Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de Medicina - N° 116 – Junio 2002

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LOS ALGORITMOS

Prof. Dr. Edgardo A. Marecos

    Los médicos por lo general no hemos desarrollado una actitud matemática, salvo excepciones, pero la omnipresencia de la misma, puede llegar a ser tan dolorosa como importante. En oportunidades se introduce en nuestras vidas como un nuevo y silencioso caballo de Troya, es de esta ultima forma que nos invaden los algoritmos, silenciosamente, pero no por eso dejamos de reconocer la significación que tienen en nuestra profesión tanto para el diagnóstico, el pronóstico, el tratamiento e incluso para valorar la relación costo beneficio social.

    La historia ubica la invención de los algoritmos en el siglo IX, por obra y gracia del matemático y astrónomo Mohamed ibn Musa-al Jwarizmi, de allí su nombre. Desarrollo en el Al-yebr-mugabata fórmulas para posibilitar que con un número limitado de pasos e indicaciones claras de ejecución se pudieran resolver ecuaciones de primer y segundo grado.

    Desde la simplicidad de preparar una ensalada, a la posibilidad de resolver un problema complejo que nos preocupa los algoritmos son de inestimable ayuda. Lógicamente este moderno caballo de Troya solo muestra su eficiencia estratégica a quienes practican su desarrollo, cuando se le presentan situaciones no rutinarias o aún cuando recurren a los numerosos algoritmos disponibles para situaciones más complejas.

    Es en ese conjunto ordenado y limitado de pasos, que especifican la secuencia de las operaciones que se han de resolver para solucionar los problemas, que descansa en gran parte de la utilidad de los algoritmos. Podemos definir sencillamente a los algoritmos como un conjunto de reglas para resolver una cierta clase de problemas o como una forma de describir la solución de un problema. Su carácter general otorga a los algoritmos la condición de herramienta transdisciplinaria.

    Recordemos y no al pasar, que los algoritmos están en el corazón mismo de los ordenadores y que los lenguajes de computación solo son un medio de expresarlos.

    El carácter general expresado anteriormente, obliga a quienes pretenden fabricar algoritmos, a desglosar los problemas en instrucciones simples y concretas, con un número limitado de pasos acorde con la complejidad de los mismos y la necesidad de hacerlos fácilmente comprensibles para cualquiera. Es necesario explicitar claramente el orden a seguir.

    Como es fácil de imaginar, el paso inicial irrenunciable de este proceso es entender acabadamente el problema, requisito para poder analizarlo y elegir posteriormente el camino a seguir. Una vez pensados y ordenados los pasos, se deberá optar por una formula o un diseño tal como el de los diagramas de flujo o el de las tablas de decisión. Las tablas son las menos utilizadas y como tantas otras cosas, ellas se originaron en la industria (G.E.), siendo Feinstein y Holland los que las introdujeron en la medicina.

Como decíamos, los diagramas de flujo son los mas utilizados, su misión es graficar los algoritmos, para lo cual utilizan una simbología que en la práctica muy pocos respetan pero que conviene por lo menos tenerla en cuenta. A los diagramas de flujo se los define como una representación gráfica, clara, esquemática y concisa, de la secuencia de acciones necesarias para resolver un problema.

    Esta forma esquemática, contiene los pasos del algoritmo, escritos en los símbolos, los cuales están unidos por flechas que indican la secuencia del flujo de los datos y los pasos de ejecución de las órdenes.

Simbología de los algoritmos

    Se utiliza un rectángulo redondeado para el inicio y finalización de los algoritmos, los rombos son utilizados para las decisiones y los rectángulos para las acciones a tomar. Las flechas nos indican el flujo teniendo en cuenta que las decisiones por ¨no¨ crecerán verticalmente y las decisiones por ¨si¨ crecerán hacia derecha. Si bien estos no son los únicos símbolos, para nuestros objetivos son considerados como suficientes.

    Una de las preguntas que se suele plantear, es si los algoritmos son siempre confiables, pregunta que merece referirse a Renato Cartesius. Tomando esta cuestión como disparador haremos mención a algunas virtudes y limitaciones de los algoritmos.

Virtudes

    Los algoritmos nos brindan la oportunidad de seleccionar aquello que se considera prioritario, lo cual no es poco y la capacidad como ordenador del pensamiento comienza desde su primer paso, el cual implica definir con precisión el problema, que como sabemos es de por sí una tarea intelectual muy importante.

Imprimen además los algoritmos, claridad lógica y secuencial al procesamiento sistemático tanto de los datos clínicos como a las pruebas y los procedimientos Lógicamente todo esto ya le da validez por el hecho de contribuir a mejorar nuestro juicio clínico, pero más aun porque consecuentemente su práctica nos permite mejorar la atención de nuestros pacientes en muchas oportunidades.

    Existen muchos algoritmos computarizados basados en distintos grados de evidencia, los cuales nos facilitan su aplicación y también nos brindan un importante recurso de investigación y educación medica.

Inconvenientes

    Podemos decir que entre los inconvenientes más importantes está el desconocimiento de su existencia y el no saber cuáles son sus limites. A estos que posiblemente son los más importantes, se le suman la incapacidad de convertir lo expresado en algoritmos y la carencia de su disponibilidad, ya que si bien existe una cantidad importante de algoritmos, por diversos motivos solo se utilizan muy pocos de manera rutinaria.

Otro inconveniente a tener en cuenta es acostumbrarse exclusivamente a algoritmos ajenos y pretender que sean lo que no son, no son la verdad, son tan solo una herramienta y su eficiencia dependerá del uso que se le dé. Un detalle para tener en cuenta es la existencia de una propuesta para crear un centro de algoritmos.

    En síntesis debemos pensar que muchos de los inconvenientes dependen de quienes los desconocen, de quienes no conocen sus límites y de aquellos que los sobreutilizan.

    Si queremos una mayor claridad y valorización de los algoritmos leamos la muy apropiada referencia que hace de ellos Komaroff;

..........mientras los algoritmos puedan seguir jugando un papel en la toma de decisiones médicas, es improbable que encuentren algún papel en los otros dos aspectos críticamente importantes de la atención a los pacientes ....escuchar lo que dice, cómo lo dice y qué es lo que no dice, así como explicar, dar confianza y mostrar que uno se preocupa. Los algoritmos no son substitutos de la experiencia sensibilidad o compasión... En nuestra opinión, los algoritmos nos pueden ayudar a articular cómo tomamos las decisiones, a clarificar nuestro conocimiento y a reconocer nuestra ignorancia. Nos pueden ayudar a desmitificar la práctica de la medicina y a demostrar que mucho de lo que llamamos el arte de la medicina es realmente un proceso científico, una ciencia que esta esperando ser articulada.

 

BIBLIOGRAFIA