AMIODARONA
Dr. Lépori, José
Orlando, Dr. Danoviz Julio Alberto, Dr. Dalmaroni Juan Carlos
Cursantes de la Carrera
de Especialización en Cardiología - Posadas - Misiones
La amiodarona
es un derivado del benzofurano sintetizado por los Laboratorios Labatz
en Bélgica e inicialmente desarrollado como vasodilatador coronario
Otros derivados de su grupo demostraron importantes efectos colaterales
por lo que la amiodarona se convirtió en el principal compuesto
y una de las drogas objeto de mayores estudios farmacológicos y
clínicos de los últimos tiempos. En la década de 1960,
Charlier y asociados revelaron algunas de las particulares propiedades
de la amiodarona, tales como los prolongados períodos de comienzo
y terminación de su efecto terapéutico con estado de equilibrio
a las cinco semanas de la iniciación del tratamiento oral y reversión
completa de su acción a las cinco semanas de la interrupción
del mismo. En 1967, Vastesaeger y colaboradores publicaron el primer estudio
clínico demostrando el efecto antianginoso de la amiodarona. En
1969, Charlier y col. documentaron el efecto antiarrítmico en animales
y un mecanismo de esa acción fue propuesto por Singh y Vaughan-Williams
en 1970. La destacaba actividad del Dr. Mauricio Rosenbaum y su grupo en
Buenos Aires, Argentina, produjo los primeros estudios documentando las
propiedades antiarrítmicas de la amiodarona y en 1974 publicaron
el primer trabajo clínico usando la amiodarona oral como antiarrítmico
para el control de una variedad de arritmias incluyendo las asociadas con
el síndrome de Wolf-Parkinson-White. En las ultimas dos décadas
miles de trabajos sobre los efectos de la amiodarona han sido publicados.
En este tiempo se ha convertido en la droga más efectiva para el
tratamiento de arritmias ventriculares y supraventriculares abriéndose
camino en territorios inicialmente adversos como lo fue el de los Estados
Unidos. Si bien con recelo y lentitud, la FDA terminó por aprobar
su uso, en principio para pacientes con arritmias letales en los que los
otras drogas fueran invectivas.
FARMACODINAMIA
La farmacodinamia
de la amiodarona es inusual, prácticamente única, y no completamente
entendida. Por lo tanto su uso en la práctica diaria sigue lineamientos
empíricos basados en observaciones clínicas publicadas, más
que en su farmacodinamia. Mediante la cromatografia líquida de alta
resolución, método confiable, sensible y específico,
que permite la detección de la amiodarona y su metabolito principal
(desethylamiodarona) en el suero, otros líquidos orgánicos
y en los tejidos, se ha mostrado que tanto la dosis oral única como
el bolo intravenoso resultan en un alto pico serico (>5 ug/ml) por un muy
corto período de tiempo (1 a 2 horas). Luego declina rápidamente
por las próximas 3 a 7 horas, período en el cual no hay amiodarona
medible en orina o heces. Esta observación es consistente con la
acumulación tisular de la droga. El modelo de tres compartimentos
permite un mejor entendimiento de su farmacodinamia aunque aún no
sea completamente definida: primero, el compartimento central de distribución
de volumen de amiodarona, se llena rápidamente y rebasa hacia otros
compartimentos; segundo, el compartimento periférico integrado por
la mayoría de los órganos se llena en alrededor de 5 días
(la interrupción del tratamiento en este punto vacía rápidamente
este compartimento)- tercero, el estado de equilibrio se demora hasta que
el compartimento profundo (la grasa) se llena, lo que toma de 3 a 10 meses.
