Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de Medicina - N° 123 – Enero 2003
Pág: 1-2
ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFAGICO: Su Tratamiento
Claudia V. Mari, Alejandra N. Odriozola, Daniel O Sosa Fontela; Veronica A. Vanasco
Prof. Dr. Miguel H. Ramos
INTRODUCCION
El reflujo gastroesofágico no es siempre un hecho patológico, se produce también en los sujetos sanos. Normalmente lo que ocurre es que la frecuencia de episodios de reflujo es pequeña, el tiempo de contacto del ácido gástrico con la mucosa esofágica es breve y la resistencia del esófago a los agentes agresores está conservada. La alteración de algunos de estos factores desencadena la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Definimos entonces al reflujo patológico aquel que es capaz de producir síntomas o inflamación del esófago, ya sea endoscópica o histológica. Pueden existir síntomas de reflujo sin lesión esofágica evidente o bien, ser asintomática. (1)
Es la patologia más frecuente del mundo occidental. Su prevalencia endoscópica varía desde 0,5% en Senegal hasta 22,8% en Inglaterra. (2)
Se manifiesta clínicamente por pirosis o regurgitación ácida que aumenta tras la ingesta y con el decúbito y se alivian con alcalinos. Otras veces se presenta con eructos, dolor epigástrico, pesadez postprandial, nauseas, hipo, disfagia, odinofagia o anemia, molestias faringeas, alteraciones respiratorias (tos nocturna, broncoespasmo, neumonias recurrentes o fibrosis pulmonar) o dolor torácico.
El diagnóstico puede realizarse por los síntomas clínicos (cuando es sintomático) o por la endoscopia que nos permite valorar la intensidad del reflujo gastroesofágico, y sus consecuencias, además evidenciar las complicaciones de la esofagitis. El hecho de que una esofagoscopia sea normal no excluye la existencia del reflujo patológico, ya que hasta el 40% de los pacientes con síntomas no presentan signos endoscópicos de esofagitis.
En la actualidad se acepta que el mejor método para el diagnóstico es la realización de una pHmetría ambulatoria de 24 horas, pero este método no está disponible en todos los centros, por lo que se utiliza en los casos de dudas diagnósticas o de respuesta al tratamiento y a la valoración previa a la cirugía.
Las complicaciones de la ERGE son principalmente: la estenosis esofágica, que se producen cuando el reflujo es grave y prolongado; la úlcera péptica del esófago que asienta generalmente sobre el esófago de Barret, que tienden a ser profundas y pueden causar hemorragia aguda e incluso perforarse; hemorragia digestiva que suele manifestarse como anemia crónica, debido a la perdida oculta de sangre en las heces(1); el esófago de Barret que es la transformación del epitelio epidermoide lesionado por epitelio columnar. Su importancia clínica y diagnóstica deriva de su capacidad para evolucionar al adenocarcinoma esofágico, cuyo riesgo es 50 veces mayor en estos pacientes(2).
Con respecto al tratamiento existen varias formas dependiendo de la gravedad de la ERGE, pero en general abarca:
Medidas higiénico-dietéticas: donde se le enseña al paciente a evitar factores que incrementen sus síntomas, por ejemplo, evitar picantes, grasas, chocolates, café, alcohol, tabaco, y fármacos que favorece la incompetencia del esfínter esofágico inferior(EEI), como también el uso de prendas holgadas para evitar la compresión a nivel del abdomen; a no ingerir alimentos en las 3 horas previas a acostarse y elevar la cabecera de la cama con tacos de 15-20 cm. de altura; y bajar de peso si está excedido.
Tratamiento Farmacológico: dentro del cual se encuentran los procinéticos y los antisecretores, a su vez dentro de estos tenemos a los antagonistas H2 y a los inhibidores de la bomba de protones.
Tratamiento Quirúrgico: quien es necesario en el 5% de los pacientes y solo está indicado en el fracaso del tratamiento farmacológico o la aparición de complicaciones.
METODOS
El material utilizado fue extraído de la Biblioteca de la Facultad de Medicina de la UNNE; también se recurrió a Internet cuya ba se de datos fue el Med Line, los buscadores fueron Pub Med y MsH Browser y la palabra clave: Gastro-oesophageal reflux disease/ drug therapy. Los límites: Publicaciones Metha-Analysis, Clinical Trials, Randomized Controlled Trial, del 2001/2002; en humanos.
DESARROLLO
Nuestro trabajo se basa en el tratamiento farmacológico; comenzaremos mencionando a los agentes procinéticos como Cisapride, que es un agonista selectivo de los receptores de la 5-Hidroxitriptamina, que actúa disminuyendo las relajaciones del EEI en pacientes con ERGE, hemos hallado controversia en su eficacia, algunos autores concluyeron que este fármaco disminuye la frecuencia de relajación del EEI significativamente sin cambiar el vaciamiento gástrico(3). Otros en cambio opinan que el Cisapride está excepto de efectos en el mecanismo motor del EEI en pacientes con ERGE(4).
El Acido Gamma Aminobutírico(GABA), receptor B agonista Baclofen, es un potente inhibidor de las relajaciones del EEI que pueden ser útiles en el manejo de la ERGE; con una sola dosis de 40 mg produce su efecto principal durante las 4 primeras horas después de la toma(5), (6).
Otros fármacos utilizados en el tratamiento de la ERGE son los antisecretores donde se encuentran los antiH2 y lo inhibidores de la bomba de protones. Los antiH2 actúan disminuyendo la secreción ácida gástrica mediada por la histamina de la célula parietal. Los bloqueantes H2 no afectan la motilidad gástrica, tiempo de vaciamiento gástrico, tono del esfínter esofágico o función exócrina pancreática(7).
