Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de Medicina - N° 125 – Marzo 2003

Pαg. 15-18

ESTATINAS: PREVENCION PRIMARIA Y SECUNDARIA DE LA HIPERCOLESTEROLEMIA

Dr. Rubén Oscar SOSA, Srta. Mariela Cecilia GARAY MICHELLON, Dra. Noemí Karina OLIVELLO WHITE, 

Dra. Marisa Alejandra RODAS, Dr. Juan Carlos RUSIN

 

INTRODUCCION

    La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en los países industrializados, y no es de sorprender que de cuenta de una proporción importante de los gastos de atención de la salud. En los Estados Unidos, se ha estimado que alrededor de un tercio de los costos se deben a enfermedad coronaria (EC). Los gastos anuales debidos a EC, se han estimado en más de US$ 50 billones y si también se incluyen los gastos indirectos relacionados fundamentalmente con la falta de productividad, este monto se duplica. Además, los gastos anuales debido a los accidentes cerebrovasculares (ACV) también son elevados, estimados alrededor de US$ 30 billones y casi US$ 45 billones si se incluyen costos indirectos, así como las costosas secuelas clínicas y procedimientos utilizados para tratar la aterosclerosis. (1)

    Uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular es el aumento del colesterol sérico, con alta prevalencia en los países industrializados, y que juega un papel importante en el desarrollo de aterosclerosis.

La participación de éste en la enfermedad cardiovascular nos ha llevado a realizar la siguiente revisión bibliográfica, con el objetivo de responder los siguientes interrogantes:

MATERIAL Y METODOS

    Para la realización de la presente revisión bibliográfica, los autores procedieron a la búsqueda de material en Medline y Cochrane, artículos en lengua inglesa. Se utilizaron las siguientes palabras clave: hypercholesterolemia – cholesterol – atherosclerosis – dyslipemia – prevention – cost-efectiveness – statin.

    También fueron consultados artículos en las siguientes revistas: JAMA, Circulation, y New England Journal of Medicine.

DESARROLLO

    En mayo de 2001, el Panel para el Tratamiento de Adultos III (ATP III) del Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol (National Cholesterol Education Program -NCEP-) emitió recomendaciones para el dignóstico y tratamiento de la hipercolesterolemia, que representa un avance importante en la determinación del riesgo. Las precedieron las del ATP I (1988), que señalaban la estrategia para la prevención primaria de la EC en personas con niveles elevados de colesterol LDL (c-LDL) >160 mg/dl o niveles moderadamente elevados: 130-159 mg/dl, pero asociado a dos factores de riesgo coronario; y las del ATP II (1993), que además de las pautas anteriores define la importancia de disminuir el valor del c-LDL a menos de 100 mg/dl en pacientes con EC conocida, es decir prevención secundaria (2-3). Luego de las recomendaciones del ATP II, se conocieron los resultados de ensayos a gran escala con inhibidores de la 3- hidroxi-3-metilglutaril coenzima A reductasa (estatinas).

    Dichos estudios son:

    Los principales estudios con estatinas y los metanálisis resultantes aportaron un cimiento sólido para una revisión de las recomendaciones basadas en la evidencia. Estos prestigiosos estudios y otros datos analíticos, epidemiológicos y clínicos, sirvieron de base para las recomendaciones del ATP III. Éste mantiene el mismo criterio para prevención secundaria, pero llama la atención sobre las metas más estrictas, en pacientes con múltiples factores de riesgo (basados en el puntaje de Framingham), o en aquellos pacientes que tengan entidades que implican igual riesgo que el tener enfermedad coronaria (equivalentes coronarios), como ser: enfermedad vascular periférica, aneurisma abdominal aórtico, enfermedad arterial carotídea, trastorno isquémico transitorio o ACV trombótico y diabetes mellitus. En estos casos el ATP III establece como meta ideal bajar el c-LDL a menos de 100 mg/dl , igual que en prevención secundaria.

    Se hace énfasis en que el manejo preventivo y terapéutico debe basarse en el riesgo absoluto de cada paciente en forma individual. (Tabla I)

 

 

TABLA I: Recomendaciones del ATP III. Nuevas características.

  • Clasifican ciertas patologías como equivalentes coronarios: enfermedad vascular periférica, aneurisma de aorta abdominal, enfermedad arterial carotídea sintomática, diabetes, ³ 2 factores de riesgo mayores con un riesgo de EC a los 10 años > 20%.

  • Asignan a los pacientes a 1 de 3 categorías de riesgo, y no a prevención primaria o secundaria:

  • Alto riesgo: EC o equivalente de riesgo coronario, con riesgo de sufrir un nuevo o recurrente evento coronario a los 10 años > 20%.