La terminación del tratamiento vacía este compartimento muy
lentamente. Por lo tanto el volumen de distribución es muy grande
(300 a 500 litros)la grasa corporal contiene la más alta acumulación
de amiodarona. La biodisponibilidad de la droga es bastante variable alrededor
de 30 a 50 por ciento (rango 22 a 85 %) y la excreción es mínima
por vía hepática y en heces. La droga es extensamente metabolizada
en todos los tejidos a desethylamiodarona (DEA), cuyos niveles sericos
generalmente son paralelos a los de la amiodarona (en el rango de 1,5 a
2,5 ug por mililitro durante el estado de equilibrio). Ciertos tejidos
tienen concentraciones variables de DEA siendo el hígado el mayor
y la grasa el menor sugiriendo diferente metabolismo tisular de la amiodarona.
Tanto ésta como la DEA son excretadas en pequeñas cantidades
por vía biliar durante la terapia crónica.
Los datos
de la farmacodinamia son consistentes con las observaciones clínicas
de que se necesitan varias semanas de altas dosis diarias (1200 a 1600
mg) de amiodarona para obtener efecto de supresión de arritmia.
Durante el estado de equilibrio (que toma 3 a 6 semanas para alcanzarse),
la dosis diaria puede reducirse a alrededor de 400 mg por día. Altos
niveles de amiodarona y DEA son consistentemente encontrados en hígado
y pulmón. En muestras de biopsia en pacientes con toxicidad hepática
y pulmonar, altos niveles de ambos componentes fueron notados por Heger
y colaboradores siendo los niveles de DEA tres a cuatro veces más
altos que los de amiodarona sugiriendo tina relación entre DEA y
la toxicidad o efectos colaterales. La lenta liberación de la amiodarona
desde los sitios de acoplamiento al tejido parece ser el paso moderador
y es responsable de la larga vida media de eliminación. Amplias
variaciones existen entre los pacientes en este sentido con vidas media
de eliminación con rango de 13,7 a 129 días. Por lo tanto
la dosificación de la amiodarona involucra una fase de carga hasta
el período de equilibrio en el rango de 1200 a 1600 mg diarios en
dosis divididas por 10 a 20 días, seguidos por una fase de mantenimiento
de 400 a 600 mg diarios, seguidos por otra reducción a 200 a 400
mg por día luego de 4 a 6 meses de tratamiento.
MECANISMOS
DE ACCION Y EFECTOS ELECTROFISIOLOGICOS.
El mecanismo
exacto de acción de la amiodarona no es aún conocido. Su
acción como vasodilatador coronario puede contribuir mínimamente
a su efecto antiarrítmico. Tiene efectos de antagonista adrenérgico
y se conoce que actúa como un antagonista no competitivo de los
receptores beta. También se ha documentado que disminuye el número
de receptores beta, en el músculo ventricular sin alterar la afinidad
de los receptores. Estas acciones pueden atenuar el efecto cronotrópico
de las catecolaminas. El hipotiroidismo tiene un efecto similar que resulta
en una reducida densidad de los receptores beta. Se considera que la amiodarona
puede inhibir la accción de la triiodotironina (T3) en el miocardio.
Se ha demostrado que el uso concomitante de amindarona y hormona tiroidea
previene la prolongación de la fase de repolarización del
potencial de acción sugiriendo que mecanismo de acción puede
ser la inducción de un efecto de hipotiroidísmo miocárdico
Un efecto electrofisiológico sobresaliente de la droga que ha sido
consistentemente demostrado, es la homogénea prolongación
del potencial de acción en miocardio auricular y ventricular. Aumenta
los períodos refractarios absolutos y efectivos. Estos cambios en
la repolarización se observan desde una semana del comienzo del
tratamiento hasta que se alcanza el estado de equilibrio. Luego se incrementan
de modo escalonado hasta que se encuentra la dosis de mantenimiento. Estos
efectos han sido notados en la aurícula, ventrículo, nódulo
AV sistema His - Pukinge y vías anómalas. El ECG usualmente
muestra un incremento del intervalo PR y QT y bradicardia sinusal. Esta
última puede ser resultado de una disminución de la despolarización
en fase 4 del nódulo sinusal lo que es consistente con el posible
mecanismo de bloqueo de los canales lentos del calcio.
