El Laboratorio de Investigaciones Bioquímicas (LiBiM) de la Facultad de Medicina de la UNNE ha sumado recientemente un citómetro de flujo espectral de última generación, adquirido mediante el programa nacional EquipAR Ciencia. Este acontecimiento no solo transforma la infraestructura del laboratorio, sino que posiciona a la región en un nuevo nivel de investigación biomédica experimental, comparable al de los centros más avanzados del país y del exterior.
Una herramienta para mirar más allá de lo visible
El citómetro de flujo no es un equipo cualquiera. Es una herramienta fundamental en inmunología y biología celular porque permite analizar miles de células por segundo en múltiples parámetros físicos y bioquímicos. Sin embargo, lo que diferencia al nuevo equipo del LiBiM es su tecnología espectral: una mejora sustancial respecto a los citómetros convencionales.
Esta innovación reduce el solapamiento de señales fluorescentes y permite la detección de más marcadores por célula, algo que, en la práctica, se traduce en mayor profundidad, resolución y complejidad en los análisis celulares. Como explica el Dr. Juan Pablo Rodríguez, Bioquímico y Doctor en Bioquímica (Inmunología) por la Universidad de Buenos Aires. Es Profesor de Bioquímica en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) e Investigador Adjunto del CONICET bioquímico e investigador del CONICET:
“Este citómetro transforma nuestro enfoque experimental. Nos permite realizar en un solo ensayo lo que antes requería múltiples pasos o instrumentos”.
Investigación avanzada con impacto real
El LiBiM, dirigido por la Dra. María V. Aguirre, está enfocado en dos grandes líneas de investigación:
- El microambiente tumoral y la relación entre células tumorales e inmunes.
- El estudio de compuestos bioactivos derivados de productos naturales en modelos experimentales.
Gracias al citómetro, se podrán realizar estudios de citotoxicidad, fagocitosis, apoptosis, activación celular, y seguimiento dinámico de poblaciones celulares en cultivos y modelos animales. También se podrán caracterizar con precisión las células infiltradas en tumores 3D en ratones, una herramienta esencial para avanzar en inmunoterapia experimental.
Esto significa que, desde Corrientes, se generarán datos con valor científico competitivo a nivel internacional.
Formación, acceso y futuro
Una de las mayores virtudes de esta incorporación es su vocación formativa. Estudiantes de doctorado, becarios y pasantes accederán a esta tecnología bajo programas de capacitación específicos en uso de software, preparación de muestras y análisis de datos.
Además, se están formando operadores responsables que acompañarán a quienes recién se inicien.
El objetivo, como lo señala el Dr. Rodríguez, es claro:
“Queremos que este equipo sea un recurso compartido, que fomente nuevas colaboraciones científicas y que forme profesionales con estándares internacionales.”
Comparaciones y evolución
A diferencia de otros modelos anteriores, el citómetro espectral elimina una de las limitaciones históricas de la citometría tradicional: la superposición entre fluorocromos. Esto mejora la calidad de los datos, reduce la variabilidad experimental y permite experimentos más ambiciosos y precisos.
Si bien existen otras marcas y sistemas de citometría de alta gama, la elección del equipo fue estratégica y adecuada para las necesidades del LiBiM, priorizando el equilibrio entre capacidad técnica, escalabilidad y compatibilidad con el tipo de investigaciones actuales y proyectadas.
El respaldo detrás del logro
Este avance fue posible gracias al programa EquipAR Ciencia, una política pública que democratiza el acceso a tecnologías científicas en todo el país, y al compromiso del equipo del LiBiM. En especial, se destacó el rol del Dr. Leandro Ferrini, cuya pasión por la citometría y liderazgo técnico fueron claves para concretar la compra e instalación del equipo.
La incorporación del citómetro de flujo espectral marca un antes y un después en el desarrollo científico del noreste argentino. Es tecnología al servicio del conocimiento, la formación y la salud.
Desde el LiBiM y la Facultad de Medicina de la UNNE, esta adquisición no solo potencia líneas de investigación en biomedicina experimental, sino que abre puertas a nuevas colaboraciones, mejora la formación de jóvenes científicos y fortalece el papel de la ciencia pública como motor de desarrollo nacional.
En tiempos donde se debate el valor del conocimiento, este hecho nos recuerda que la inversión en ciencia no es un gasto: es futuro.