  • Riesgo intermedio: ³ 2 factores de riesgo mayores, con un riesgo de EC a los 10 años del 10-20%.

  • Bajo riesgo: 0-1 factor de riesgo mayor, con un riesgo de EC a los 10 años < 10%.

  • Calculan el riesgo de EC a los 10 años sobre la base de una versión modificada del sistema de puntuación del riesgo de Framingham.

  • Reclasifican la diabetes, que deja de ser un factor de riesgo mayor y pasa a ser un equivalente de riesgo coronario.

  • Modifican el objetivo de c-LDL de los pacientes con EC (o equivalente de riesgo coronario), que deja de ser £ 100 mg/dl y pasa a ser < 100 mg/dl, lo que significa que un objetivo de c-LDL inferior a 100 mg/dl podría ser beneficioso.

 

    Por lo tanto el primer enfoque ante un paciente con dislipidemia es definir su riesgo. Esto implica que junto con la medición de c-LDL se deben identificar los factores de riesgo adicionales en cada paciente. (Tabla II)

TABLA II. Factores de riesgo.

  • Mayores

  • Tabaquismo

  • Hipertensión (³ 140-90 mm Hg)

  • C-LDL < 40 mg/dl

  • EC prematura (familiar de primer grado)

  • Edad: hombres ³ 45 años, mujeres ³ 55 años

  • Hábitos de vida aterogénicos:

  • Obesidad

  • Sedentarismo

  • Dieta aterogénica

  • Factores de riesgo emergentes:

  • Lipoproteína (a)

  • Homocisteína

  • Factores trombóticos / proinflamatorios

  • Alteración de la glucemia en ayunas

  • Enfermedad aterosclerótica subclínica

  • Síndrome metabólico:

  • Constelación de factores de riesgo lipídicos y no lipídicos con 3 o más de las siguientes características clínicas:

  • Circunferencia de cintura: > 101,5 cm (40 pulgadas) para hombres; > 89 cm (35 pulgadas) para mujeres

  • Triglicéridos: ³ 150 mg/dl

  • C-HDL: < 40 mg/dl en hombres, < 50 mg/dl en mujeres

  • Presión arterial: ³ 130-85 mm Hg

  • Glucemia en ayunas: ³ 110 mg/dl

  • Triglicéridos: ³ 200 mg/dl

    Posteriormente a la publicación del ATP III, se dieron a conocer los resultados del ensayo clínico multicéntrico HPS (Heart Protection Study) del Medical Research Council British Council / British Heart Foundation. En el mismo se reclutaron 20.536 pacientes entre 40-80 años, del Reino Unido, entre julio de 1994 y mayo de 1997. Se tomó como criterio de inclusión la existencia de alto riesgo de cardiopatía coronaria, sin clara indicación para el tratamiento hipolipemiante. El estudio se dirigió particularmente a mujeres, mayores de 70 años de edad, diabéticos, pacientes con enfermedad vascular no coronaria y a pacientes con valores de colesterol en la media o por debajo de la media. Se investigaron dos regímenes: simvastatina 40 mg/día y una combinación de antioxidantes como: vitamina E 600 mg, vitamina C 250 mg y betacarotenos 20 mg/día. Los pacientes se distribuyeron en cuatro grupos de 5.000 personas cada uno, los que recibieron simvastatina únicamente, simvastatina y vitaminas, vitaminas solas o placebo durante 5,5 años. Al finalizar dicho ensayo se demostró que las vitaminas no aportaron ningún efecto beneficioso ni perjudicial en términos de enfermedad vascular. Por el contrario, se lograron efectos beneficiosos sorprendentes con la simvastatina, ya que redujo los eventos vasculares mayores a menos de un tercio en pacientes de alto riesgo, en quienes era incierta la indicación de tratamiento hipolipemiante, especialmente mujeres, personas mayores de 70 años y pacientes con niveles de colesterol < 100 mg/dl. (9-10)

    No quedan dudas del beneficio de las estatinas, pero debemos destacar las recomendaciones del ATP III con respecto a que la dieta y el ejercicio pueden ser suficientes para reducir el c-LDL en aproximadamente el 50% de los pacientes en prevención primaria, dándole importancia trascendente a los cambios en el estilo de vida, como pilar terapéutico inicial.

    Sin embargo, antes de aconsejar el uso extenso del tratamiento hipolipemiante, es necesario establecer si éste es costo – eficaz. El costo del tratamiento con estatinas depende en gran medida del nivel de riesgo en que se produce la intervención y la frecuencia de ese nivel de riesgo.