La administración
endovenosa de la amiodarona causa pocos, o no, cambios en la refractariedad
ventricular. El efecto principal es la prolongación de la refractariedad
anterógrada y retrógrada de la conducción nodal e
intranodal. También elentece la conducción anterógrada
y retrógrada de las vías anómalas. Mediante estudios
electrofisiológicos se ha demostrado que el aumento de los períodos
refractarios (auricular y ventricular) y el aumento del bloqueo AV Wenckebach
inducido por marcapaseo auricular, son mas pronunciados que los producidos
por la quinidina y procainamida.
En síntesis,
si bien la amiodarona ha sido ubicada en la Clase 111 de la clasificación
de drogas antiarritmicas de Vaugham-Williams por su marcado efecto de aumento
de la refractariedad del miocardio, comparte también propiedades
de las clases III y IV.
EFICACIA:
La particular farmacodinamia
de la amiodarona ha provocado grandes dificultades para la evaluación
objetiva de su eficacia en el tratamiento de diversas arritmias, especialmente
en la ventriculares malignas. Los estudios orientados a eso van desde comunicaciones
anecdóticas, pasando por estudios clínicos no randomizados
hasta los actuales estudios multicéntricos controlados contra placebo,
"drogas convencionales" y cardiodefibritadores implantables. Sin embargo
todos han sido cuestionados y han recibido críticas por su metodología
o interpretación de resultados. A pesar de ello es evidente que
la amiodarona resiste a través del tiempo, mostrando diversos grados
de efectividad para cada arritmia pero siempre superior a cualquier elemento
contra el que se la compare excepto por los cardiodesfibriladores implantabas.
Efecto en taquiarritmias
supraventriculares:
Fibrilación auricular
:
En la fibrilación
auricular, estado de desorganización total de la activación
auricular por la presencia de varias ondas reentrantes que se desplazan
por el miocardio auricular en forma continua, la amiodarona es utilizada
tanto para lograr la conversión al ritmo sinusal como para mantenerlo.
La gravedad de la arritmia radica en su notable asociación a fenómenos
trornboembólicos resultantes de la falta de actividad mecánica
de las cámaras y especialmente de las orejuelas. Afecta al 2 % de
la población general y al 5% de la población mayor de 60
años con incidencia de accidente cerebrovascular de uno cada 20
pacientes (con FA) por año. La búsqueda de soluciones efectivas
es, entonces sumamente importante. Se reportan cifras de conversión
al ritmo normal entre 50 y 96 % con la amiodarona incluyendo casos de FA
de larga data, con cardiopatía orgánica subyacente (Santos
y col.) y aún en casos de fracasos de otras drogas convencionales.
Sin embargo la presencia de una aurícula izquierda dilatada presente
en la Rx de tórax fue un hecho altamente predictivo de fracaso.
La ecocardiografia ha pertnitido puntualizar mas efectivamente este hecho.
Así Nacarelti y col. Reportaron 88% de éxito en la conversión
en pacientes con diámetro auricular izquierdo igual o menor de 4,5
cm y 33% con diámetro superior a 5 cm. Otros autores corroboraron
estos hallazgos (Horowitz : éxito reducido con diámetros
de Al superior a 5,5 cm). Goid y col. encontraron que la antigüedad
mayor de un año de la fibrilación auricular predecía
mejor el fracaso de la conversión que el diámetro de la aurícula
izquierda. Haffajee encontró una alta frecuencia de éxito
usando la amiodarona por 4 a 6 semanas previo a la cardioversión
eléctrica en pacientes con valvulopatía mitral corregida
quirúrgicarnente y la mayoría de los pacientes han mantenido
el ritmo sinusal.
La administración
oral de amiodarona es bastante efectiva para mantener el ritmo normal luego
de la cardioversión evitando recurrencias en pacientes afectados
de FA paroxístico.