Los inhibidores de la bomba de protones suprimen la secreción ácida gástrica por inhibición competitiva de la bomba hidrógeno/potasio ATPasa, presente en la superficie de la célula parietal (7).
Varios estudios afirman que los inhibidores de la bomba de protones son los más eficaces para el tratamiento de la ERGE que los antiH2 (8), (9), (10). Inclusive no existe diferencia en la supresión ácida utilizando inhibidores de la bomba de protones como monoterapia, contra la utilización de terapia combinada de inhibidores de la bomba de protones + antiH2(11).
Dentro de los inhibidores de la bomba de protones existen varios, como ser Rabeprazol, Lansoprazol, Pantoprazol, siendo el Omeprazol el prototipo de este grupo. El Rabeprazol es uno de los nuevos inhibidores de la bomba de protones efectivo en el tratamiento de la ERGE(12); usando dosis estándar es tan eficaz como el Omeprazol en altas dosis para el tratamiento de esta enfermedad(13); tanto de la esofagitis erosiva como la no erosiva (14). Por otra parte utilizando las dosis actualmente comercializadas de Lansoprazol y Omeprazol, la normalización del reflujo esofágico es más fácilmente obtenido con el uso del Lansoprazol(15).
CONCLUSION
Por lo tanto hemos concluido que por ser esta patología una de las más frecuentes en la consulta diaria, sobre todo en los centros de atención primaria de la salud, y cuyo tratamiento como hemos visto se basa principalmente en las medidas higiénico-dietéticas y en el tratamiento farmacológico (en los casos no complicados), donde la mayoría de los estudios hablan a favor de los nuevos inhibidores de la bomba de protones para la terapéutica de la ERGE ya que son superiores en la tasa de curación, disminución de las proporciones de recaídas, por su excelente eficacia clínica, tolerancia y escasez de efectos adversos graves; deberían utilizarse como terapia de primera línea en esta enfermedad.
BIBLIOGRAFIA
Farreras Rozman. Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico. Medicina Interna. 13ª Edición. Editorial Mosby/Doyma Libros, madrid-España.Vol. I Sección 2. Parte 1,pág. 63-67.
Ferraina P, Oria A. Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico. Cirugía de Michans. 5ª Edición. Editorial El Ateneo, 1997. Buenos Aires-Argentina. Sección V, pág.392-399.
Pehlivanov N, Sarosiek I, Whitman R, Olyaee M, col. Effect of Cisapride on nocturnal transient lower oesophageal sphincter relaxations and nocturnal gastro-oesophageal reflux in patients with oesophagitis: a double blind placebo controlled study. Aliment Pharmacol Ther. 2002 Apr; 16(4): 743-7.
Finizia C, Lundell L, Cange L, Ruth M. The effect of Cisapride on oesophageal motility and lower sphincter function in patients with gastro-oesophageal reflux disease. Eur J Gastroenterol Hepatol. 2002 Jan; 14(1): 9-14.
Zhang Q, Lehmann A, Rigda R, Dent J, col. Control of transient lower oesophageal sphincter relaxations and reflux by the GABA (b) agonist baclofen in patients gastro-oesophageal reflux disease. Gut. 2002 Jan; 50(1): 19-24.
Cange L, Johnsson E, Rydholm H, Lehmann A, col. Baclofen-mediated gastro-oesophageal acid reflux controll in patients with established reflux disease. Aliment Pharmacol Ther. 2002 May; 16(5):869-73.
Malgor L A, Valsecia M E. Medicación antisecretora. Farmacología Médica. Cátedra de Farmacología. Facultad de Medicina UNNE. Vol 4 Capítulo 3;pág.45-54.
Mathias SD, Colwell HH, Miller DP, Pasta DJ,col. Health-Related quality-of-life and quality-days incrementally gained in symptomatic nonerosive GERD patients treated with Lansoprazole or ranitidine. Dig Dis Sci. 2001 Nov; 46(11): 2416-23.
Armstrong D, Pare P, Pericak D, Pyzyk M. Symptom relief in gastro-oesophageal reflux disease: a randomized, controlled comparision of pantoprazole and nizatidine in a mixed patient population with erosive esophagitis or endoscopy-negative reflux disease. Am J Gastroenterol. 2001 Oct; 96(10): 2849-57.
Caro JJ, Salas M, Ward A. Healing and relapse in gastro-oesophageal reflux disease treated with the newer proton-pump inhibitors Lansoprazole, Rabeprazole, Pantoprazole compared with Omeprazole, Ranitidine and placebo: evidence from randomized clinical trials. Clin Ther. 2001 Jul; 23(7): 998-1017.
Fackler WK, Ours TM, Vaezi MF, Richter JE. Long-term effect of H2RA therapy on nocturnal gastric acid breakthrough. Gastroenterology. 2002 Mar; 122(3): 625-32.
Gardner JD, Perdomo C, Sloan S, Hahne WF, col. Integrated acidity and rabeprazol pharmacology. Aliment Pharmacol Ther. 2002 Mar; 16(3): 455-64.
Holtmann G, Bytzer P, Metz M, Loeffler V, col. A randomized, double- blind, comparative study of standar-dose rabeprazole and high dose omeprazole in gastro-oesophageal reflux disease. Aliment Pharmacol Ther. 2002 Mar; 16(3): 479-85.
Minner P Jr, Orr W, Filippone J, Jokubaitis L, col. Rabeprazole in nonerosive gastro-oesophageal reflux disease: a randomized placebo-controlled trial. Am J Gastroenterol. 2002 Jun; 97(6): 1332-9.
Frazzoni M, De Micheli E, Grisendi A, Savarino V. Lansoprazole vs Omeprazole for gastro-oesophageal reflux disease: a pH-metric comparison. Aliment Pharmacol Ther. 2002 Jan; 16(1): 35-9.