Fig. 6-21
Fig. 6-22
Fig. 6-23
BIBLIOGRAFIA:
· Anatomia:
Bouchet A. Cuilleret J. Editorial Médica Panamericana. Buenos Aires 1984.
· Raquis: Cosentino R. Editorial El Ateneo. Buenos Aires. 2º edición. 1986.