La vía endovenosa
también ha sido usada para la conversión a ritmo sinusal
y la mayoría muestra éxito en el rango del 80 % cuando la
droga es dada en bolo de 5 a 7 mg/Kg. con o sin infusión continua.
· Taquicardias supraventriculares:
En pacientes refractarios
a drogas mas convencionales se reportan éxitos terapéuticos
de la amiodarona en rangos de 55 a IOO %. La eficacia a largo plazo en
este grupo es de alrededor del 80% con dosis de mantenimiento entre 200
y 400 mg diarios. Varios estudios con el sindrome de WPW y taquicardias
supraventriculares sometidos a estudios electrofisiológicos han
reportado éxitos entre el 70 y 80 %. Un estudio publicado por Wellens
demostró inducibilidad de la taquicardia, durante el estudio electrofisiológico,
en 23 de 30 pacientes con WPW tratados con Amiodarona . Sin embargo durante
el tratamiento crónico con la droga y en un promedio de seguimiento
de 40 meses, sólo el 13% tuvo recurrencia de la arritmia. Esto parece
sugerir que la droga puede actuar suprimiendo los latidos prematuros que
pueden iniciar la taquicardia. Otros estudios demostraron la eficacia de
la amiodarona para prevenir la inducción en el estudio electrofisiológico
y algunos sugirieron que este hecho era buen predictor de éxito
alejado. Al parecer es la longitud del período refractario anterógrado
de la vía anómala mayor de 260 a 280 mseg lo que caracteriza
a estos pacientes en los que la amiodarona es mas efectiva. De todos modos
se reportan porcentajes de éxito alejado en un rango de 30 a 60
% según diversos autores. Otro informe de Wellens reportó
que una baja dosis oral de mantenimiento de 100 a 200 mg de amiodarona
era altamente efectiva para prevenir la taquicardia por reentrada en 76
pacientes con WPW en un seguimiento promedio de 67 meses mientras que pacientes
similares con fibrilación auricular requerían dosis mayores
(entre 200 y 400 mg/día).
Efecto en arritmías
ventriculares (TV y FV):
En varios estudios se ha
demostrado que la amiodarona puede suprimir la extrasistolia ventricular
simple o compleja en mas del 85% de los pacientes lo cual puede determinarse
mediante estudios Holter basales y luego de 4 a 6 semanas de tratamiento
cuando se alcanza el estado de equilibrio. Si se logra la supresión
o eliminación de la extrasistolia y sus formas complejas, puede
predecirse éxito a largo plazo. La eficacia de la amiodarona para
prevenir recurrencia de TV es similar en pacientes tratados empíricamente
o en aquellos sometidos a estudios de esfimulación programada que
no encontraron droga convencional efectiva. Mas aún la inducibilidad
de la TV o FV con la amiodarona, durante el estudio de drogas, no excluye
el éxito alejado de la misma como suele suceder con los antiarrítmicos
convencionales. Si no se encuentra droga efectiva de la Clase 1, varios
estudios indican que el nivel de recurrencia es de aproximadamente 65%
mientras que la amiodarona, en situación similar, muestra una recurrencia
de VT o muerte súbita de sólo el 35%. Los pacientes con relapso
de la arritmia recurrente con la amiodarona predominantemente son del grupo
que no muestra modificación de la VT o VF comparado al estudio basal.