    En prevención secundaria, el uso de estatinas ha demostrado ser costo – eficaz, sobre todo en pacientes con factores de riesgo múltiples para enfermedad coronaria. Un análisis económico de los datos recogidos del estudio 4S (Scandinavian Simvastatin Survival Study Group) reveló que el tratamiento con simvastatina redujo en forma significativa el número y duración de las internaciones hospitalarias, lo que se tradujo en una reducción de los costos. (1-11)

    En cambio es más controvertido el tratamiento con estatinas en prevención primaria donde el costo del tratamiento aumenta marcadamente a medida que los pacientes reducen los niveles de riesgo. Se estableció que el tratamiento con estatinas sólo era costo – eficaz en hombres con varios factores de riesgo para enfermedad coronaria, tales como: fumadores, con sobrepeso y con presión arterial elevada, pero también se demostró que era costo – eficaz para los hombres con bajo riesgo, entre 40-60 años de edad y en mujeres de bajo riesgo, entre 50-70 años, por el beneficio adicional del aumento del nivel de HDL. (1-12)

CONCLUSION

    La enfermedad cardiovascular es la principal causa de mortalidad en adultos en el mundo. En la actualidad, se cuentan con elementos suficientes para identificar a los pacientes de riesgo, así como mejores tratamientos tanto para prevención primaria como secundaria de enfermedad cardiovascular. Con respecto a esto, no quedan dudas de los beneficios aportados por las estatinas, ya que demostraron ser eficaces para reducir el riesgo de ACV, de vasculopatías periféricas y otras vasculopatías tanto en pacientes con cifras elevadas de colesterol como en aquellos que presentaron niveles "normales o bajos" pero con riesgo aumentado.

    En prevención secundaria el uso de estatinas ha demostrado ser costo – eficaz, especialmente en pacientes con múltiples factores de riesgo para enfermedad coronaria; aunque fueron costo – eficaces en prevención primaria sólo en hombres con varios factores de riesgo para enfermedad cardiovascular.

    Es de destacar, que como las patentes de las estatinas expirarán en corto tiempo, es de esperar que los precios bajen, con lo cual serán más costo – eficaces, beneficiando en mayor medida a pacientes en prevención primaria.

BIBLIOGRAFIA

  1. JACOBSON T. A.; SCHEIN, J. R.; WILLIAMSON, A. et al. Maximizing the cost – effectiveness of lipid – lowering therapy. Arch. Interm. Med. 1998; 158: 1977 – 1989.

  2. Summary of the Second Report of the National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel on Detection, Evaluation and Teatment of High Bload Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel II). JAMA 1993; 269: 3015 – 3023.

  3. Executive Summary of the Third Report of the National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel on Detection, Evaluation and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel III). JAMA 2001; 285: 2486 – 2497.

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  5. DOWNS JR.; CLEARFIELD M.; WEIS S. et al. Primary prevention of acute coronary events with lovastatin in men and women with average cholesterol levels. Results of AFCAPS/TEXCAPS. JAMA 1998; 279: 1615 – 1622.

  6. SACKS FM.; PFEFFER MA.; MOYE LA. et al., for the Cholesterol and Recurrent Events Trial investigators. The effect of pravastatin on coronary events after myocardial infarction in patiens with average cholesterol levels. N. Engl. J. Med. 1996; 339: 1349 – 1357.

  7. The LIPID Study Group: prevention of cardiovascular events and death with pravastatin in patients with coronary heart disease and broad range of initial cholesterol levels. N. Engl. J. Med. 1998; 339: 1349 – 1357.

  8. PEDERSEN T R.; OLSSON AG.; FAERGERMAN O. et al. Lipoprotein changes and reduction in the incidences of major coronary heart disease events in the 4S Study. Circulation 1998; 97: 1453 – 1460.

  9. MRC/BHF Heart Protection Study of Cholesterol lowering with simvastatin in 20536 high – risk individuals: a randomized placebo – controlled trial. Lancet 2002, jul 6; 360 (9326): 2 – 3.

  10. COLLINS R, PETO R, ARMITAGE. The MRC/BHF Heart Protection Study: preliminary results. Int. J. Clin. Pract. 2002, Jan – Feb; 56 (1): 53 – 56.

  11. JOHANNESSON M, JONSSON B, KJEKSHUS J, Cost – effectivenss of simbastatin treatment to lower cholesterol levels in patients with coronary heart disease. N. Engl. J. Med. 1997; 336: 332 – 336.

  12. CARO J, HLITTICH W, MAC GUIRE A. et al. The West of Scotland Coronary Prevention Study: economic benefit analysis of primary prevention with pravastatin. Br. Med. J. 1997, 315: 1577 – 1582.