En un trabajo interinstitucional, la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste trabaja incesantemente con el Ministerio de Salud Pública, la Municipalidad y otras instituciones para ofrecer a la comunidad informaciones útiles sobre las medidas de prevención, factores de riesgo y los controles para llegar al diagnóstico temprano.
El 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes, instituido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Diabetes (FID) en conmemoración del natalicio (1891) del médico e investigador canadiense Frederick Banting, quien descubrió la insulina junto con su colega y compatriota Charles Best en 1921.
Se trata de una patología que genera graves complicaciones asociadas al deterioro en la calidad de vida y a una elevada mortalidad, con una disminución de 5 a 10 años en la expectativa de vida.
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo procesa y utiliza la energía de los alimentos. Normalmente, cuando comemos, nuestro cuerpo convierte los alimentos en glucosa, fuente vital de energía. La insulina, una hormona producida por el páncreas, facilita que la glucosa ingrese a las células para convertirse en energía. En la diabetes, este proceso se ve afectado.
Puede ser porque el páncreas no produce suficiente insulina o porque el cuerpo no la puede usar eficientemente. Esto lleva a niveles altos de glucosa en la sangre, que a largo plazo pueden dañar diversos órganos y sistemas del cuerpo.
Las principales causas de la diabetes varían según el tipo de diabetes, pero en términos generales, incluyen una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida, según la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD).
Según el último estudio realizado en 2017 por la Federación Internacional de la Diabetes, para el año 2045 el número de afectados ascenderá a 629 millones. En Argentina, la prevalencia de diabetes es del 11% (+4 millones de personas), y continúa creciendo: según la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, realizada en 2019 por la Dirección Nacional de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, hubo un incremento de casi 3 puntos respecto a la última medición realizada en 2013.
Asimismo, se registró un aumento en los porcentajes de otros factores de riesgo asociados a la enfermedad como obesidad (20,8 a 25,4), el exceso de peso (sobrepeso + obesidad; 57,9 a 61,6), baja actividad física (54,7 a 64,9) y presión arterial elevada (34,1 a 34,6).
Las estadísticas indican que la proporción de personas con diabetes tipo 2 se incrementa en casi todos los países y coinciden en que 1 de cada 2 de quienes padecen diabetes no está diagnosticado. En línea con ello, menos del 50% de las personas con la enfermedad tienen un buen control glucémico.
En aproximadamente el 90% de los casos, los pacientes son diabéticos tipo 2, es decir, tienen la diabetes que se desarrolla a lo largo de la vida, diferenciada de la diabetes tipo 1 que es la que se padece desde el nacimiento o la diabetes gestacional que se genera durante los embarazos en las mujeres.
“La diabetes tipo 2, la más común, es una enfermedad prevenible. Basta para ello incorporar ciertos hábitos saludables a la vida cotidiana como realizar actividad física de manera regular, tener una dieta sana y controlar el peso. Es por esto que desde la salud pública es muy importante también trabajar en la promoción de entornos saludables, lo cual es vital para comenzar a revertir esta problemática”, explicó el doctor Carlos Reguera, médico cardiólogo y Jefe de Medicina Preventiva y Cardiología de INEBA.
La diabetes y la obesidad están aumentando de forma silenciosa, pero firme, en el mundo y, junto a ellas, crecen las complicaciones cardiovasculares. Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2018), en Argentina el 12,7% de las personas mayores de 20 años vive con diabetes, pero lo aún más preocupante es que el 45% desconoce su diagnóstico.
Con respecto al sobrepeso y la obesidad, Argentina se encuentra en una situación similar al resto del mundo, con un porcentaje del 61,2% de la población, sumando ambas enfermedades. Frente a este panorama, desde el Comité de Diabetes y Obesidad de la Federación Argentina de Cardiología (FAC) se desarrollan activamente campañas de prevención y concientización.
“Informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacan que las personas diagnosticadas con diabetes enfrentan un riesgo cardiovascular significativamente mayor en comparación con aquellas que no padecen esta enfermedad, llegando a veces a incrementarse en dos o tres veces más que aquellos que no padecen esta condición”, señaló el Dr. Sergio Giménez (M.P. 5.679), cardiólogo y miembro de la FAC.
En el marco del Día Mundial de la Diabetes, es importante conocer que se trata de una enfermedad prevalente, en constante crecimiento y con un fuerte impacto en la morbimortalidad debido a las complicaciones asociadas a la misma. Esto ha dado lugar a un incremento exponencial en el número absoluto de casos, que pasó de 108 millones en 1980 a la impresionante cifra de 463 millones en 2019 en todo el mundo. Además, se estima que alrededor del 10% del gasto mundial en salud se destina al tratamiento de la diabetes.
Un nuevo enfoque para tratar la diabetes
Las nuevas directrices y estrategias de tratamiento para la diabetes enfatizan la necesidad de un enfoque personalizado y sugieren el uso de nuevos medicamentos con beneficios cardiovasculares probados y bajo riesgo de hipoglucemia. Teniendo en cuenta la edad, el tipo de diabetes, el tiempo de evolución de la enfermedad y otros factores de riesgo, las directrices recomiendan estratificar a los pacientes diabéticos en términos de su riesgo cardiovascular, con el objetivo de personalizar su atención y tratamiento.
Entre los factores de riesgo, se señalan los antecedentes familiares de diabetes, hipertensión arterial, hijos nacidos con más de 4 kilos y el sedentarismo.
“Adoptar hábitos saludables con alimentación equilibrada, sin alimentos procesados, realizar actividad física de al menos 150 a 300 minutos semanales, considerar los estímulos de fuerza al menos dos veces por semana; no consumir tabaco, mantener peso corporal adecuado, y mantener en valores óptimos la glucemia, el colesterol y la presión arterial, son fundamentales para prevenir la aparición de la diabetes y sus complicaciones cardiovasculares”, dijo Giménez.
De esta forma, no solamente se está previniendo la aparición de complicaciones, sino que se está construyendo salud y es una tarea que comienza desde la infancia y recorre toda la vida.
Diabetes: un problema de salud pública mundial
Una de las enfermedades no transmisibles con mayor presencia en los seres humanos es la diabetes. El alto número de personas con este padecimiento ha obligado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declararla como un problema de salud pública mundial.
De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud, México ocupa el primer lugar con el mayor número de muertes por diabetes en América Latina. Tan solo en 2015, la cifra de decesos alcanzó las 98 mil muertes como consecuencia de algún padecimiento derivado de esta enfermedad.
En fechas recientes, las autoridades sanitarias del país emitieron dos declaratorias de emergencia sanitaria por diabetes y obesidad, debido al grave problema de salud que representan estos padecimientos en México.
Los datos de la Secretaría de Salud señalan que en el país existen aproximadamente siete millones de personas con diabetes, de las cuales solo una cuarta parte tiene un control metabólico de su enfermedad.
Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, establecido en 1991 por la Federación Internacional de Diabetes y la Organización Mundial de la Salud con el fin de concientizar acerca de las causas y el tratamiento de esta enfermedad en constante aumento y que ya se considera una epidemia.
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la producción de insulina (hormona producida por el páncreas que se encarga de eliminar el azúcar de la sangre) y, por lo tanto, produce un exceso de azúcar en la sangre de las personas.
Entre los riesgos que supone padecer esta enfermedad, las personas con diabetes tienen entre dos a tres veces más infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares (ACV) que aquellas que no la tienen.
La diabetes surge cuando el páncreas no produce correctamente la insulina (Diabetes Tipo 1) o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que elabora (Diabetes Tipo 2), la cual es la hormona producida por el páncreas que se encarga de eliminar el azúcar de la sangre. La hiperglucemia (aumento de glucosa en sangre) sostenida en el tiempo daña muchos órganos y sistemas, especialmente nervios y vasos sanguíneos.
Fuentes:
Google:
TN Con Bienestar
Sociedad Argentina de diabetes SAD