Así lo demuestran estudios de Haffajee y col., Horowitz y col.,
Bauman y colegas. En 1987 Yazaki y colaboradores examinaron el valor predictivo
de la evaluación con estimulación programada luego de una
alta dosis oral de carga de amiodarona por 4 a 6 semanas en 54 sobrevivientes
de TV/FV. Once por ciento de estos pacientes fueron no inducibles y se
mantuvieron libres de recurrencias en un período de seguimiento
promedio de 32 meses. El 89 % restante continuó siendo inducible
pero estos pudieron ser divididos en dos grupos: aquellos cuya arritmia
se modificó (TV mas lenta y mejor tolerada, 20 pacientes) y aquellos
con TV no modificada (28 pacientes). En el grupo modificado hubo recurrencia
en el 15% de TV bien tolerada pero sin muerte súbita. En el grupo
no modificado, 16 de 28 pacientes (57%) tuvieron recurrencias de VT o VF
y muerte súbita en seis. En 1989 Manolis y col. concluyeron que
la estimulación programada temprana (10 a 14 días luego de
altas dosis orales de amiodarona) puede tener valor pronóstico en
pacientes con VT/ VF refractaria a drogas convencionales ya que los que
permanecieron inducibles tuvieron mayor recurrencia y episodios de muerte
súbita respecto a los no inducibles. Hallazgos similares fueron
publicados por Horowitz y col.. A pesar de los datos descriptos se sigue
aduciendo que ninguno de los estudios favorables a la amiodarona pueden
probar que esta droga aumenta la sobrevida de los pacientes. Sin embargo
no parece tenerse en cuenta que la menor recurrencia de arritmias potencialmente
letales, conocidas por su muy probable evolución al paro cardíaco,
pueda tener valor en ese sentido. Por ello son interesantes los estudios
meta-analíticos como el de Greene que define éxito del tratamiento
a la ausencia de recurrencias de TV sostenida. En 13 estudios mayores el
porcentaje de éxito varía del 39 a 78 % habiéndose
reportado muerte arrítmica de 5 a 24% de los casos en un seguimiento
entre 8,5 y 24.4 meses. Herre y col. en un estudio de 427 pacientes tratados
con amiodarona y seguidos por 98 meses demostró una recurrencia
de VT de 19% al año, 33% a los 2 años y 43% a los 5 años
comparados con la frecuencia de recurrencia para la "terapia convencional"
de aproximadamente 67% a los seis meses y 89 % a los díeciocho meses.
El mismo estudio demostró que la recurrencia de muerte súbita
fue de 9%, 15%, y 21% a 1, 3, y 5 años respectivamente cuya incidencia
es la mitad comparada a la de la terapia con drogas convencionales. La
mayoría de los estudios sobre TV han sido realizados con amiodarona
oral. Los pocos estudios con amiodarona intravenosa y estimulación
programada brindan resultados limitados como para demostrar concordancia
con la data acumulada en los estudios por vía oral.
La utilización empírica
de amiodarona para las arritmias ventriculares fue confirmada por importantes
estudios controlados. Tal es el caso de la evaluación CASCADE, que
comparó los antiarrítmicos tradicionales con la amiodarona,
a la que encontró superior que la quinidina, la procainamida, la
flecainida y sus combinaciones.
El estudio CASH que estimó
la supervivencia de los sujetos que habían sufrido un paro cardíaco
en Hamburgo, confirmo la eficacia de la amiodarona. En cambio, el estudio
CIDS comparó su efecto antiarrítmico con el de un cardiodesfibrilador
implantable.
Entre sus conclusiones surge
que ambas estrategias son útiles para reducir la incidencia de muerte
súbita. Sin embargo, resalta que la opción del desfibrilador
suele acompañarse con la administración de un antiarrítmico,
con el propósito de reducir el número de las descargas eléctricas
cardioveroras molestas para el paciente.
A su vez, el CAMIAT, que
es el estudio canadiense de la efectividad de la amiodarona para controlar
las arritmias que sobrevienen luego del infarto de miocardio, y el EMIAT,
que es una evaluación similar desarrollada en Europa, si bien no
mostraron diferencia significativa en la mortalidad global, señalaron
una disminución en las muertes arrítmicas a favor de la arniodarona.
Por último, su asociación
con el veraparnilo despliega un sinergismo en suma poco conocido pero con
bondades terapéuticas reconocidas. Cabe destacar que la amiodarona
y los beta bloqueantes (excepto el d-sotalol) han superado a todos los
antiarrítmicos tradicionales que demostraron un preocupante efecto
proarrítmico luego del estudio CAST, siendo éste mínimo
en la amiodarona.
Arritmias en las cardiomiopatías:
Pacientes con cardiomiopatía
hipertrófica comúnmente presentan arritmias supraventriculares
que pueden producir descompensación hemodinámica severa dado
la disfunción diastólica del ventriculo izquierdo. La amiodarona
se ha probado eficaz en la recuperación y mantenimiento del ritmo
sinusal en estos pacientes incluyendo aquellos con fibritación auricular
de larga data o taquicardias paroxístícas supraventriculares.
También ha mostrado mejorar la tolerancia al esfuerzo y síntomas
(dolor de pecho y disnea) en pacientes que no habían respondido
adecuadamente al tratamiento Beta bloqueante, calcio bloqueante o tratamiento
quirúrgico. McKenna y colaboradores reportaron que el 41% de sus
pacientes tenían flbrilación auricular establecida o paroxismos
de taquicardia supraventricular o fibrilación auricular. Reportaron
ausencia de mortalidad en 21 pacientes consecutivos con CMH con historia
de taquicardia venticular y seguidos por un período de 3 años
mientras que indicaron una mortalidad del 7% anual cuando estos pacientes
fueron tratados, previamente, con disopiramida, quinidina o mexiletina.
Concluyeron que la arniodarona mejoraba la sobrevida en estos pacientes
de alto riesgo a una dosis promedio de 300 mg diarios.
La amiodarona puede considerarse
la droga de elección en casos de miocardiopatía dilatada
en estadíos finales de la enfermedadcuando su arrítmia produce
serio compromiso henodinámico. Se ha demostrado su efectividad en
esta situación sin que agrave la disfunción ventricular.
No se ha demostrado, sin embargo, que prolongue la sobrevida en estos pacientes.
Existen pocas evidencias
de las propiedades inotrópicas de la amiodarona. Es más,
algunos investigadores encuentran una reducción en la fuerza contráctil
del miocardio, que puede explicarse porque el fármaco posee cierta
acción bloqueante de los canales de entrada del sodio y el calcio.
Por otra parte, produce un efecto vasodilatador periférico y coronario,
debido a lo cual modifica la precarga y la poscarga del corazón
y produce un efecto cardioprotector ante la isquemia. Por lo tanto, no
ha de sorprender que la amiodarona realce el rendimiento cardíaco
y disminuya la presión diastólica de fin de llenado ventricular,
al tiempo que reduce la resistencia vascular en los territorios coronario
y sistémico. Debido a su empleo prolongado, el mérito de
estas características debe subrayarse, pues incrementa en 40% la
fracción de eyección ventricular izquierda, lo cual permite
aumentar la capacidad de ejercicio en el corazón insuficiente.
CUALIDADES
DE LA AMIODARONA
· Vasodilatador coronario
con efectividad antiangínosa
· Antiarrítmico
con elevada eficacia de control de las arrítmías malignas,
· Reduce la incidencia
de muerte súbita que sigue al IAM
CLASIFICACIONES
DE LAS DROGAS CON EFECTO ANTIARRÍTMICO
Vaughan-Williams.
Clase l:
A: quinidina, procainamida,
disopiramida.
B: lidocaína, mexiletina,
fenitoína
C: flecainida, propafenona
Clase ll: betabloqueantes
Clase III: sotalol, amiodarona
Clase IV: verapamilo, digoxina,
digitoxina, Isoproterenol, aminofilina.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS:
En pacientes en auticoagulación
oral, el tiempo de protrornbina puede incrementarse durante la fase de
carga temprana y este efecto puede persistir si la terapia con amiodarona
es continuada y la dosis de warfarina puede requerir una disminución
aproximada del 50%.
Amiodarona y digoxina interactúan
por diversos mecanismos. El efecto neto es disminución de la eliminación
de la digoxina y aumento de sus niveles séricos. La dosis de digoxina
debe disminuirse de un tercio a la mitad cuando se comíenza la amiodarona.
Las dosis de drogas de Clase I (quinídina, procaínamida)
también debe disminuirse de 30 a 50% dado que sus niveles séricos
se incrementan con la asociación de amiodarona lo que puede resultar
en demoras de conducción intraventricular y efectos proarrítmicos.
Torsade de points ha sido observada raramente con amiodarona sola pero
ha sido vista con mayor frecuencia cuando los pacientes toman concomitantemente
agentes de Clase l.
Toxicidad neurológica
se observa en la asociación con aprindina; hipotensión y
bradicardia con propafenona; y exacerbación de taquicardia ventricular,
taquicardia ventricular polimorfa, incremento de los efectos colaterales,
ensanchamiento de QRS y bloqueo AV al asociarse con flecainida y encainida.
Cuando se la asocia a Beta
bloqueantes, un exagerado efecto inotrópico y cronotrópico
negativos puede ocurrir incluyendo paro y bradicardia sinusal. También
paro sinusal y bloqueo AV nodal han sido notados con el uso concomitante
de antagonistas cálcicos.
El uso de drogas anestésicas
durante la terapia con amiodarona, puede producir leve depresión
cardíaca, bradicardia, hipotensión y complicaciones pulmonares
especialmente en pacientes sometidos a prolongados procedimientos con circulación
extracorpórea (by pass cardio-pulmonar).
Sindrome de distress respiratorio
del adulto ha sido reportado en dos pacientes sometidos a angiografia pulmonar
usando agentes de contraste radiológico standard.
EFECTOS COLATERALES Y TOXICIDAD:
Los primeros estudios, principalmente
de Argentina y Francia sugirieron que efectos colaterales que requirieran
la suspensión del tratamiento ocurrían muy raramente. Esto
es diferente a la experiencia en Estados Unidos y, tal vez, explicada por
las bajas dosis utilizadas en aquellos países. Si bien el 12 % de
pacientes debieron interrumpir el tratamiento por efectos colaterales,
ninguno fue serio.
La toxicidad pulmonar (pneumonitis
intersticial y alveolitis) es el efecto colateral mas serio y potencialmente
fatal. En estudios en que se usaron bajas dosis diarias, la incidencia
de esta complicación fue de solo el 2 a 71/o, pero en pacientes
tratados con dosis mayores y por mas largos períodos de tiempo,
la incidencia puede ser cercana al 15 % Los estudios de función
respiratoria revelan difusión disminuida y volúmenes pulmonares
reducidos. La hipoxemia es de regla la fiebre es rara y la centellografia
pulmonar con ganglio es a menudo positiva. El tratamiento incluye reducción
de la dosis y monitoreo cuidadoso por signos leves temprano con o sin uso
de esteroides. En casos mas avanzados se recomienda la interrupción
del tratamiento y el uso de esteroides debe ser considerado si bien su
rol exacto en el proceso de recuperación no ha sido aclarad.La fibrosis
pulmonar a menudo se resuelve lentamente si bien en un significativo número
de pacientes puede ser fatal o irreversible.
Los efectos secundarios
neurológicos son probablemente los mas comunes e incluyen temblor,
marcha atáxica y trastornos del sueño los que son mas notorios
en la fase de carga y a menudo tolerados mediante la reducción de
la dosis.
Efectos gastroíntestinales
de nausea, vómitos y constipación se reportan en 10 a 33
% de los pacientes. Las enzimas hepáticas se encuentran frecuentemente
elevadas (en mas del 20% de los pacientes) pero sin síntomas en
la mayoría de los pacientes. La amiodarona raramente puede causar
hepatitis, cirrosis y hasta insuficiencia hepática fatal.
Por otro lado puede causar
hipo o hipertiroidismo (el primero mas comúnmente). Si bien los
estudios tiroideos pueden reflejar cambios, los pacientes se mantienen
eutiroideos desde el punto de vista clínico aún con modesta
elevación del nivel de tiroxina. Si cualquier nueva arrítmia
aparece es dable descartar hipertiroidismo como nueva causa de la misma.
Un nivel bajo de tiroxina casi siempre refleja hipotiroidismo clínico.
En cerca del 10 por ciento
de los pacientes, puede presentarse fotocensibilidad y resultar en quemaduras
solares sobre la piel expuesta. Luego de un largo período de tratamiento,
algunos pacientes desarrollan una coloración azul grisacea asintomática
sobre la piel expuesta al sol.
Microdepósitos corneanos
son vistos universalmente en pacientes tratados con amiodarona. Están
compuestos por inclusiones lípidas intracitoplasmicas que causan
una keratopatía epitelial. Esta lesión, blanca amarronada,
raramente causa disturbios de la visión. Las lesiones son reversibles
con la reducción o supensión del tratamiento con amiodarona.
RESUMEN Y COMENTARIOS:
La revisión de la
literatura permite afirmar que la amiodarona ha demostrado, en mayor o
menor grado según los diferentes diseños e interpretaciones
de estudios, su superior eficacia como agente antiarrítmico con
gran margen de seguridad. Su especial farimacodinamia la ubica en una posición
exclusiva entre las drogas antiarrítmicas mostrando cualidades de
más de una Clase de la clasificación de Vaughan-Williams.
Si bien ello le brinda indudables ventajas, también ha sido la razón
del dificil estudio de su acción y seguridad provocando marcada
reticencia a su uso en los Estados Unidos donde su aprobación no
es aún completa. Sin embargo el balance entre sus bondades y efectos
adversos es altamente positivo ya que la toxicidad pulmonar, su mas grave
aspecto negativo, es adecuadamente manejable excepto en una minoría
de pacientes. Comparadas a la amiodarona, la mayoría de las drogas
clásicas aprobadas tienen una mayor incidencia de proarrítmia
en la situación clínica mas frecuente: la cardiopatía
isquémica. Este hecho las hace mas peligrosas que la propia enfermedad
ya que la mortalidad global que producen es mayor al placebo con las que
se las compara. La incidencia de proarrítmia con la amiodarona es
mínima dado la homogénea prolongación de la refractariedad
que produce. En la reducción de la mortalidad en pacientes de alto
riesgo es segunda sólo al cardiodesfibrilador implantable. Pero
aún así éste no la desplaza ya que la droga es el
complemento ideal para disminuir la frecuencia de choques reduciendo con
ello el desgaste de la batería y la incomodidad que invariablemente
le producen al paciente. Por lo mencionado resulta incompresible que no
sea considerada droga de primera línea en los Estados Unidos, aún
en la cardiopatía isquémica, debiendo probarse primero la
inefectividad de "drogas convencionales" que tienen probada letalidad en
esa patología.
BIBLIOGRAFIA
1. Haffajee CI, Clinical
pharmacokinetics of amiodarone. Clin Cardiol 1987; 10 (Supl): 1-6-19.
2. Herre JM, Sauve MJ, Malone
P, et al. Long term results of amiodarone therapy in parientes with recuffent
sustained ventricular tachycardia or venúicular fibríillation.
J Am Col Cardiol 1989; 13:442-449
3. Kehoe RF, Zheutlin T
eds. Amiodarone 1, 11, HI, Prog Cardiovasc Dis 1989-1 31:249 - 294, 319
- 366, 393 453,
4. Yazaki Y, Haffajec CI,
Goid RL, et al. Electrophysiologic predictors of long-term clinical outcome
with amiodarone for refractory ventrciular tachycardía secondary
to coronary artery discase. Arn J Cardiol 1987; - 297.